Costa Rica: En Santa Rosa, se traza la raya sur al expansionismo de EE.UU.

2007-05-03 00:00:00

• Los momentos relevantes de la Campaña Nacional, así como la actualidad de Juan Rafael Mora, son revisadas en el nuevo libro El lado oculto del Presidente Mora.

\"Mora fue el mejor Presidente de la República de todos los tiempos\" afirma con contundencia el periodista Armando Vargas, quien el 26 de abril presentó su libro El lado oculto del Presidente Mora: resonancias de la Guerra Patria contra el filibusterismo de los Estados Unidos (1850-1860) . Vargas manifiesta una peculiar vocación por el rescate de hechos y personajes de la historia nacional que de manera incomprensible han caído en el olvido. Así lo atestiguó en noviembre pasado la publicación de El Doctor Zambrana: Padre y Maestro de la Democracia Republicana Costarricense (1846-1922).

A propósito de esta nueva obra, el escritor detalló a Universidad la importancia continental del triunfo costarricense sobre el filibusterismo de los Estados Unidos.

―En el prólogo a su libro, escrito por Rodolfo Cerdas, se habla de un \"empobrecimiento\" de esta gesta nacional, ¿a qué atribuye usted tal actitud?

―Para la mayoría de los costarricenses, la faz luminosa del Presidente Mora ha permanecido velada por siglo y medio. Quienes rompen el orden constitucional (1859) y cometen el atroz magnicidio (1860), asesinan también la personalidad del Mártir de Puntarenas al escribir -con manos teñidas de sangre- el guión de la leyenda sucia que lo desfigura en la historia ordinaria, repetida en ánimo parricida desde el desconocimiento.

Las plumas vitriólicas del régimen golpista, pintan como un monstruo al expresidente Mora. Para limpiarse de la culpa de la rebelión, el régimen lo presenta y exhibe como un déspota y como un réprobo, sus faltas como horrendos crímenes y aun los granos de anís como montaña.

―¿Cómo podemos entender, desde el presente, el fusilamiento de Mora?

―El asesinato a sangre fría del ex Presidente Mora y del general José María Cañas es un doble crimen de Estado. Es un hecho de sangre contrario al ser de nuestra nacionalidad. Es la página más negra en la historia patria, que todavía recordamos avergonzados. Su sacrificio obedece a dos causas principales.

Primera, su decisión de ir a la Guerra Patria contra el filibusterismo de los Estados Unidos. Desde junio de 1856 se inicia un complot de la quintacolumna traidora, que culminaría con su muerte. Sus opositores -que publican escritos en el periódico El Nicaraguense de Walker- querían que Costa Rica se acomodara a la absorción de Centroamérica por los Estados Unidos.

Segundo, su decisión de crear el Banco Nacional de Costa Rica (1858), de propiedad mixta y de ámbito centroamericano, lo cual ponía en riesgo la maquinaria de amasar fortuna que operaba un puñado de potentados en ausencia de normas e instituciones financieras.

―¿A qué cree que se debe el escaso interés del gobierno por celebrar las efemérides de la Campaña Nacional?

―Nicaragua celebró la batalla de San Jacinto. Es deshonroso que aquí no se celebrara la batalla de Santa Rosa, el combate de Rivas, ni la toma del río San Juan. ¿Se rememorará, este 1º de mayo, la victoria de Costa Rica sobre el destino manifiesto?

En Santa Rosa, se trazó la raya sur al expansionismo de los Estados Unidos. En Rivas, los esclavistas pierden la primera acción armada de la Guerra Civil norteamericana. En el San Juan, se yugula al filibusterismo insolente. Falta cultura histórica y conciencia de costarriqueñidad en quienes, desde los gobiernos, tienen el deber de cultivar el espíritu nacional: afirmar lo nuestro sin dejar de ser generosamente universales. Es palmario el raquitismo cívico y la liviandad espiritual de una clase política abochornada por la gloria de la Segunda Independencia Nacional.

―¿Cuál es la vigencia de un personaje como Juan Rafael Mora?

―El Presidente Mora tiene mucho qué hacer en Costa Rica todavía. Es el mejor Presidente de la República de todos los tiempos. La personalidad nacional tiene raíces indestructibles en su ejemplo y en sus ideales, los cuales saturan de ideas-fuerza la historia y el porvenir de la nación.

