La Iniciativa Paraguaya de Integración de los Pueblos invita al \"Encuentro sobre Soberanìa o Dependencia?\"

Introducción

El afianzamiento del capital internacional, a través de la acumulación, en base a la explotación irracional de la producción agrícola, esta produciendo un cambio radical en el campo, con la pérdida casi total de los bosques, la contaminación de los cauces hídricos, la expulsión de las comunidades indígenas y campesinas, el aumento de poblaciones urbanas, conllevan a una transformación de las poblaciones y su formas de vida.

La expansión del cultivo de exportación, sólo beneficia a las grandes corporaciones transnacionales, que unidas a las nacionales, implementan los planes del capital internacional agroalimentaria, incorporando en los cultivos agrícolas los “paquetes tecnológicos” que profundiza la pobreza en el campo al no ofrecer posibilidades de empleos a los trabajadores rurales. De la misma manera, los campos para el cultivo de alimentos van desapareciendo de a poco, según se calcula, alrededor de cientos veinte y cinco mil hectáreas por año fueron incorporados para el cultivo de soja, que pertenecen, principalmente a pequeños productores. Si se considera que las familias campesinas, en promedio, poseen diez hectáreas de terreno, entonces, se estaría expulsando a alrededor de doce mil quinientas familias que se agrupan en los alrededores de los centros urbanos o emigran al exterior.

La pérdida de tierra de los campesinos y la falta de una legislación firme referente a la concesión de tierras en las fronteras, permiten el avance -de alrededor de treinta y mil brasileños- que amparados en las autoridades nacionales, implementan un modelo de relación de sometimiento aparecida al de su país de origen, por lo que en los asentamientos, se habla portugués, el dinero que corre, es el real. De esta manera, se socava una parte de la soberanía sobre el territorio paraguayo que queda en manos extranjeras con el contubernio de las autoridades.

Con la incorporación de semillas transgénicas en los cultivos de soja, y con la posible contaminación de otras semillas criollas, más con el uso de agrotóxicos, están destruyendo parte de la biodiversidad existente en las comunidades indígenas y campesinas. Desde hace miles de años, los campesinos e indígenas, pasando de manos en manos, han obtenidos semillas que con el tiempo adquirió, resistencia, variedad genética, rendimiento y adaptación a cada ecosistema, produciendo alimentos para las comunidades. Desde el momento en que empresas transnacionales, como Monsanto, Syngenta, Dupont, iniciaron la producción de semillas transgénicas, y con la estrategia de eliminar la producción de semillas locales más con la complicidad de los gobiernos locales, fueron eliminando las bases de producción de alimentos y con ellos socavando la soberanía alimentaria. La incapacidad de producir semillas propias, obliga a los campesinos e indígenas a comprar semillas de las empresas transnacionales, con los cuales, pierden autonomía frente a los grandes procesadoras de alimentos.

El despliegue de fuerzas policiales y militares para resguardar los cultivos de soja, es una expresión de la lógica de sometimiento que los grupos oligárquicos implementan para tener bajo control a las organizaciones campesinas e indígenas, con el amparo de la justicia, que criminaliza cualquier reclamo que realizan las organizaciones sociales.
Dentro de este contexto, se incorpora otro proyecto de mayor envergadura, cual es la producción de materias primas (caña de azúcar, soja, tártago, maíz, coco) para la producción de etanol y aceite que serán utilizadas para la mezcla con la nafta y el diesel. Dos combustibles -de origen fósil- que con el consumo actual, de los países industriales, no tiene forma de sustentabilidad. En este proyecto, de nuevo, las grandes corporaciones petroleras, automovilísticas, y agroindustriales son los beneficiarios, porque ostentan la tecnología de conversión del etanol y el aceite para su mezcla con la nafta y el diesel. Actualmente, con la expansión de la soja, se esta produciendo un sin números de efectos negativos, en el medio ambiente, en las personas, que de seguir con la misma lógica, de incorporar otros rubros para la producción de combustible, se esta atentando por la vida de más de la mitad de la población paraguaya, que se encuentran dentro del nivel de la pobreza, y sin posibilidad de producir alimentos.

