Costa Rica: La hora de la conciencia
En reiteradas ocasiones he manifestado públicamente que la fracción del Partido Unión Nacional, que represento en esta Asamblea, ejerce –y así lo hará también en los años venideros-una oposición responsable.
Ello significa que antes de apoyar o rechazar iniciativas del Gobierno o de otros partidos políticos, no sólo nos documentamos adecuadamente, sino que además, escuchamos la voz de nuestra conciencia y el clamor de quienes, desde las comunidades y pueblos de nuestro país, se acercan, en ocasiones tímidamente, a presentarnos con humildad y respeto sus necesidades.
Quizás esta manera de actuar confunda a algunos que piensan que mi fracción podría plegarse a voluntades ajenas y acuerpar iniciativas que no son adecuadas para el pueblo costarricense. Hoy les digo que eso no es así y que como lo he señalado, busco y buscaré siempre, a la hora de proponer o de apoyar proyectos de ley y gestiones diversas, el beneficio de las mayorías, y en especial de las más vulnerables.
Mucho se ha hablado del TLC y en esta fecha, el tema se ha convertido ya en motivo de medidas especiales de seguridad, de temores, discusiones y enfrentamientos. Esta misma situación debería abrir los ojos y el corazón de quienes estamos llamados a legislar a favor de los y las costarricenses, pues solo en ocasiones muy señaladas, nuestro pueblo ha sido insistente en sus protestas, argumentos y acciones beligerantes. No podemos pues, como se ha hecho durante tantos meses, poner oídos sordos ante el clamor popular.
Pero hay más: también durante meses he planteado en este plenario la necesidad de trabajar, todos y cada uno de las y los diputados aquí presentes, en la implementación de una verdadera agenda de desarrollo que cubra los vacíos de la propuesta oficial, impulsada por COMEX. Por ello he puesto a despacho varios proyectos de Ley que considero indispensables; entre ellos, la reforma al artículo 21 de la Constitución Política para garantizar el acceso a la salud y a los medicamentos, la reforma a la Ley General de Salud y la Ley de Transparencia, entre otras iniciativas urgentes. Ninguna de estas propuestas ha sido convocada por el Ejecutivo ni ocupan lugar prioritario dentro del quehacer legislativo.
El derecho fundamental a la salud, no está incorporado a nuestra Constitución Política y deviene de la Declaración Universal de Derechos Humanos, la cual siendo un tratado, tendría la misma fuerza jurídica que el TLC.
Cuando visité recientemente Chile, pude constatar que pese a convertirse en una economía pujante, persisten aún en esa nación problemas muy serios de distribución de riqueza y en particular, de atención a la salud. Su régimen de seguro social no cubre ni representa ni siquiera la tercera parte de lo que hace y significa la Caja Costarricense de Seguro Social para los y las costarricenses y los miles de extranjeros que también encuentran en este sistema socorro solidario. Es mucho entonces, lo que perderemos los ticos, si no protegemos adecuadamente estos logros.
La pobreza en Costa Rica causa estragos en miles de hogares. La brecha entre pobres y ricos ha crecido enormemente. Existen en el país poblaciones olvidadas donde la miseria es inimaginable, como si correspondiera a otra realidad y no a la nuestra
Y mientras esto ocurre, algunos piensan únicamente en su lucro personal o familiar y en acumular más millones de dólares en sus repletas arcas.
Costa Rica ha sido un bastión de Democracia en América Latina y nunca le ha dicho no al progreso.
Somos un pueblo de mentes brillantes y de costumbres sencillas pero cristalinas. Pero ante un Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana, que a la fecha aún presenta inconsistencias, no podemos perder la conciencia, ni los valores, ni la fortaleza moral y espiritual que nos ha hecho únicos en la región.
Al contrario, debemos plantarnos en la necesidad de apuntalar sectores que puedan verse desprotegidos y en peligro, y si ello no recibe apoyo gubernamental, entonces tendremos que negarnos a plegar nuestros principios ante la incapacidad de negociar, la soberbia o la prepotencia.
Por eso hoy le digo a Costa Rica que a sabiendas de que nuestra nación no puede aislarse del comercio internacional ni de las corrientes económicas que rigen al mundo, este diputado está firme en su postura de defender los pilares que sostienen nuestra sociedad, entre ellos: la seguridad social, el respeto por los derechos humanos, el diálogo pacífico, la solidaridad, y la independencia de criterio.
- José Manuel Echando es diputado del PUN.