¡Las ondas radioeléctricas nos pertenecen!

2002-06-17 00:00:00

En las laderas del Himalaya, unas horas al norte del lugar de nacimiento de
Buda, se encuentra la comunidad nepalesa de Madanpokhara. Un camino de tierra
conduce por la colina a la aldea. Hay una escuela, un templo Hindú, un par de
casas de té, talleres y tiendas. Las casas y pequeñas propiedades están
esparcidas por la colina. Más allá del centro de la aldea, un camino angosto
conduce a través de bosques hasta la cima. Un edificio blanco de ladrillos en
la cumbre tiene un alto mástil rojo y blanco, la sede de Radio Madanpokhara.
Dentro se encuentran los estudios de radio, alimentados por un generador. Un
grupo de refugiados tibetanos se sientan en torno a los micrófonos cantando
los sonidos de otro país. Radio Madanpokhara tiene menos de 12 meses, la
cuarta estación de radio comunitaria en Nepal, un país donde apenas el 15 por
ciento de la población tiene electricidad, y la Internet es otro mundo.

Contextos

Si partimos del principio de que el empoderamiento y la liberación son la meta
del desarrollo social, entonces el objetivo principal de cualquier estrategia
mundial progresista debe incluir la apropiación de los medios de información y
comunicación. Sin embargo, esto no es simplemente cuestión de acceso a las
tecnologías. Más bien es cuestión de lograr el ambiente más apropiado de
comunicaciones locales para permitir el uso popular, contextualizado y crítico
de la información.

La radio es un medio particularmente bien ubicado para apoyar este objetivo.
Es una tecnología con bajos costos de producción y de distribución. Siendo un
medio auditivo, no excluye a aquellos que no pueden leer o escribir y es muy
adecuado para transmitir en las lenguas locales y vernaculares de la gente.
La radio se ha convertido en una presencia íntima y ampliamente difundida a lo
largo del mundo y ha penetrado en las áreas más remotas de los países más
pobres. Es el aparato de comunicación electrónica de más amplia difusión en
el mundo, excediendo ampliamente, en cifras, a la televisión, el teléfono y la
computadora.

La radio toma una diversidad de formas ? el modelo comercial busca conquistar
nuevos mercados y obtener ingresos de la entrega de público a los publicistas,
mientras que el modelo de emisión tradicional de servicio público busca
defender la identidad del estado nación. La radio comunitaria es la sociedad
civil de las ondas de transmisión aéreas, defendiendo los derechos humanos y
la justicia social contra las intrusiones del Estado y el capital. Su
presencia es un indicador de una cultura democrática participativa.

La radio comunitaria tiene una rica historia. Entre los primeros ejemplos se
encuentran las radios de las comunidades mineras de estaño bolivianas, que
empezaron su difusión a fines de la década de los 40. En muchos países la
radio comunitaria es hoy una parte establecida y reconocida del panorama de
medios, funcionando bajo condiciones reguladoras específicas, de propiedad y
rendición de cuentas locales, brindando acceso a los medios a ciudadanos y
comunidades, y apoyado a través de una mezcla de financiamiento público y
privado. Es común a lo largo de Europa y Norte América, pero es América
Latina la que cuenta con el movimiento de radio comunitaria más diverso y
difundido.

En África y Asia, la radio comunitaria es un fenómeno más reciente. Las
emisoras estatales eran la norma a lo largo del continente africano, por lo
menos hasta mediados de los 80, y con muy poca distancia real o pretendida del
gobierno de turno. En 1985, existían menos de 10 estaciones radiales
independientes en todo el continente africano, pero en los últimos 15 años se
ha visto una apertura de las ondas de transmisión a cientos de estaciones
radiales privadas y comunitarias.

En la Sudáfrica post-apartheid, el establecimiento de radios comunitarias fue
visto como una herramienta para empoderar a la mayoría, previamente excluida
de las ondas de transmisión. La radio comunitaria sudafricana tiene un status
específico en la legislación y la regulación como tercer nivel, junto con la
radio estatal y comercial, y más de 80 estaciones de radio comunitaria han
obtenido licencias.

En Asia, la radio comunitaria recién empieza a desarrollarse. Radio
Sagarmatha en Nepal, la primera estación de radio comunitaria independiente en
el Sur de Asia, empezó hace sólo cinco años. En el Sudeste Asiático una nueva
generación de radios comunitarias está surgiendo en Tailandia, las Filipinas y
Timor del Este. Australia cuenta con cerca de 30 años de experiencia en radio
comunitaria, pero en otros lugares del Pacífico las ondas de transmisión están
dando voz a la gente por primera vez.

Una comunidad de 100,000 personas puede ser fácilmente atendida por una
estación de radio comunitaria única, emitiendo sea en FM o AM. El costo para
los oyentes asciende al precio de las baterías o electricidad. El centro de
producción radial y el sistema de transmisión requiere de unos pocos miles de
dólares para ser instalados y cubrir los costos de personal y gastos generales
de operación.

Con una conexión única a Internet, la estación de radio puede actuar como un
portal a la riqueza de información y recursos disponibles en la Internet. La
estación de radio actúa no simplemente como un conducto para la información en
la Internet, dado que la mayor parte de ésta está en formato de texto, en
inglés y desde una perspectiva del norte. Más bien agrega valor a la
información al interpretarla para el contexto local, al emitirla en lenguajes
locales y vernaculares, y al brindar una plataforma para la retroalimentación
a través de la discusión local y las redes de corresponsales locales.

