De New York a Porto Alegre, ecuatorianas de las diversas regiones continuamos en la Marcha Mundial de Mujeres

2003-02-14 00:00:00

Para la delegación de la Red de Mujeres Transformando la Economía, núcleo Ecuador, asistente a la Marcha Mundial de Mujeres, el 17 de Octubre del 2000 es una fecha de especial consideración. Ese día, talvez por primera vez en sus vidas, mujeres provenientes de diversos orígenes étnicos, regionales y culturales, mujeres de pueblos indígenas de la Sierra y la Amazonia, de Azuay y Guayas, emigrantes de Estados Unidos y España nos unimos a otras provenientes de muchos países del mundo para demandar que cese la pobreza y la violencia especialmente contra las mujeres, en una cabal demostración de identidad de género.

Ese mismo día, en forma simultánea, se realizó en Quito una marcha nacional con el mismo propósito y para sostener reuniones con representantes de las Naciones Unidas y del FMI a quienes se dio a conocer los planteamientos de las mujeres ecuatorianas.

Vistos en perspectiva, estos dos actos se constituyen en una demostración de voluntad política de las mujeres del mundo y del Ecuador para dar la batalla por sus derechos económicos, políticos y culturales en un escenario cada vez más interdependiente, mas globalizado.

Las razones para marchar

Las mujeres ecuatorianas, al igual que todas las del planeta, somos las más empobrecidas.

En el caso del Ecuador, de los 12 millones de habitantes la mitad son mujeres y de ellas el 80%, es decir 4 millones 800 mil, son pobres.

De un sueldo promedio de $165 mensuales, el ingreso promedio de las mujeres urbanas es 40% inferior al de los hombres y en el área rural con $ 155 mensuales, esta brecha llega al 50%, según encuestas del INEC en el año 2001.

Estos datos reflejan lo que se conoce como el proceso de feminización de la pobreza, un proceso que no merece todavía toda la atención que se requiere por parte de los decisores de las políticas.

La aplicación de las políticas económicas neoliberales han llevado a que las mujeres y sus familias vivan con apenas un dólar diario.

El desempleo es creciente y afecta en 7.1% para los hombres y en 16.2% para las mujeres

Pero esta violencia no solo proviene del Poder. El maltrato físico y espiritual diario en el hogar o en el trabajo, las agresiones sexuales y violaciones en aumento representan el 50% del total de denuncias.

En ese sentido, con el involucramiento del país en el Plan Colombia, se ha ido generando una serie de agresiones y violaciones contra las mujeres emigrantes de Colombia así como contra las ecuatorianas que viven en la frontera y que son desplazadas en un escenario cada vez mas violento.

No en vano en la Marcha Mundial del año 2000 las mujeres colombianas y las andinas rechazábamos el Plan Colombia y coreábamos “no queremos tener más hijos para la guerra”.

Esta situación de exclusión se da a pesar de la creciente incorporación de la mujer al mercado de trabajo, en el sector peor remunerado, sí, pero aportando activamente a la economía.

Se da también en momentos en que la Mujer organizada se moviliza y aporta a la redefinición de la democracia, cuestionando espacios políticos tradicionales que no dan cuenta de los cambios y participando activamente en la política nacional. La ley de cuotas que plantea la incorporación progresiva de las mujeres en las candidaturas y que deberá ser en el 2002 del 35% es una conquista y un derecho logrados en base a una lucha constante de las mujeres ecuatorianas.

Por eso sostenemos que el modelo neoliberal y el patriarcado son los factores que mantienen a la gran mayoría de mujeres en situaciones de inequidad de género cuando no de exclusión, factores que, además, fortalecen posturas fundamentalistas y conservadoras de toda índole.

Significado de la marcha mundial en medio de la globalización y de los cuestionamientos al FMI

En este contexto la Red Latinoamericana de Mujeres Transformando la Economía – núcleo Ecuador- en diálogo con Ecuarunari, CEOSL, Mujeres Luchando por la Vida, SENDAS, CONFEUNASC, desarrollamos una serie de acciones con el fin de potenciar la participación del país en este proceso, y a través de varias reuniones regionales se recogieron las principales demandas de las mujeres del país, así como se aprovechó para impulsar a nivel nacional el reconocimiento de las mujeres como actoras económicas y de sus derechos.

En las puertas del nuevo siglo, el 17 de Octubre del año 2000, las mujeres ecuatorianas y latinoamericanas, junto a decenas de miles de mujeres provenientes de todos los continentes y de alrededor de 100 países dijimos en New York, en las Naciones Unidas, que “nosotras las mujeres, demandamos vivir en un mundo libre de toda pobreza y de toda forma de violencia hacia las mujeres”, marchamos para demandar políticas económicas que frenen la pobreza y medidas que pongan fin a la violencia.

Frente a la globalización neoliberal se levanta la globalización de la solidaridad y en este contexto es que mujeres de todo el mundo demandamos por pan y rosas.

Pero ésta no es sólo una marcha por las reivindicaciones de las mujeres , es una marcha política que la continuamos junto a otros sectores sociales y que confluye en ese gran Foro Social Mundial efectuado por segunda ocasión en Porto Alegre desde el 29 de Enero al 5 de Febrero del 2002 y que dice que con la participación de las mujeres OTRO NUEVO MUNDO SI ES POSIBLE.

Confluye en el foro que rechaza el ALCA y su brazo militar el Plan Colombia y que en uno de sus documentos señala:
“Se mundializa la miseria, no el verdadero progreso. La globalización genera dependencia, cercenando la soberanía de los pueblos. Los capitales circulan libremente pero no las personas.....la codicia se sobrepone a la igualdad fraterna. La propiedad se sobrepone a la vida“.

“Para eso, aquí, en este puerto del Río Guaiba, Puerto Alegre y solidario, nos encontramos gente de todo el Continente, trabajadores del campo y de la ciudad, pobladores de todos los rincones, migrantes, jóvenes y estudiantes, blancos, negros e indígenas; hombres y mujeres, creyentes y no creyentes, ecologistas, luchadores del Pueblo.... ¡Hemos venido para gritar al mundo nuestra indignación y nuestra esperanza!

Pero sabemos que no basta con gritar. ¡Es necesario luchar conscientemente, unidas las fuerzas y las aspiraciones!”

Las mujeres ecuatorianas llamamos entonces a fortalecer esta globalización de la solidaridad, a continuar luchando por un mundo más equitativo y solidario por un mundo más humano.

Ma. Rosa Anchundia P.,
Red de Mujeres Transformando la Economía