Todos los costarricenses somos hijos de don Juan Rafael Mora, de su espada, de su sabiduría, de su sacrificio. Ante él debemos inclinarnos con entrañable amor y decir con cariñoso respeto, ¡oh, padre! Es padre de la abolición de la pena de muerte. Es padre de nuestra democracia. Es hombre solar que acepta su misión, la ennoblece y la cumple.

―¿Qué significa entender la latinidad como un \"escudo ante el filibusterismo\"?

―La latinidad es una lengua, una tradición, una cultura, un vínculo de orden espiritual, una herencia común, el primer designio de una nación más grande. En el periodo de la Guerra Patria, España y Francia son las dos naciones europeas vinculadas con América, que representan la latinidad. España está entonces muy debilitada. El periodista Adolphe Marie, consejero del Presidente Mora, propone buscar el apoyo de Francia -y de su aliada Inglaterra- para contener al filibusterismo avasallador.

―Si la victoria decisiva de Costa Rica sobre el filibusterismo tuvo lugar el 1° de mayo de 1857, ¿por qué considera que no se reconoce en las celebraciones oficiales?

―Costa Rica es la primera nación en la historia que derrota a una invasión armada procedente de los Estados Unidos. El filibusterismo es un cáncer social, parido en la Guerra contra México, guerra de conquista para la expansión de la esclavitud.

Es, sin dudas, un aniversario incómodo para quienes llevan las cuentas en inglés, aunque hablen español. El adversario no es Walker, el pequeño andrógino, es todo un sistema prepotente que lo impele, respalda y defiende.

El régimen golpista que destituye al Presidente Mora y lo asesina poco después, hace hasta lo imposible por borrar de la memoria colectiva cualquier recuerdo suyo. Durante una década, mandan los sucesores de la traición y del crimen.

La principal razón contemporánea para desdeñar a los grandes hombres de Estado, es que absuelve y agranda a los pequeños.

―¿Cómo incide la Guerra Patria en el bautismo de América Latina?

―En la Grecia clásica, el Presidente Mora sería un titán. Aquí, es un hombre de Estado, con virtudes y con defectos. Una de sus virtudes es una desarrollada conciencia sobre la sustancia, la esencia y la permanencia de la cultura latina. Su hombrada hispanoamericana y europeísta inspira a un poeta quien, conmovido por la victoria de Santa Rosa y el triunfo de Rivas, escribe en Venecia los versos que bautizan a la América Latina. Ese nombre es un lema doctrinario de resistencia al expansionismo de los Estados Unidos. \"Davides han hecho más que Goliates\", que dice Martí.

―Usted explica que la investigación para elaborar este texto le ha tomado casi cuatro décadas, ¿es este el mejor momento para publicarla? ¿Por qué?

―Porque el 1° de mayo de 2007 se cumplen 150 años de la victoria decisiva de Costa Rica sobre el filibusterismo de los Estados Unidos, el hecho más prodigioso de nuestra existencia democrática y republicana. A los 36 años de la emancipación del Imperio Colonial Español, el país conquista a fuego y sangre su Segunda Independencia.

El triunfo de Costa Rica alcanza dimensiones continentales. El imperio del filibusterismo esclavista en el centro de las Américas, habría corrido muy al sur la frontera móvil de la Unión Americana. El efecto dominó o de réplica, a la manera de los fenómenos telúricos, quizá hubiera ampliado ese vasallaje hasta la Patagonia.

El éxito geoestratégico de Costa Rica refulge en el mundo porque asegura la supervivencia de la cultura latina, la lengua española y la religión católica en el Hemisferio de Colón. El adversario vencido es nada menos que el anglosajonismo usamericano y su creencia de ser un pueblo separado, innatamente superior -por su sangre más que por sus instituciones-, preordinado para llevar el buen gobierno y la prosperidad comercial a los continentes americanos y al planeta entero.

Es el Pueblo Costarricense, liderado por su Presidente Constitucional, don Juan Rafael Mora, quien derrota al filibusterismo voraz. Las fuerzas expedicionarias de El Salvador, Guatemala y Honduras coadyuvan en la etapa final de la lucha, al igual que los combatientes nicaragüenses, pero el que yugula y corta el hilo de la vida a la falange filibustera es el Ejército Nacional de Costa Rica.

(Semanario Universidad)

PS - El lado oculto del Presidente Mora está disponible en la Librería Internacional y en la Librería Juricentro