La Coalición también une sus fuerzas con las fuerzas alrededor del mundo en la iniciativa:
¡Actuemos Juntas y Juntos por la Vivienda Digna!

El Cairo, México, Nairobi y Santiago, 1° de octubre de 2007

En este Día del Derecho a la Tierra y la Vivienda, iniciado por el Programa de la ONU para los Asentamientos Humanos (ONU-Habitat) como el Día Mundial del Hábitat, las voces populares se elevan para desafiar los intereses privados que están destruyendo nuestros bienes comunes mundiales y el hábitat humano. Para la Coalición Internacional para el Hábitat, sus miembros y sus estructuras, éste es también un día para conmemorar nuestros lazos, solidaridad y visión común de que “otro mundo, y mejor, es posible”, pero sólo si los dirigentes de la economía global cambian urgentemente de rumbo.

Hoy, las políticas de la mayoría de los gobiernos y agencias multilaterales, convergen cada día más hacia una ideología y una práctica que desperdician los recursos ambientales, y persiguen a personas vulnerables, en un marcado contraste con los nobles compromisos resumidos en los “Objetivos del Desarrollo del Milenio”. Ya hemos recorrido la mitad del camino, pisoteando, hacia la mejora de las condiciones de vida y el acceso al agua y a los servicios sanitarios previstos por el ODM 7 (Objetivo nº7 del Desarrollo para el Milenio). Los objetivos por sí mismos pueden no estar a la altura de los avances necesarios, ya que la promesa de mejorar considerablemente la vida de por lo menos 100 millones de habitantes de tugurios para el año 2020 será ampliamente superada por el creciente número de cerca de 500 millones de personas que estarán viviendo en una miseria negra en este mismo periodo.

Mientras el lema de este año para la conmemoración del Día del Hábitat de ONU-Habitat afirma que “Una ciudad segura es una ciudad justa”, su interpretación podrá diferir de un público a otro. Para nosotros, el tema nos vuelve a recordar cuán peligrosa es actualmente para para aquellos que defienden el derecho a la vivienda de los habitantes marginales y vulnerables de nuestras ciudades. (La Red por el Derecho a la Vivienda y la Tierra de la Coalición Internacional para el Hábitat (HLRN) publicó el 1º de octubre su reporte intitulado “A Pattern of Persecution: The Growing Attack against Housing and Land Rights Defenders” - Un Patrón de Persecución: el creciente ataque en contra de los defensores del derecho a la Vivienda y a la Tierra”). Otros pueden entender el lema del Día del Hábitat de las Naciones Unidas como un llamado urbano al orden, lo que se ha traducido en que cada vez más las ciudades deliberadamente criminalizan a sus habitantes por su pobreza y condición de personas sin techos Sin embargo, los funcionarios estatales, desde los encargados de aplicar las leyes quienes conspiran con inversionistas inescrupulosos, hasta jueces inoperantes en su deber de cumplir con las obligaciones de los tratados de Derechos Humanos, coinciden en favorecer la ciudad cada vez mas insegura y menos justa para los pobres urbanos.

Tal como los gobiernos y la prensa, muchos programas de las Naciones Unidas presentan los temas de seguridad como su mayor preocupación. Nosotros no creemos que la seguridad de los ciudadanos conduzca axiomáticamente a la justicia. Lo que nos preocupa y nos mantiene denunciando, criticando y formulando propuestas es que tan sólo la ciudad justa es la que puede llegar a ser una ciudad segura.

La persecución de una agenda urbana así como el incuestionado supuesto del desarrollo, generan factores “estira y afloja” que desarraigan la población rural, incluyendo campesinos, pastores y indígenas de sus tierras y de sus recursos naturales. Para ellos, la ciudad se convierte en el último recurso cuando sobrevivir en el campo ya no es una posibilidad sostenible. Considerando lo anterior, no hay motivo para celebrar este año que marca el punto de no regreso del 50% de la humanidad residente en ciudades. Nuestras metrópolis --sean reconocidas como perteneciente al ranking de la “ciudades del mundo” o sean aspirando celosamente a integrarlo-- pueden parecer relucientes para algunos. Sin embargo, ellas también concentran la siempre creciente producción y consumo, como si los recursos del mundo fueran ilimitados tales como los modelos teóricos de crecimiento económico. En el amplio contexto ambiental y social, la desenfrenada urbanización no es sostenible, y las alternativas a la migración y la desposesión se hacen indispensables.

Nuestra experiencia colectiva ha demostrado que las comunidades marginales y de bajos ingresos inician y producen hábitat humanos mejores y más económicos que aquellos de impuestos desde arriba. Su meta es alcanzar bienestar y seguridad de tenencia y no la propiedad privada. La organización “International Union of Tenants” (Unión Internacional de Inquilinos) ha destacado en este Día para del Derecho a la Vivienda y la Tierra, que las viviendas en arriendo a precios abordable constituyen lo que actualmente se necesita para garantizar la cohesión y la movilidad social.

La gente necesita opciones, no la homogenización estricta. Este año somos testigos también de cómo la promoción de la propiedad privada se ha transformado en una trampa para cientos de nuevos deudores hipotecarios que están confrontados a desalojos, poderosas deudas y que tienen mínimas esperanzas de créditos futuros. Existen numerosas y mejores políticas que podrían evitar someter a estas personas vulnerables a tal destino.

En este día, HIC celebra su propia diversidad interna expresando la necesidad de cohabitar en este planeta de forma mucho menos consumista y egocéntrica, con reciprocidad y solidaridad. Éste es el día para reflexionar sobre políticas de viviendas, tanto locales como globales, y para elaborar un camino alternativo centrado en las personas.

En este día, HIC se une a muchas otras redes para lanzar una Campaña de Vivienda Global de cuatro meses hacia la nueva expresión del Día Internacional de Acción del Foro Social Mundial 2008, el 26 de enero.

¡Únete a nosotros!

Davinder Lamba, Presidente de HIC
Ana Sugranyes, Secretaria General de HIC
Joseph Schechla, Coordinador de la Red por el Derecho a la Vivienda y a la Tierra
Lorena Zárate y Enrique Ortiz, HIC Latinoamérica