Boletín Electrónico, Octubre 2006
Boletín de la Remte – octubre 2006
**** Cumbre Social por la Integración entre los pueblos
Del 6 al 9 de diciembre en Cochabamba, Bolivia, se realizará la \"Cumbre Social para
la Integración de los Pueblos\" de manera simultanea a la Cumbre Oficial de Presidentes de
la Comunidad Sudamericana de Naciones.
Será un momento importante de continuidad del trabajo de los movimientos y
organizaciones sociales que se organizan en la ASC, en la Campaña contra el ALCA y otras
organizaciones regionales que se suman en las luchas contra el libre comercio, el Alca y la
OMC, la deuda y la militarización. En esos procesos de resistencia, amplias alianzas han
sido construidas y la unidad entre las distintas redes y movimientos sociales del continente
se fortaleció. Con la crítica al modelo, se hizo necesario formular propuestas de alternativas
capaces de cambiar los rumbos de las políticas en el continente. En ese novo momento
coyuntural, donde hay una evidente crisis del proyecto neoliberal, el debate sobre
alternativas ocurre en un contexto de posibilidades muy concretas para rupturas con las
políticas neoliberales en el continente. En fines del 2005, el gobierno Bush no logró
concretizar su intento de retomar las negociaciones del Alca, pues gobiernos de América
del Sur con posiciones antiimperialistas se opusieron a ese proyecto. Ese hecho fue posible
en virtud de la vigorosa lucha emprendida por ese conjunto de movimientos y
articulaciones. En ese sentido la integración regional debe ser una herramienta de la lucha
antiimperialista
La integración desde los pueblos anuncia las premisas de la utopía que creció junto
con la resistencia colectiva de nuestros pueblos al proyecto neoliberal y de dominación
estadounidense. Fortaleció la certeza de que solo juntos podremos cambiar nuestra historia.
Por lo tanto, la Cumbre será un momento fundamental en esa trayectoria, donde podremos
avanzar en la formulación de propuestas concretas, a partir de varias propuestas ya
existentes y de elementos construidos en la lucha de resistencia.
La Remte, en conjunto con la MMM, el diálogo GLBT Sur-Sur, las mujeres de la Vía
Campesina, Alai-mujeres, Área de Género de Jubileo Sur Americas y otras aliadas en los
diversos países, participamos de forma muy activa en esos procesos desde una postura de
visibilizarnos como actoras económicas y de mostrar la centralidad de las relaciones de
género en el modelo económico. Buscamos ir más allá de una visión de los \"impactos\"
sobre las mujeres y del planteamiento de la agenda de las mujeres en el terreno del social.
Actuamos para que la perspectiva feminista sea un de los pilares de un proyecto de
igualdad y por ello buscamos un diálogo permanente con el conjunto de los movimientos
sociales y nos planteamos en esos espacios como constructoras de ellos, y no solo como un
lugar en donde vamos llevar nuestra agenda.
El debate de hoy sobre integración no es apenas sobre el mercado, sino propone
incorporar varias otras dimensiones. Se plantea el desafío de cambios del modelo
económico y las nociones como crecimiento, mercado, modernización, desarrollo son
cuestionadas. Al mismo tiempo, en los enunciados generales hay coincidencias con
postulados claves de la economía feminista: solidaridad, cooperación, reciprocidad, justicia.
La presencia feminista contribuye para construir una visión integral de cambio y de
alternativas, que rompa con jerarquías y desigualdades estructurantes de la sociedad
capitalista y patriarcal. Para ello estamos en el proceso preparatorio a la Cumbre y vamos a
Cochabamba para plantear la perspectiva feminista en los debates de los temas estratégicos
de modo a garantizar una integración generadora de igualdad.
La presencia de la Remte en Cochabamba debe tener organizar actividades a partir de
nuestro campo de alianzas en el movimiento de mujeres como continuidad al que
realizamos en la lucha contra el libre comercio y en el proceso FSM. Será un momento de
presentar nuestros análisis de cuestionamiento del modelo vigente y propuestas de cambio.
