Caloto – Cauca: Demandan poner fin a agresión contra población civil

Comunidades indígenas en resistencia

2006-12-01 00:00:00

Comunicado a la opinión pública nacional e
Internacional.
 
“Ninguna Ley del actual gobierno garantiza una
verdadera reforma agraria integral para el pueblo”
 
Las comunidades agredidas en la hacienda La
Emperatriz, Caloto – Cauca, informan y denuncian:
 
Desde el lunes 27 de los corrientes, las comunidades
indígenas que desde 1991 esperan el cumplimiento de
los acuerdos firmados por el Gobierno Nacional por la
masacre del Nilo, así como los firmados hace un año y
dos meses para el desalojo de la Hacienda La
Emperatriz, en ejercicio de nuestros derechos humanos,
asumimos de manera pacífica la misma hacienda.
 
Ese día y parte del siguiente, la pasamos trabajando
la tierra, adecuándola para sembrar vida para nuestras
comunidades: fríjol, yuca, plátano. En horas de la
tarde del 28, la Fuerza Pública y el Esmad, empezaron
a provocar a la comunidad, atacándola con disparos de
gases, tiros y persecución.
 
Así trascurrió el día. No lograron desanimar a la
comunidad y mucho menos intimidarla. Ante esto
procedieron con otros métodos. Como presagio de lo que
vendría, el miércoles 29 detuvieron a dos trabajadores
que laboraban en un cultivo de pimentón, a la comunera
Diana Pacué –que se encontraba en su casa– y al
comunero Edilberto Guarán, cultivador de cilantro.
 
Ante la voluntad inquebrantable de mujeres y hombres
que han crecido aguardando el día de poder contar con
su Madre Tierra, el miércoles 29, a partir las 3 p.m.,
la Fuerza Pública atacó con toda furia. En medio del
los efectivos del Esmad se desplazaban hombres de
civil, con camisetas blancas, machetes y armas cortas,
quienes las accionaban contra la población civil
ubicada en el predio. A su alrededor otros agentes
accionaban armas de largo alcance. El escenario de su
acción era mortal, sólo la retirada de la comunidad,
poniendo bajo custodia dos agentes, pudo evitar que
allí se presentara una masacre de incalculables
proporciones. En medio de sus desmanes uno de los
agentes perdió la vida. Nuestra seguridad precisa que
deben buscar entre ellos mismos el culpable.
 
Su desespero era inocultable. Se desplegaron por toda
la comunidad. A partir de las 4,30 p.m. incursionaron
en Bodega Alta, donde funciona la Escuela de Derecho
Propio, disparando armas de fuego de largo alcance,
atropellando, violentando niños, ancianos y mujeres
embarazadas; allanando sin ninguna orden las casas de
los comuneros, destrozando todos los objetos que
encontraron en su interior, agrediendo física y
verbalmente a los comuneros Belisario Casamachín y
Misael Pinzón. También tumbaron la casa del comunero
Abelardo Guejia, del resguardo Toez.
 
Después concentraron a las mujeres, niños y ancianos
en la Escuela de Derecho Propio para intimidarlos con
amenazas de muerte sino aparecían los miembros del
Esmad puestos bajo custodia por la comunidad.
 
En horas de la madrugada se decidió entregar a los
agentes del Esmad, mantenidos bajo custodia por la
Guardia Indígena: Héctor Vásquez y Oscar García. El
acto se hizo en presencia de una comisión garante,
conformada por un delegado del Ministerio Público de
Cali, Defensoría del Pueblo, el Personero Municipal de
Caloto y una Misión Médica que verificó su estado de
salud, encontrándolos en condiciones normales.
 
Más barbaridades
 
El jueves 30, a las 7 a.m., cuando se desplazaban de
su casa al trabajo, fueron detenidos por la Policía
Nacional los comuneros Oswaldo Escué, Gonzalo
Poquigüegüe y Libardo Escué, trasladándolos a la
hacienda La Emperatriz, donde recibieron insultos,
luego fueron llevados a la estación de policía de
Caloto, acusándolos de ser los autores materiales de
la muerte del agente que perdió la vida en la
arremetida de la Fuerza Pública y el Esmad. Más tarde
fueron reseñados, fotografiados y filmados. A la 1
p.m. los dejaron en libertad.
 
Para ocultar sus desmanes y negar el derecho de la
comunidad, el General Gómez Heredia, el Coronel Jesús
Alberto Celis y el Secretario de Gobierno del Cauca,
acusan a la comunidad de estar manipulada e infiltrada
por la guerrilla. Esas acusaciones no son de ahora, ha
sido una vieja manipulación para desinformar a la
opinión pública, desde siempre la han utilizado como
estrategia para señalar, desconocer y evadir cualquier
compromiso firmado y acordado con las diferentes
organizaciones sociales y populares del Departamento
del Cauca, como también lo han hecho con otras
organizaciones sociales a nivel nacional.
 
Como si fuera poco, el 30 de los corrientes trasladan
hacia Bogotá, con destino a la Fiscalía Nacional, a
Diana Pacué, Edilberto Guarán y otros tres miembros de
la comunidad que estamos verificando con sus familias.
 
Exigimos
 
Fin de la agresión violenta y atroz contra la
población civil;
 
Devolución al seno de sus familias a los detenidos;
 
Adquisición inmediata de las fincas establecidas en
los acuerdos por la masacre del Nilo (diciembre de
1991), para la reparación integral al pueblo Nasa;
 
Llamamos
 
A todos los organismos de derechos humanos, nacionales
e internacionales, para que nos acompañen y verifiquen
los atropellos y excesos cometidos por la Fuerza
Pública.
 
A los medios de información, responsabilidad y
veracidad en la emisión de las noticias.
 
Convocamos
 
A las comunidades indígenas, campesinas,
afrodescendientes, estudiantes, trabajadores y demás
organizaciones sociales, a la solidaridad, acompañando
este proceso por la Libertad de la Madre Tierra, por
la construcción del nuevo país, con justicia,
soberanía, tierra, trabajo, verdadera democracia y
autonomía de nuestros pueblos.
 
Comunidades indígenas en resistencia por la libertad
de la Madre Tierra.
 
La Emperatriz, Caloto – Cauca, Noviembre 30 de 2006