El país, hubiese conseguido su propio desarrollo autónomo, en base al uso de la electricidad, que posibilitaría un empuje sustancial para la incorporación en los medios de transportes, usos domésticos, industriales de una energía barata y sin contaminar el medio ambiente. Pero, los acuerdos bilaterales entre los “vecinos” de Argentina y Brasil, impusieron sus intereses mezquinos y subimperialistas, que lograron que los gobiernos –desde Stroessner hasta Nicanor- se dobleguen ante los poderosos grupos financieros de Electrobas y la banca argentina. Más aún se le obliga al país a pagar deudas ilegitimas que no le corresponde, “por ser un país atrasado, pequeño, que no aportó nada” para la construcción de las dos represas, la de Itaipú y Yacyreta.

Objetivos

Denunciar, a nivel nacional e internacional, de los engaños a que son sometidos, las comunidades campesinas, indígenas, urbanas y rurales sobre las “ventajas” de los agrocombustibles.
Incorporar en la agenda nacional la renegociación de los acuerdos bilaterales de las dos represas –Itaipú y Yacyreta- para beneficio del pueblo, con la puesta en marcha de una ley que garantice el uso de los fondos, proveniente de los cobros por la venta de electricidad, para la Reforma Agraria Integral.
Iniciar el debate, sobre una alianza más amplia, de todos los sectores organizados en la elaboración de campañas nacionales de denuncia contra los agronegocios y sus proyectos de apropiación de los recursos naturales, contra la militarización de la sociedad y contra el proceso de integración economicista hegemónico en el MERCOSUR.

Estrategia metodológica

El arranque, comprenderá una socialización del resultado del VI Encuentro Hemisférico de la Alianza Social Continental, entre los integrantes de la Iniciativa Paraguaya, enfatizando en las campañas acordadas durante el encuentro y de la posibilidad de realizar a nivel nacional, eventos, que apunten a dichas campañas. Para la concreción de las acciones, se deberá construir una articulación entre todos los sectores, involucrados de alguna forma u otra, en la denuncia de los ejes temáticos sobre el cual la Iniciativa resolvió trabajar. Ello son: Energía e infraestructura, Agricultura, soberanía alimentaria y Pueblos Indígenas, Militarización e Integración.

Paralelamente, se deberá impulsar la articulación a nivel regional de las organizaciones sociales de los diferentes países que participan de la Alianza Social Continental con el objetivo de afianzar las articulaciones y cimentar una fuerza capaz de impulsar acciones contra el capital internacional.

Es de interés especial, la posibilidad de ir pensando en una estrategia de financiamiento, de las acciones que la Iniciativa pueda concretar, en ese sentido, se tiene avanzado una propuesta de actividades a llevarse a cabo durante el año y el próximo y su gestión con una agencia de cooperación internacional.

La culminación del proceso se establecerá en la movilización a realizarse en el marco del Encuentro de los Presidentes del MERCOSUR, donde se presentará una declaración contra el modelo de integración puesta en marcha.

Programación

1. Repudio contra Lula y Nicanor. Seminario de Biocombustibles Paraguay-Brasil; 21-25 de mayo.
2. Encuentro de la ASC, a nivel regional en Paraguay. Estrategia de construcción a nivel regional de la ASC; 26-27 de mayo.
3. Encuentro sobre Soberanía o Dependencia?. Dentro del marco de encuentro de los presidentes del Mercosur; 28 de mayo.
4. Movilización; Encuentro de los Presidentes del Mercosur; 28 de mayo o 29 de mayo.
5.Reuniones quincenales de la Iniciativa. Elaboración de materiales didácticos, preparación de eventos a nivel departamental y construcción de la alianza.