Además, la Remte estará en la Cumbre participando y organizando actividades a partir del
Comité Organizador, garantizando que la visión de igualdad para las mujeres sea
constitutiva de toda la Cumbre.
**** Testimonio de Oaxaca
Publicamos en ese boletín un testimonio de la militante feminista de México, Luz Maceira
Ochoa, sobre su experiencia reciente en Oaxaca.
¿Pero qué hago aquí escuchando esto que no me gusta oír?, ¿y qué hago con estas historias
que me conmueven hasta las entrañas y que expresan situaciones frente a las que no puedo
más que sentirme impotente e indignada? Somos veintidós feministas que vinimos a
Oaxaca, hoy miércoles 25 de octubre, a encontrarnos con compañeras de organizaciones
civiles, de la Coordinadora de Mujeres Oaxaqueñas 1º de agosto, parte de la Asamblea
Popular de los Pueblos de Oaxaca, y con algunos de sus líderes, para mostrarles nuestra
solidaridad y para \"conocer la situación\". Para \"entender\". Sin embargo, mientras más
escucho sus experiencias y la situación que viven, menos entiendo. No tiene sentido la
injusticia, no tienen sentido las peores arbitrariedades, no tiene sentido el dolor extremo.
Vinimos a mostrar nuestra solidaridad a estas compañeras y lo más que puedo ofrecerles es
un estúpido pañuelo para que nos sequemos las lágrimas silenciosas que se nos escapan
primero discretamente y luego manifiestamente expresivas de todo eso que se nos duele y
sólo nos duele porque no se puede entender.
Son cerca de sesenta mujeres de la Coordinadora quienes vinieron a reunirse con nosotras,
profesionistas: una abogada, una bióloga, una médica; universitarias, amas de casa,
maestras de educación preescolar y básica -algunas de ellas pertenecientes a la Sección 22-,
mujeres indígenas y no indígenas, campesinas o \"serranas\" como se dicen ellas, y también
urbanas. Muchas de ellas están en este movimiento porque reivindican las demandas de su
gremio, otras porque se han solidarizado a lo que consideran una causa justa, y más que
nada, una necesidad de sobrevivencia: resistir conjuntamente a las agresiones de un
gobierno, y a una situación sociopolítica y económica insostenible. Junto con ellas, están
también quienes además han sido particularmente afectadas por la tiranía gubernamental:
mujeres jóvenes y mayores cuyos hermanos, parejas, papás, compañeros universitarios,
amigos de lucha, líderes locales, o vecinos han sido desaparecidos, secuestrados y
torturados, encarcelados.
Escucho lo que dicen, empezando por la situación sistemática de hambre extrema que viven
los niños y niñas de preescolar que motiva a la docente a lanzarse a la lucha social, que ya
es suficiente para causarme cierta aprehensión, o el asesinato en plena luz del día de algún
otro civil, que aumenta notablemente mi tensión, hasta el más aterrador de los episodios de
secuestro, tortura y detención ilegal de un maestro, de un líder social o de un simple
ciudadano capturado y destrozado físicamente sólo para que sirva como \"mensaje\" a los
líderes.
Son las 4 de la mañana y tengo la certeza de que mi corazón desapareció y todo mi esternón
se ha volcado, derrumbado más bien, hacia dentro de mi cuerpo, lo cual me produce un frío
terrible y mucho dolor. Despierto. Estoy empapada de sudor. No están fuera de lugar mi
corazón ni mis costillas, pero sí mis sentimientos y mis certezas. Estoy viviendo la
opresión, el desamparo. Y eso que sólo escuché unas horas a esas mujeres, que no he tenido
a ningún familiar ni conocido en una situación ni remotamente cercana a la que narran, que
no estoy siendo, como ellas, amenazadas, seguidas, y continuamente \"avisadas\" ya sea a
través de mensajes que saturan sus celulares o de llamadas telefónicas a cualquier hora, con
el breve pero claramente violento e intimidatorio: \"ya párele\" o \"deje de hacer tanto
escándalo\". Sin embargo, no dejo de pensar en lo que compartieron con nosotras, las que
queríamos \"entender\", y quienes nos solidarizamos con un pañuelo.
