Boletín de la REMTE - Septiembre 2007
Noticias de esa edición
Cumbre por la Amistad e Integración de los pueblos iberoamericanos
¡Otra América es Posible!
Reunión del Consejo Internacional del FSM
Por democracia y transparencia en las concesiones de radio y TV
Noticias de los países
Debate feminista
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Cumbre por la Amistad e Integración de los pueblos iberoamericanos
En noviembre próximo los movimientos y organizaciones sociales van a organizar la Cumbre por la Amistad e Integración de los pueblos iberoamericanos, en Chile. En el marco de ese evento, la REMTE y la MMM están coordinando la Carpa de las Mujeres, que será instalada en la Universidad Arcis, del 7 al 10 de noviembre. Los talleres propuestos van a dialogar desde la perspectiva feminista con los temas importantes en el momento político de la región, como lo del cambio climático y los agro combustibles, el trabajo asalariado agrícola de las mujeres, la violencia contra las mujeres, y los desafíos acerca del trabajo doméstico para lograr un cambio en la reproducción para cambiar la economía.
Las conferencias en la carpa plantean traer al debate los desafíos con respecto a las relaciones entre las mujeres y la política en ese contexto de cambios, bien como la perspectiva de las mujeres sobre una Integración alternativa y un nuevo modelo económico. Además, también van a reflexionar sobre la proyección de la Marcha Mundial de las Mujeres a escala local y mundial.
Ese conjunto de debates significa el fortalecimiento de la perspectiva feminista y anticapitalista en la región, y especialmente la ampliación de la capacidad de intervención desde el feminismo en los asuntos estratégicos del debate sobre alternativas de integración.
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¡Otra América es Posible!
Está en preparación el III Foro Social Américas. Esa será la primera edición de ese Foro continental realizada en un país de Centroamérica, Guatemala. Las organizaciones locales ya están coordinándose para movilizar para el Foro, que será del 7 al 12 de octubre de 2008 y pretende reunir de 15 a 20 mil participantes de todo el continente.
Algunos procesos son importantes para dar el carácter de ese Foro. Por un lado, los cambios en curso en algunos países de la región, que impulsan el debate de alternativas al neoliberalismo en el continente. Por otro, sigue y se fortalece la resistencia a las políticas neoliberales y al intento de imponer tratados de libre comercio. Son ejemplos de esa resistencia la amplia movilización del pueblo costarricense por el NO en el referendo sobre el TLC, y también la realización de Foros Sociales en EUA, Puerto Rico y también el Foro Social en la frontera de México y EUA.
Los objetivos planteados por la organización del FSA son avanzar en la articulación de luchas, experiencias y visiones críticas entre las regiones de las Américas y entre los sujetos colectivos que se resisten al orden neoliberal y construyen cambios; potenciar los conocimientos y prácticas, ancestrales y nuevos, que sustentan las alternativas; y el pensamiento propio para descifrar tanto las estrategias de dominación como las de cambio; tener un mayor acercamiento solidario con las resistencias en Mesoamérica; ofrecer un amplio espacio para la construcción de agenda compartida y plataformas de emancipación, entre los pueblos del continente y del mundo. La igualdad de género y diversidades serán ejes transversales en el Foro.
El proceso de movilización para el FSA pasa por el día de acción global, el 26 de enero, donde los pueblos estarán en las calles para demostrar la fuerza necesaria para la construcción de otro mundo posible.
Más informaciones en la página web http://www.forosocialamericas.org
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Reunión del Consejo Internacional del FSM
La próxima reunión del Consejo Internacional del FSM va a ocurrir en Belém, Brasil, en fines de octubre. La agenda de la reunión pasa por el seguimiento de la movilización para el día de acción global, el 26 de enero de 2008, por la definición y composición de los grupos de trabajo y comisiones del Consejo para la organización del Foro, entre otros debates.
