Las organizaciones sociales que participan en la Cumbre por la Integración de los Pueblos proponen la despenalización de la hasta hoy ignorada, incomprendida y desvalorizada hoja de coca.

En el Convenio de Viena del año 1961 se penalizó internacionalmente la hoja de coca, desde ese entonces fue nombrada como nociva y adictiva para la salud. El movimiento social de la integración de los pueblos comenzó con el pedido de despenalizar la hoja de coca defendiendo que esta no es dañina para la salud y tampoco es adictiva.

Maria Luisa Mariscal, presidenta de las federaciones de cocaleros del Trópico boliviano, propone la reivindicación de la sagrada hoja de coca defendiendo su uso medicinal y su valor nutricional. La hoja sagrada no es hoy ni ayer sino desde nuestros ancestros patrimonio cultural de la nación. “!La coca es alimento y vida, no es droga!” agregó la representante.

En la reunión se criticó al imperialismo que nos interviene y nos impone, con el pretexto de luchar contra el narcotráfico, la radicación de la hoja de coca. Por otra parte, se propuso industrializarla para producir vino, whisky, masitas, harina, mates y chocolates , también se propuso la globalización de la misma para que todos los pueblos de América Latina puedan gozar de sus beneficios.

Según Oscar Coca es importante avanzar en la despenalización y la defensa de la hoja de coca para defender la vida y la solidaridad. Difundir por todos los medios de comunicación la importancia de la hoja de coca para así globalizar la campaña de despenalización e industrialización de la sagrada hoja de coca, fue la propuesta del representante.