Nuestro mundo no está en venta!

Descarrilemos la cumbre de la OMC en Hong Kong

2005-12-12 00:00:00

Entre los días 13 y 18 de diciembre de 2005 se celebrará en Hong Kong (China) la Cumbre de la Organización Mundial de Comercio (OMC) para formular normas que sigan rigiendo el comercio internacional y que tendrán importantes consecuencias para la ciudadanía de todos los países.

La OMC es una institución internacional de carácter antidemocrático, formada por 148 países, cuya finalidad es la eliminación de todas las “trabas” al libre comercio excluyendo cualquier tipo de regulación laboral, ambiental o social que puedan limitar el negocio del capital privado. Los acuerdos de la OMC han beneficiado sobre todo a los países del Norte aumentando la brecha entre ricos y pobres. La OMC asegura a las empresas multinacionales el acceso a los mercados de los países empobrecidos.

La continua defensa de las “bondades” del libre comercio y la competencia como remedios a la pobreza del 70% del Humanidad han resultado ser totalmente falsas. A las personas se les niega el derecho a la vida y se les desposee de sus libertades y su capacidad de decisión. Por si esto fuera poco, nos enfrentamos a una crisis ecológica de gran magnitud a causa del modelo de producción y consumo impuesto por la OMC. Entre las consecuencias de la liberalización comercial están: el desempleo masivo, las deslocalizaciones, el empobrecimiento de la mayor parte de la población mundial, el desplome de los precios agrícolas internacionales, la migración y el desplazamiento forzado, el hundimiento de las artesanías locales así como la privatización y el enorme encarecimiento de los servicios públicos (salud, educación, agua potable, energía eléctrica, etc.). Asimismo hay que poner de relieve que el libre comercio hace de las mujeres el colectivo más perjudicado al recibir generalmente salarios muy inferiores a los de los hombres y estar mucho más expuestas a la precariedad y a la desprotección.

Graves enfrentamientos de intereses entre los gobiernos han hecho fracasar las dos cumbres anteriores y las fuertes movilizaciones sociales han deslegitimado totalmente a la OMC. Sin embargo, la Unión Europea (UE), es el apoyo más entusiasta con que cuenta la OMC para sus políticas antipopulares.

Por todo lo anterior pedimos al gobierno español:

1. La paralización de las negociaciones de la OMC hasta que no se evalúen todas las consecuencias sociales, laborales, ambientales, económicas y de género de sus políticas.

2. Que las normas comerciales estén sujetas al respeto de los derechos humanos y derechos sociales, así como al derecho a un medio ambiente sano y limpio, entendiendo que la alimentación, la naturaleza y los bienes comunes no son una mercancía. Los recursos esenciales (tierra, semillas, agua) tienen que ser protegidos contra la privatización y el control corporativo.

3. En lo referente a la agricultura: que la agricultura y la alimentación salgan absolutamente del ámbito de la OMC y que las/os campesinas/os así como los gobiernos tengan las competencias necesarias para proteger los sistemas locales de producción agraria. Además debe llevarse a cabo la prohibición de los cultivos transgénicos.

4. En cuanto a los productos industriales: proteger los aranceles aduaneros y las economías locales de los países con el fin de controlar los negocios de las multinacionales. Y excluir del libre comercio los recursos forestales, pesqueros y minerales, por constituir bienes esenciales y medios de supervivencia.

5. En lo relativo a servicios: suspender la negociación del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS) y la exclusión de los Servicios Públicos del ámbito de la OMC.

6. Garantizar la capacidad de las Autoridades Públicas de proteger la salud pública y el acceso universal a los medicamentos esenciales, con independencia de la capacidad de producción local de cada país.

7. Supresión de las negociaciones de patentes sobre la vida de los animales, las plantas y, por supuesto, sobre ningún elemento o componente del cuerpo humano.

La historia de la OMC nos permite decir que si sus consecuencias son desastrosas para la población mundial y el medio ambiente, no existe ningún motivo para mantener su existencia.

Movilicémonos contra las causas de la pobreza mundial. Esto implica prohibir el comercio agrícola por debajo de los precios reales de la producción, pagar precios justos a los que trabajan la tierra y garantizar la Soberanía Alimentaría mediante una agricultura campesina y ecológica. Dentro de nuestros compromisos está proteger los servicios públicos de las privatizaciones previstas en el AGCS, el otro gran asunto en Hong Kong.

¡ÚNETE Y PARTICIPA EN LAS MOVILIZACIONES!