\"Mi marido\", \"Ramiro\", \"mi compañero\", \"mi papá\", \"mis hermanos\"… No están en sus
casas ahora. Fueron asesinados. Están desaparecidos. Están en la cárcel. En este caso, en
grandes operativos, con motos, tsurus, patrullas, camionetas blindadas, y hasta helicópteros,
han sido secuestrados maestros, líderes comunitarios, sindicales, o indígenas. Quienes son
llevados en helicópteros, son amenazados con ser aventados al mar. Pasan horas siendo
trasladados de un sitio a otro hasta que llegan a una cárcel en donde se les niegan todos sus
derechos: no sólo se les niega la posibilidad de hacer una llamada telefónica, o de conseguir
un abogado particular, sino incluso de saber en qué lugar están. Algunos han sido llevados
hasta La Palma. Se les tortura física y psicológicamente, y bajo estos procedimientos se
consigue que firmen desde cartas en donde se niegan a aceptar visitas o a recibir alimentos
diariamente, hasta falsas declaraciones. Permanecen en celdas de castigo, con capuchas, y
permanecen sin contacto durante días. El control sobre ellos es extremo, son obligados a
entregar las semillas de una manzana, para que puedan comer otra. Evidentemente el
objetivo de esto es meramente la vejación, el ejercicio del poder. A veces, sacan a estos
presos-secuestrados para \"leerles sus expedientes\", hay casos en que el expediente, siempre
extensísimo, hasta de 600 fojas, cambia dos o tres veces por semana si se niegan a firmarlo.
Puede haber algunos con cargos que van desde el robo de autos, hasta el tráfico de drogas o
de armas. Muchos son delitos denunciados por la policía local.
Esta parte es importante, no sé si jurídicamente, pero sí en términos del sentido, el
profundo, que tiene para ellos y ellas esta lucha en la que están en la disposición de perder
todo, y de hecho, lo pierden: bajo cargos de delincuentes se tiene y –a veces- se procesa a
los presos políticos. A los que fueron emboscados y acribillados, la \"Procuraduría de
Justicia\" los presenta como muertos en \"riña callejera, ocasionada por exceso de alcohol\".
Es una operación simbólica fuerte por la cual se elimina de la responsabilidad política a los
agresores, que son parte del gobierno, por la que se desvirtúa la acción y lucha política de
las víctimas, y por la que se mancilla la memoria social de un movimiento.
Respiro profundo. Vuelvo a pensar en los operativos. Esos que describí antes son como de
película gringa. Es muy fuerte que existan aquí y que se financien en uno de los estados
más pobres de la República Mexicana. Hay otro operativo que me impactó mucho más por
el despliegue de autoritarismo y la burla que representa: Irrumpe la policía el día del tequio
o trabajo comunitario, para llevarse a algunos líderes. La comunidad, cuyo trabajo de esa
jornada giraba en torno a la construcción, se defiende con ladrillos. Después de horas de
lucha, de balas contra ladrillos, la policía se va. Quedan muchos heridos. Son llevados al
centro de salud donde, por falta de medicamentos y equipo, no pueden ser atendidos.
Llaman a las ambulancias. Después de unas horas llegan las ambulancias y se llevan a los
heridos. En ellas venían \"judiciales vestidos de doctores\". Esos heridos despertaron
amarrados a una cama de hospital y están presos.
Sobra decir que no hay ningún porro ni escolta del \"gobernador\" –que son parte
importantísima de los operativos violentos que emprende el gobierno-, ni tampoco ningún
policía, en la cárcel o ni siquiera acusado por las agresiones y asesinatos que cometen, pues
después de algunas horas, salen libres \"por órdenes del gobernador\".
