Coherencia en pro del desarrollo, el combate a la pobreza y las (condicionalidades) limitaciones de las IFIs que obstaculizan el desarrollo
Mesa Redonda a Nivel Ministerial B4
Como integrantes de sociedad civil comprometida con el desarrollo de nuestros países llamamos la atención sobre:
La incoherencia existente en el documento Consenso de Monterrey, entre la exigencia a nuestros países en tanto principales responsables de nuestro desarrollo económico y social y, de otro la interferencia aceptada de las limitaciones impuestas de los organismos multilaterales a través de los Estrategias de Asistencia al País (CAS, por sus siglas en inglés) y los programas de ajuste estructural, PAE, HIPCS, PRSP, que han demostrado, no tener la capacidad generar crecimiento sostenido como se anunció, sino por el contrario, han aumentado y extendido la pobreza en nuestros países.
Estos programas con algunos matices insisten en obligaciones de privatizar empresas estratégicas, servicios públicos, recursos naturales, biológicos y genéticos de las comunidades y pueblos indígenas nativos; reducción de aranceles a importaciones de alimentos, productos agrícolas y productos de consumo directo, generalmente subsidiado en los países mas desarrollados.
Estas limitaciones no facilitan el desarrollo sino que lo obstaculizan. Por ejemplo en nuestros países de América Latina en 15 años de sucesivos programas de ajuste se ha incrementado la pobreza, han disminuido las posibilidades de desarrollo de las capacidades de las personas y poblaciones, han depredado nuestros recursos naturales y se van creando condiciones para el trafico y depredación de la biodiversidad y recursos genéticos.
El acceso a la educación, salud, seguridad y provisión social, agua potable, es cada vez menos un derecho universal y cada vez más una necesidad que se satisface de modo privado familiar con mayor responsabilidad de las mujeres. Los programas de apoyo a las familias en extrema pobreza generalmente están expuestos a clientelismo político de los gobernantes. Además, incrementan el trabajo de las mujeres pobres comprometidas en actividades comunitarias y obligan a las mujeres pobres a solidarizarse con los pobres pero liberan de esta responsabilidad al capital privado y del estado.
Las limitaciones para el pago de la deuda externa de los países altamente endeudados y empobrecidos lejos de aliviar la pobreza obstaculizan su disminución. NO se ha corregido las políticas pese a que se conocen de sus impactos negativos.
Llamamos a nuestros gobiernos a la responsabilidad con nuestro desarrollo. A los organismos multilaterales a quitar estas limitaciones y a la cooperación internacional un mayor y sostenido compromiso con el desarrollo.
* Rosa Guillén,
Grupo Género y Economía – Perú,
Red Latinoamericana Mujeres Transformando la Economía