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Por democracia y transparencia en las concesiones de radio y TV
Los movimientos sociales y organizaciones de la sociedad civil están articulando una campaña por democracia y transparencia en las concesiones de radio y TV. La fecha de lanzamiento fue el 5 de octubre, día en que vencen las concesiones de televisión en todo Brasil. Aunque explotadas en su mayor parte por empresas privadas, las radios y TVs son concesiones públicas, es decir, los equipos pueden ser de las empresas, mas el canal es del pueblo brasileño.
Sin embargo, lo que pasa en Brasil actualmente es que las concesiones de los medios de comunicación no tienen regulación. Emisoras utilizan sus concesiones para promover la criminalización de los movimientos sociales e imponer una agenda política comprometida con los intereses del capital. No hay espacio para la pluralidad de visiones y para la diversidad de culturas. No existe respeto ni siquiera al que está previsto en la Constitución Federal.
Además, no hay participación de la sociedad en el debate sobre la concesión y su renovación, que siguen ocurriendo sin ningún criterio público. Los procesos son poco transparentes y no existe fiscalización por parte del poder público. Todo ello sostiene los monopolios y oligopolios, tornando posible el funcionamiento de emisoras con sus permisiones vencidas hace casi 20 años.
Las reivindicaciones planteadas por esa campana son la convocación de una conferencia nacional de comunicación amplia y democrática para la construcción de políticas públicas y un nuevo marco de regulación para las comunicaciones; el fin de la renovación automática de las concesiones: por criterios transparentes y democráticos para las renovaciones; acciones inmediatas contra las irregularidades en el uso de las concesiones, tales como el abuso de la publicidad, el control de emisoras por diputados nacionales, etc; instalación de una comisión de seguimiento de las renovaciones, con participación efectiva de la sociedad civil organizada.
Más informaciones pueden ser encontradas en la pagina web: http://www.quemmandaevoce.org.br
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Noticias de los países
Brasil – El 28 de septiembre fue un día de lucha por la autonomía de las mujeres en Brasil. La Marcha Mundial de las Mujeres en conjunto con otros sectores del movimiento de mujeres salió a las calles para reivindicar la legalización del aborto, en ocasión al día Latinoamericano y Caribeño por la despenalización del aborto. En muchas ciudades de Brasil el movimiento de mujeres constituyó comités de lucha, pues la situación no es distinta de la de muchos países del continente: los sectores conservadores de la sociedad están articulándose para no permitir la legalización del aborto y para lograr un retroceso en las leyes de los países que permiten el aborto en algunos casos.
El derecho al aborto es necesario para la autodeterminación de las mujeres, que deben poder decidir cuando quieren, y si quieren, ser madres. Además, la lucha de las mujeres no es solo para que el aborto no sea considerado un crimen, sino que para que las mujeres tengan acceso a ese servicio en la salud pública de los países.
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Debate feminista:
8 de marzo: larga jornada de lucha de las mujeres
Nalu Faria
Las pesquisas realizadas por feministas sobre la historia del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, revelaron que su origen estuvo estrechamente vinculado a la historia de las luchas y la militancia de las mujeres socialistas.
En 1908, por primera vez, mujeres estadounidenses tuvieron la iniciativa de proponer un Woman’s Day dedicado a la lucha por el derecho al voto femenino, en un contexto de crecientes huelgas organizadas por obreras. Clara Zetkin, en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, en 1910, propuso establecer un Día Internacional de la Mujer, siguiendo el ejemplo de las socialistas de los Estados Unidos. En los años siguientes, en Europa se multiplicaron las conmemoraciones del Día Internacional de la Mujer, aún sin una fecha fija ni única para todos los países, pero en todos los casos con referencias a la reivindicación del voto femenino como parte de la lucha por la emancipación de las mujeres. En 1917, un 8 de marzo (23 de febrero por el antiguo calendario ortodoxo), las obreras rusas entraron en huelga e iniciaron un amplio proceso de luchas que marcó el inicio de la revolución de febrero, preámbulo de la primera revolución socialista victoriosa en el mundo.