La injusticia es extrema. Tampoco es sólo de ahora, hay presos que llevan 2 o 3 meses en
la cárcel, producto de los operativos de Ulises Ruiz, pero hay otros que llevan más tiempo,
4 años, 9 años. La miseria, la manipulación, el cacicazgo, el autoritarismo, la falta de un
estado de derecho, datan de muchísimos años atrás en Oaxaca (y en muchas otras partes del
país).
Regreso a la voz de las mujeres. Observo en ellas la profunda necesidad de hablar, con
nerviosismo, con llanto, con angustia, con rabia, pero sobre todo, con mucha claridad.
Aunque empiecen sus narraciones con un \"yo no sé por qué…, \"…estoy aquí\", \"…este año
me involucré más que otros\", o un \"no tengo ni idea por qué….\", \"…se lo llevaron\",
\"…desapareció\", tienen la seguridad de que requieren luchar. Muchas reconocen años de
lucha y liderazgo locales de sus familiares, pero siempre expresan un \"no sabíamos a quien
nos enfrentábamos\" o un \"no estábamos preparados\", la injusticia, la persecución y castigo
gubernamentales sobrepasan todo límite pensable, y aunque tienen miedo, saben que no
pueden echarse para atrás. Hasta ahora, 11 asesinados, 8 torturados y 5 detenidos, son el
saldo que hasta el 25 de octubre contaba la APPO en los últimos 3 meses, cuando se desató
con tremenda violencia la represión en la ciudad de Oaxaca. Sumemos ahora los otros que
la entrada de la Policía Federal Preventiva ha dejado y dejará.
Pienso en lo que sienten esas mujeres que van buscando a sus familiares en distintas
penales durante días sin que nadie \"les diera razón\". ¡Qué frase!, ¿es que alguien puede dar
razón ante esta situación totalmente irracional?
Yo nunca había estado cerca de la guerra. Por eso me impacta y me enferma. Pero lo que
más me impacta, es cómo la lucha y la necesidad de sobrevivir empiezan a normalizar
situaciones que son extremas e intolerables para quienes estamos fuera: decir \"por suerte no
está tan torturado\", como si hubiera parámetros más o menos aceptables de tortura, o
referirse al paso de las \"caravanas de la muerte\" (camionetas blindadas que secuestran o
matan gente) como se habla de cualquier otra cosa, evidencian la cercanía y habitualidad de
cosas que no deben tomarse como usuales ni como norma. Es una más de las sinrazones.
Junto a todo este horror, siempre aparecen también con igual, de hecho, con mayor
contundencia, la dignidad, la fortaleza humana capaz de enfrentarse a todo, de
sobreponerse, de construir, de luchar. Un ejemplo son las mujeres de la Coordinadora que
espontáneamente han formado barricadas, comités de vigilancia, de defensa, de
movilización, de apoyo a campamentos, brigadas móviles, tomas de oficinas, y de muchas
otras cosas para defenderse, para evitar que trasladen a los presos, para cuidar sus calles,
sus esposos, sus hijos, su propia vida. Mujeres que tras una marcha para mostrar su repudio
al \"gobernador\" Ulises Ruiz y al régimen opresor bajo el que viven, y ante el hartazgo
producido por la indiferencia y la manipulación de los medios de comunicación, que sólo
\"difaman\" al movimiento, tomaron las instalaciones de tele y radio locales, y echaron a
andar la radiodifusora. Mujeres que, sin nunca haber visto un micrófono, se convirtieron en
comunicadoras y en activistas políticas que luchan por la libertad, que recuerdan a \"los
caídos\", que politizan a la gente, que les permiten expresarse. Mujeres que quieren seguir
luchando, que no se cansan, a quienes les duelen sus esposos, padres, hermanos
desaparecidos o presos, pero a quienes más les duelen las condiciones de vida que tienen y
por eso se entrega a la lucha.
En Oaxaca no ha habido clases, pero cómo nos enseñan esas mujeres y hombres valientes
que luchan por justicia y una vida digna. Escribo esta memoria personal como muestra
solidaria con esas mujeres a quienes me uno para denunciar la injusticia, la violación
sistemática a todos los derechos humanos y garantías constitucionales, y la violencia
extrema como forma de mal gobierno, y a quienes agradezco profundamente este
aprendizaje doloroso que comparten con nosotras.
