Por qué estamos movilizados en todo Brasil?
La reforma agraria debe ser un programa público, de gobierno, que aplica la constitución para luchar contra la concentración de la propiedad de la tierra. Y a través de la desapropiación y de la indemnización a los terratenientes organiza asentamientos. Distribuye la tierra para las familias de trabajadores y democratiza así el acceso a la tierra, que es un bien de la naturaleza que debe estar a servicio de toda la población y no sólo de una minoría.
Es papel del estado también garantizar a los ciudadanos el acceso democrático, con derechos iguales, de trabajo, vivienda, educación y salud. Estos últimos años, se hizo poco o nada para una reforma agraria verdadera.
Al contrario, los gobiernos han dado prioridad al modelo agrícola del agronegocio, que se basa en la gran propiedad “modernizada” que utiliza mucho veneno, genera pocos empleos y produce para la exportación. Es un modelo que recibe abultadas inversiones en crédito de los bancos públicos y del BNDES y que no paga casi nada en impuestos, gracias a la Ley Kandir.
Una ventaja que ningún trabajador, campesino, comerciante o industrial tiene en el país: mucho dinero, poco impuesto y ningún compromiso social o con el desarrollo. Una ventaja dada solamente a las grandes compañías nacionales y extranjeras.
Y a los pobres de la tierra que deciden organizarse, sólo adopta medidas de compensación social, como la Bolsa-Familia y el asentamiento en proyectos de colonización en la Amazonia, lejanos de todo. O coloca a las familias en los lotes vacíos en viejos asentamientos.
Por lo tanto, en los últimos 12 años, la concentración de la propiedad de la tierra continuó aumentando. ¡Y ahora con un agravante, el capital extranjero, de las grandes transnacionales, también está comprando mucha tierra! Desean implantar grandes áreas de monocultivo de eucalipto, de soja y de caña, para obtener ganancias y tomar cuenta solamente de sus intereses. ¡Nos dejan la depredación del ambiente, el desempleo y la pobreza!
Por estas razones, más de 140 mil familias de brasileños, trabajadores, están organizadas y luchando, pero las obligan a crear a sus niños debajo de lonas negras, en campamentos, a lo largo de las carreteras. Debido a la omisión de los gobiernos. ¿Usted ya imaginó como es posible quedarse solamente esperando, inerte, escuchando promesas de tierra, viviendo en una tienda de lona negra, sin poder producir, durante dos, tres, cinco, ocho años?
Por lo tanto, cansados de esperar, estamos nos movilizando en todo el país.
Estamos protestando para acelerar la reforma agraria.
Y lo estamos haciendo en el período de 17 de abril, porque en esta fecha, en 1996, la policia militar del estado de Pará, bajo el gobierno estatal de Almir Gabriel (PSDB-PA) y del Presidente Fernando Henrique Cardoso, masacraran un campamento en la comarca de Eldorado de Carajás, asesinando a 19 sin tierras y a dos más que murieran algunas semanas después, y dejando 69 mutilados y centenares de heridos. Después de todos estos años, nadie está encarcelado o fue castigado. Todo sigue impune. Como se sabe, aquí en Brasil, en general, el poder judicial funciona solamente para proteger el patrimonio de los ricos. Y los derechos de los pobres siempre quedan para después.
En homenaje a los mártires de Carajás, La Vía Campesina Internacional decretó el día 17 de abril, Día Internacional de Lucha Campesina, en todo el mundo. ¡Y aquí en Brasil, por iniciativa de la entonces senadora Marina da Silva, el Congreso Nacional aprobó y el Presidente Fernando Henrique Cardoso sancionó una ley, que determina que el día 17 de abril es el día nacional de la lucha por la reforma agraria!
¿Qué defendemos y esperamos que el gobierno federal cumpla y que los gobiernos estaduales ayuden?
1. Que se agilice la desapropiación de haciendas improductivas, dando la prioridad a algunas regiones en cada estado, de preferencia cercanas de los centros consumidores, para facilitar el acceso al mercado y al desarrollo de la producción de alimentos.
2. Que se priorice la desapropiación de las haciendas de las compañías extranjeras, que han venido aquí implantar sus monocultivos (de eucalipto, soja y de caña de azúcar) predatorios del ambiente, con el uso intensivo del agrotóxico y expulsando a los trabajadores brasileños del interior.
3. Que el gobierno actualice la ley que mide la productividad de las haciendas, que todavía se basa en datos de 1975. Que movilice su base parlamentaria, que son la mayoría del congreso, a favor del proyecto aprobado ya en el senado, que determina la expropiación de las haciendas que todavía tienen trabajo esclavizado.
4. Que el gobierno haga un verdadero conjunto de esfuerzos de todos los órganos públicos implicados, para asentar en pocos meses todas las 140 mil familias acampadas hace mucho tiempo, que siguen esperando y viviendo debajo de lonas negras.
5. Que se organice un nuevo modelo de asentamiento, combinando un nuevo crédito rural, especial para los asentados, con la producción de alimentos y la instalación de agroindustrias en la forma cooperativa. Así las familias conseguirían mayor renta de su trabajo y se generaría empleo para la juventud que vive en el campo.
6. Que la CONAB (compañía nacional de aprovisionamiento) sea valorada, amplíe sus recursos y garantice a todas las familias campesinas, asentadas o de pequeños agricultores el acceso al programa de compra de todos los alimentos producidos.
7. Que se ponga en ejecución un programa nacional de reforestación en lotes de la reforma agraria y en las comunidades campesinas, de forma subvencionada. Para estimular cada familia a plantar por lo menos dos hectáreas de árboles nativos y fructíferas, en cada área. Y así, contribuiríamos para la preservación de la naturaleza, para la prevención del calentamiento del clima, provocado por el monocultivo depredador del agro-negocio.
8. Desarrollar un programa amplio de educación en el campo, que empiece con una campaña nacional de la erradicación del analfabetismo y que se aumenten los cursos y las plazas en cursos técnicos destinados específicamente para la juventud del campo. Y se amplíen los recursos del PRONERA (programa nacional de educación de la reforma agraria) haciendo posible la demanda de cursos y de acuerdos con las universidades brasileñas para dar acceso a los jóvenes campesinos en régimen de alternancia en los cursos superiores.
9. Que se crié un nuevo formato institucional para hacer posible la asistencia técnica y la extensión rural pública en los asentamientos. Para esto es necesario que si tenga un órgano público responsable por la asistencia técnica y la capacitación de los agricultores.
10. Que el INCRA sea vinculado directamente a la Presidencia de la República y forme con la CONAB y el órgano de asistencia técnica, un nuevo formato institucional para hacer posible y para acelerar la reforma agraria.
Con estas medidas, podríamos esperar que de hecho la reforma agraria comience a salir del de papel…
REFORMA AGRARIA: Por justicia social y soberanía popular!
17 DE ABRIL de 2007