Las organizaciones sociales brasileñas que suscribimos este documento, nos manifestamos en solidaridad con el pueblo de Costa Rica, que lucha actualmente contra la pretensión de su propio gobierno y el de los Estados Unidos, de imponerle un Tratado de Libre Comercio que, entre muchas otras cosas:

a) Desprotege a sus pequeños y medianos productores agropecuarios, creando mayor dependencia alimentaria y promoviendo la apropiación de la vida por parte del capital transnacional.

b) Privatiza las telecomunicaciones, la salud, el agua y otros servicios sociales que el pueblo costarricense ha construido a lo largo de varias décadas.

c) Desprotege a los trabajadores y trabajadoras porque no obliga a los inversionistas a respetar la legislación laboral costarricense, promoviendo con ello empleos precarios, mal pagados e inestables como garantía de competitividad para los inversionistas y corporaciones transnacionales.

d) Otorga a los inversionistas extranjeros un trato preferente y abusivo, convirtiendo en ley todos estos privilegios.

e) Afectará al medio ambiente al poner por encima las consideraciones comerciales sobre la protección de las riquezas naturales.

f) Las personas más afectadas por todo lo anterior son las mujeres, que tienen ya los empleos más mal pagados y en peores condiciones. Reducir el acceso a la seguridad social y a otros bienes sociales reproduce y profundiza las formas de exclusión histórica que viven las mujeres en nuestros países.

En México, 13 años de libre comercio han arruinado al campo, han crecido la miseria y exclusión sociales, se disparó la emigración hacia los Estados Unidos y se entregaron al capital extranjero todas las riquezas mexicanas. Gracias al libre comercio, México importa hoy día el 80% del maíz que se consume en el país, cuando hace apenas una década se producía en su propio territorio, y con ello se destruye su cultura milenaria.

En América Latina, los movimientos sociales se han manifestado activamente contra el libre comercio, lo que permitió derrotar la pretensión de los Estados Unidos de imponer el ALCA. Países como Ecuador, Brasil, Bolivia, Cuba y Venezuela, promueven hoy día una integración latinoamericana conocida como Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA). En Brasil, tres décadas de neoliberalismo han acentuado la miseria y exclusión históricas que sufre nuestro pueblo.

Por todo eso, el pueblo costarricense lucha y esa lucha también es nuestra. Desde el corazón de nuestras aspiraciones de justicia y dignidad, les enviamos un abrazo y confiamos en que la combatividad del pueblo puede derrotar a los que pretenden convertirnos en simples piezas en el ajedrez del gran capital.

¡Que este 26 de febrero marque el inicio de la derrota del TLC en Costa Rica!

¡Viva Costa Rica en resistencia!

São Paulo, Brasil, 25 de febrero de 2007.

Suscribimos,

Luciane Udovic, Grito de los Excluidos Continental

Ari Alberti, Grito de los Excluidos Brasil

Luiz Bassegio, Servicio Pastoral Social de los Migrantes

María Luisa Mendonça, Red Social de Justicia y Derechos Humanos

Joao Paulo Rodrigues, Movimiento de Trabajadores Rurales sin Tierra

Rosa Guillen, Marcha Mundial de las Mujeres

Nalu Faria, Red Latinoamericana de Mujeres Transformando la Economía

Bernard Lestienne, Jubileo Sur