¡FUERA ULISES RUIZ!, ¡ALTO A LA REPRESIÓN!, ¡PRESOS POLÍTICOS,
LIBERTAD!
Luz Maceira Ochoa
Octubre 2006
**** Oficina Soberanía Alimentaria – preparación al Foro Nyeleni
En preparación al Foro Nyeleni de Soberanía Alimentaria, se llevó a cabo en São Paulo,
Brasil, una oficina de la Marcha Mundial de las Mujeres y las mujeres de la Vía
Campesina, que reunió 33 mujeres de 16 estados del país.
Los objetivos de la oficina fueron comprender las contribuciones de las mujeres en la
producción y preparación de alimentos y en las luchas para asegurar la soberanía
alimentaria, identificar los obstáculos encontrados y apuntar caminos para la construcción
de políticas públicas que garanticen la soberanía alimentaria, y las alternativas al modelo
desde las luchas y experiencias concretas de las mujeres. Se hizo un esfuerzo para
garantizar la presencia de mujeres con diferentes experiencias, contemplando el campo y la
ciudad. Participaron pescadoras, campesinas, con experiencia en economía solidaria e de
grupos urbanos.
Fueron muchas y diversas las experiencias presentadas, entra ellas: grupos de mujeres que
trabajan con proyectos de generación de ingreso, basados en la agroecología, los registros
de experiencias de mujeres en la producción y en el comercio local de sus productos, el
rescate de las tradiciones y valorización del trabajo de las mujeres con alimentación,
estímulos a la producción de semillas, intercambio de alimentos, luchas contra la
destrucción ambiental, organización de consumidores en cooperativas, producción colectiva
para el auto consumo, mujeres que trabajan con huertas urbanas. El conjunto de
experiencias propició dar visibilidad a las diferentes formas de resistencia y lucha de las
mujeres.
La soberanía alimentaria es un principio que organiza nuestras luchas por la transformación
global del modelo. La lucha por soberanía alimentaria es también la lucha por la autonomía
de las mujeres. Pero bajo el neoliberalismo, las mujeres enfrentamos muchos obstáculos a
la construcción de la soberanía alimentaria. Entre ellos están la apropiación de las áreas de
pesca y agricultura; el hecho de no haber la consideración de las mujeres como productoras,
y su exclusión en las decisiones políticas y de cómo y qué producir; la padronización de la
alimentación, con productos industrializados; la sobrecarga de trabajo, la división sexual
del trabajo y la desvalorización del trabajo de las mujeres; los tratados de libre comercio
que imponen una serie de políticas contrarias a la producción campesina; el financiamiento
estatal al agronegocio.
Frente a todos esos obstáculos, las mujeres proponemos alternativas desde nuestras luchas y
resistencia: la construcción de una visión integral del proceso productivo contribuye para
dar visibilidad al trabajo de las mujeres y valorizar las técnicas y conocimiento acumulado
por las mujeres; la ampliación de las condiciones para que las mujeres puedan actuar en los
espacios políticos, en la comunidad y en las luchas, lo que pasa por construir otras formas
organizativas y fortalecer procesos colectivos; el fortalecimiento de la alianza entre las
mujeres del campo y de la ciudad, para impulsar una nueva relación entre producción y
consumo; la organización de la disputa ideológica en la sociedad, con educación popular y
medios de comunicación alternativos.
En noviembre las mujeres del Cono Sur, de la Marcha Mundial, la Vía Campesina y
Amigos de la Tierra, van a reunirse en Uruguay para profundizar esas reflexiones,
fortalecer la alianza entre las mujeres y formular una visión común que aporte al Foro
Nyeleni de Soberanía Alimentaria desde las mujeres y el feminismo.
**** Reunión de la REF
El 31 de octubre y 1 de noviembre ocurrió la reunión de la Red Economía y Feminismo
(REF) de Brasil. En el momento de formación,