Problemáticas

La apropiación de los medios de comunicación por medios de base comunitaria se
está difundiendo rápidamente, pero encuentra restricciones y desafíos a ser
abordados y resueltos. Cuatro parámetros en interacción pueden ser
identificados como impulsos clave del cambio y desarrollo, que en pocas
palabras pueden ser resumidos como: convergencia, liberalización, la economía
del conocimiento y los nuevos movimientos sociales.

- La convergencia entre telecomunicaciones y radio-teledifusión es una
realidad tecnológica impulsada por intereses económicos e interpretada en
cambios legislativos y regulatorios. Se caracteriza por la transición
tecnológica de análogo a digital. A nivel legislativo y regulatorio, la
convergencia va de la mano con un choque cultural entre la regulación de las
telecomunicaciones, que tradicionalmente ha sido en gran medida neutral en
contenido, y los sistemas de difusión que tradicionalmente han defendido
formas particulares de contenido social. A lo largo del mundo, los ambientes
tecnológicos y regulatorios están cambiando rápidamente y las oportunidades se
aprovecharán o se perderán con el establecimiento de un nuevo orden de
comunicaciones.

- La liberalización de la información y las comunicaciones es impulsada más
explícitamente por una agenda económica simple: la apropiación de los flujos

de información y comunicaciones del mundo por un puñado de multinacionales
globales dominado por los EE.UU. Si logran su agenda, ésta conducirá a la
privatización del espectro radioeléctrico y pondrá fin a las concesiones
especiales para la radio-teledifusión de servicio público y los usos sociales
de los medios. En los EE.UU. la valuación del espectro radioeléctrico ya ha
sido reemplazada por el comercio del espectro y Europa está siguiendo los
pasos de cerca. Se está apropiando de las ondas de transmisión, que son parte
del dominio común global, de la misma manera en que en el pasado se dio una
apropiación de la tierra.

- El surgimiento de la economía del conocimiento se caracteriza por el
reemplazo de bienes y servicios tradicionales en los mercados económicos
mundiales por bienes simbólicos y redes de distribución virtuales protegidos
por acuerdos de propiedad intelectual mundiales. La nueva economía conlleva
nuevos patrones de trabajo y empleos, que presentan tanto oportunidades como
amenazas. Las organizaciones de medios comunitarios tienen un rol vital que
desempeñar en permitir a la gente obtener un entendimiento crítico de la nueva
economía y aprender las habilidades sobre medios y comunicaciones, necesarios
para sobrevivir en la era de la información.

- Los nuevos movimientos sociales globales representan una contra tendencia al
surgimiento de capital de información y al poder de las multinacionales de
comunicaciones globales. Doquiera que la reforma política y legislativa esté
en la agenda, en el ámbito nacional o internacional, se encontrarán voces
argumentando que el cambio debe de estar conectado a la insistencia en los
derechos humanos, la democracia, la buena gobernabilidad, el desarrollo
sostenible y políticas para hacer del mundo un mejor lugar para los más
necesitados. Sin este contexto más amplio, y el reconocimiento de que los
medios comunitarios pueden contribuir al empoderamiento, la participación
democrática y la justicia social, el movimiento de medios comunitarios no
sería la fuerza creciente que es hoy día.

Propuestas

Los medios comunitarios en general y la radio comunitaria en particular tienen
demandas que deben ser cumplidas si vamos a construir un mundo en el que otra
comunicación es posible.

- En primer lugar, debemos exigir que los Gobiernos y los organismos
intergubernamentales, incluyendo la Unión Internacional de Telecomunicaciones,
aseguren que la planificación del espectro radial esté basada en el principio
de que el espectro radial es parte del dominio común global que nos pertenece
a todos/as y garanticen el acceso para el uso social y el beneficio público.

- En segundo lugar, debemos exigir que la reforma legislativa tome en cuenta
las características específicas de los medios comunitarios y provean para ello
en el marco de políticas y regulaciones. Los numerosos ejemplos de buena
práctica deben ser reforzados por protocolos internacionales, de tal forma que
las estipulaciones sobre medios comunitarios sean la regla y no la excepción.

- En tercer lugar, debemos buscar mecanismos efectivos para asegurar que los
medios comunitarios tengan una base económica viable y no sean marginados por
los medios comerciales establecidos. Se necesita apoyo y asistencia para que
los medios comunitarios existentes se adapten a las nuevas tecnologías de
producción digital y para que se pongan en marcha nuevos medios comunitarios.

Al hacerlo, debemos de crear conciencia del potencial educativo, transformador
y de desarrollo de los medios comunitarios entre las organizaciones de la
sociedad civil y los nuevos movimientos sociales, y entre los que toman
decisiones sobre políticas, los reguladores y las instituciones
internacionales. El derecho a la comunicación es fundamental para una
sociedad basada en los derechos humanos y la justicia social. Los medios
comunitarios son medios vitales para alcanzar ese derecho.

* Steve Buckley, Vicepresidente de la Asociación Mundial de Radios
Comunitarias (AMARC).

Ponencia presentada en el Seminario: "Comunicación y Ciudadanía", organizado
por ALAI, APC y APRESS durante el II Foro Social Mundial. Texto traducido del
inglés.