Carta a la ciudadanía paraguaya
Paraguay: Rechazo a la visita de Rodríguez y la Comisión Interamericana del Etanol
Con motivo de la visita del Dr. Roberto Rodrigues, ex ministro de Agricultura del Brasil y co-presidente de la Comisión Interamericana del Etanol, a nuestro país, invitado por la Cámara Paraguaya de Exportadores de Cereales y Oleaginosas (CAPECO) para disertar sobre el futuro de los agrocombustibles, las organizaciones sociales, campesinas, barriales, e instituciones, exponemos nuestro rechazo y hacemos referencia a la declaración nacional de las organización sociales “Chake Ñuha: la trampa de los agrocombustibles” de abril de este año.
Esta campaña falaz que está siendo promovida por el gobierno y los agronegocios atenta contra nuestra soberanía alimentaria, cultural y territorial. Se pregona desde diversos espacios, nacionales e internacionales, tanto privados como públicos sobre los “beneficios económicos y ambientales” de la producción de los agrocombustibles para el Paraguay, mientras que se invisibiliza la catástrofe social y ecológica que se esta por generar al expandir y agravar el modelo agroexportador a base de monocultivos industriales transgénicos de alto uso de agrotóxicos.
¡Queremos un Paraguay soberano que produzca alimentos para su población!
Nuestro rechazo se basa en las siguientes 10 razones:
1. Ninguna fuente de combustibles, fósiles o vegetales, sería suficiente para abastecer el actual patrón de consumo energético. La única manera efectiva de solucionar el problema es la reducción del consumo. La propaganda nos dice que usar combustible vegetal es ecológico, pero no es cierto, sólo sirve para calmar la conciencia del desastre ecológico producido por los países desarrollados.
2. La producción de agrocombustibles, dada la demanda de los países del norte, significará una presión enorme sobre la tierra agrícolamente utilizable. Esto agravará aún más la deforestación, el desgaste del suelo y su capacidad de absorción de agua, aumentando la erosión. Por otro lado, la quema del bosque nativo libera mucho más dióxido de carbono (CO2, tóxico) que jamás las plantaciones de monocultivos van a captar. Secar esteros para la siembra de monocultivos libera también grandes cantidades de CO2.
3. El balance energético de los agrocombustibles es negativo. Esto significa que se gasta más derivados del petróleo que agrocombustible producido, ya sea para la fertilización, la producción misma, el transporte y el procesamiento. Esto vale tanto para la producción de etanol como de agrodiesel.
4. La producción de agrocombustibles compite con las tierras que ahora se destinan a la producción de alimentos. Esto significa que la producción de alimentos básicos no procesados (como el maíz, trigo, tubérculos, porotos, frutas, etc.) aumentarán mucho de precio y quedarán fuera del alcance de los sectores más pobres de la sociedad.
5. La expansión de los monocultivos energéticos se hará sobre tierras hoy habitadas por indígenas y campesinos, provocando una expulsión todavía más masiva de la que hoy estamos presenciando con el avance de la soja transgénica. Las consecuencias van a ser, el aumento del éxodo rural, de la miseria en la ciudad, de la migración, de la delincuencia.
6. La riqueza generada por los cultivos quedará en pocas manos y seguiremos siendo un país exportador de materias primas. El modelo de los agrocombustibles es la culminación del modelo de la revolución verde y de la biotecnología. La materia prima generada será para exportar a los países ricos del norte, ganarán las multinacionales de la distribución, se profundizará la dependencia neocolonial y se barrerá con lo poco que queda de soberanía.
7. La producción de agrocombustibles va a exigir todavía un mayor uso de pesticidas y fertilizantes químicos dañando aún más la salud de los pocos campesinos que queden, afectando al suelo y al agua. Las grandes transnacionales semilleras (Syngenta, Monsanto, Dupont, Dow, Bayer, BASF) ya están diseñando nuevas variedades genéticamente modificadas de cultivos energéticos (maíz, árboles, etc).
8. El modelo de agrocombustibles nos va a hacer alimentariamente dependientes de las grandes multinacionales y grandes productores ya que implica un nuevo ordenamiento de la producción agrícola. Con lo que sobra del maíz después de sacarle el jugo para el alcohol se van a alimentar vacas y novillos (en gigantescos establos o feed lots). Los pools de siembra instalan corrales de engorde industrial para pollos y cerdos con una perfecta integración vertical de toda la cadena de producción, desde la siembra del maíz y soja hasta los frigoríficos y con la infraestructura para la exportación. De esta manera, serán capaces de abastecer al mercado con alimentos baratos de pésima calidad y garantizarán una “seguridad alimentaria” donde la persona común ya no tendrá derecho a decidir lo que quiere comer.
9. El fomento de los agrocombustibles es –para los países del norte-básicamente una estrategia de diversificación de la dependencia energética de la Unión Europea (del gas de Rusia y Argelia, petróleo del medio oriente) y de los EE.UU. (petróleo del medio oriente y Venezuela) con un control imperial recuperado y perfeccionado. Para ello disfrazan los verdaderos motivos hablando de que son beneficiosos para el medio ambiente.
10. Aumentará la importancia y poder de las empresas certificadoras, aún cuando estas certificaciones no tenga ningún efecto para obviar los desastrosos efectos que acabamos de mencionar. Solo servirá para darle legitimidad y justificación a un modelo que ya se muestra afectado por la dura crítica de los distintos movimientos y organizaciones de base pero también de organismos internacionales muy reconocidos como la OCDE.
ASAGRAPA, BASE Investigaciones Sociales, CEPAG, CCDA, CIPAE, COBAÑADOS, CMB, CNOCIP,CONAMURI, Iniciativa Paraguaya para la Integración de los Pueblos, MAP, MCP, MCNOC, OLT, SERPAJ y Sobrevivencia Amigos de la Tierra- Paraguay.
22 de agosto, Asunción- Paraguay