Es así que, en 1921, en la Conferencia Internacional de las Mujeres Comunistas, se acordo celebrar el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, en homenaje a la iniciativa de las mujeres rusas. Pero esta trayectoria solo viene a ser más ampliamente conocida a partir de estudios recientes, que rescataron el destacado papel que desempeñaron las mujeres socialistas en la primera oleada del movimiento femenino, que abarca desde mediados del siglo XIX hasta los años treinta del siglo XX.
En la década de 1960 se inicia la segunda oleada del movimiento feminista en la que participan, fundamentalmente, sectores de clase media y profesionales de Europa y los Estados Unidos. El feminismo de esos años hizo varias contribuciones: la afirmación de la necesidad de organizar un movimiento autónomo de mujeres, la consolidación del reconocimiento de estas mujeres como sujetos políticos, y todo un andamiaje teórico que cuestionaba varios de los paradigmas dominantes. Fue un momento en el que convivieron varias posiciones y en el cual el sector socialista hizo el esfuerzo de articular las dimensiones de la opresión de las mujeres con la explotación de clase y, por lo tanto, planteó el tema de la relación entre feminismo y socialismo.
Esa fase del movimiento feminista tuvo el gran mérito de ayudar a comprender la opresión específica, y por tanto abrió el debate de la contradicción en las relaciones sociales entre hombres y mujeres, lo que tuvo como resultado una fuerte politización de lo privado. No obstante, fruto de las contradicciones y límites de la izquierda socialista, y también de las corrientes radicales y autonomistas del feminismo, es importante resaltar que, a partir de un determinado momento, prevaleció una visión de derechos individuales, dentro de una perspectiva de incorporar a las mujeres al sistema imperante con poco cuestionamiento de la problemática global.
La segunda oleada del movimiento feminista llegó a América Latina en los años setenta y hay muchos estudios que tratan de la complejidad de ese proceso, tomando en cuenta las especificidades de la situación política y cultural en nuestra región.
Un aspecto común en varios países es que la articulación del movimiento feminista se dió en un contexto de regímenes políticos dictatoriales y, por eso, fue parte del proceso de la lucha por la democratización. Con ese sentido se establecieron las relaciones con otros movimientos sociales y ese es uno de los factores determinantes en el crecimiento del debate y de la organización de las mujeres en los sectores populares. Ello provocó que en todo el continente se desarrollase una visión que considera la existencia de dos movimientos: el \"feminista\" y el \"movimiento amplio de mujeres\", y una elitización que pretendió que «feministas» eran solo las intelectualizadas.
Durante muchos años aparecieron tensiones en el debate debido a visiones diferentes sobre cuál debía ser la prioridad. La polémica era acerca de cómo tratar las cuestiones específicas de las mujeres y los problemas generales de la sociedad, de modo que se puede afirmar que convivieron y se enfrentaron tres posiciones.
Una postulaba que, en un contexto de dictadura, lo más importante era la lucha por la redemocratización, y consideraba importante incorporar a las mujeres a este proceso. De esa forma, relegaba a un plano secundario la discusión de las llamadas reivindicaciones específicas de las mujeres y el enfrentamiento de las contradicciones en las relaciones entre hombres y mujeres. Esa visión estuvo más presente al inicio de la lucha antidictatorial y en los países con fuerte influencia de los partidos comunistas.
Una segunda posición veía las llamadas cuestiones específicas como lucha cultural y las cuestiones generales como la lucha política. Dentro del aspecto cultural estaban incluidos todos los problemas de la vida cotidiana, de la sexualidad, de sexismos en el conjunto de las relaciones entre hombres y mujeres.
La tercera posición (tal vez minoritaria) defendía que no había contradicción entre lo específico y lo general, que era necesario trabajar ambas dimensiones e