Democracia Directa Autogestiva

2006-11-20 00:00:00

Un elemento cada vez más urgente e importante en los países que
integran el MOICAM es el tema de la democracia. La que se está viviendo,
es una democracia de simulación; una democracia al servicio de los
privilegiados. En definitiva, una democracia representativa formal, que
debe ser transformada en una democracia real para cambiar las políticas
neoliberales.
(Primera plenaria del III Encuentro Moicam)

La democracia supone una fuente de debate inagotable. Desde todas las
perspectivas posibles y a todos los niveles. La coyuntura política
mundial, nacional, estatal e incluso organizacional la sitúan entre los
principales temas de discusión en la actualidad. No es casual, por tanto,
que ésta haya sido, precisamente, la cuestión con la que arrancaron las
mesas de trabajo en el V Encuentro Campesino Mesoamericano y III
Encuentro del MOICAM.

La democracia directa autogestiva, autogestionada, fue uno de los puntos
que abordaron las y los delegados mesoamericanos. Dos fueron las
experiencias concretas que se plantearon como punto de partida: la que
presentó Ricardo García, del territorio autónomo de la Costa Atlántica de
Nicaragua y la que presentó Alejandro Cruz García, representando a la
mexicana Cooperativa Pascual, pionera en los encuentros del Moicam en
Tapachula, Chiapas.

Experiencia nicaragüense.-

Tras una larga historia de resistencia del pueblo miskito, las regiones
de la Costa Atlántica de Nicaragua cuentan, desde 1987, con su propio
estatuto de autonomía. Lucharon por ella contra la dictadura, y lucharon
por ella contra el sandinismo. Y la ganaron.

Los miskitos apoyaron la insurrección contra Somoza, junto a los
sandinistas, y después tuvieron que luchar contra el gobierno de Sandino,
empeñado en la defensa de la soberanía nacional. En 1990, perdió las
elecciones y los miskitos aprovecharon la oportunidad para empujar sus
propias demandas de una mayor autonomía regional. La lucha armada de los
misquitos contra el Frente Sandinista de Liberación Nacional, FSLN, en la
que murieron miles de campesinos, podía haber llevado a la separación del
estado. Para resolver el conflicto y prevenir la división de Nicaragua,
se establecieron mesas de negociación.

Con su lucha, los miskitos obligaron a los sandinistas a negociar la paz
y lograron el reconocimiento de los derechos de los pueblos de la Costa
Atlántica para ejercer su autonomía, es decir, su derecho a determinar su
desarrollo cultural, político, económico, educativo y religioso, de
acuerdo con sus usos y costumbres.

Experiencia mexicana.-

Abad García, de la comisión de relaciones públicas de la Cooperativa
Pascual explicó la trayectoria de esta empresa refresquera mexicana, que
nace a raíz de una lucha de las y los trabajadores contra la patronal, en
demanda de un aumento salarial justo, que los llevó a una huelga de 4
años. Las y los trabajadores se quedaron con la empresa por rebeldía del
dueño. Algo fortuito, según García, ya que la antigüedad de los bienes
los dejó sin opción de venta.

La empresa cuenta con 1050 cooperativistas y emplea a más de 4500
trabajadores directos y 50000 indirectos: los proveedores campesinos. En
asambleas, deciden lo que se hace y lo que no se hace. Ya son 22 los años
que llevan ejerciendo la autogestión y es por eso que la consideran la
mejor forma de organización para la creación de empleo.

Esta empresa agroindustrial consume fruta (un promedio de 40.000
toneladas anuales de mango, guayaba, fresa, tamarindo, naranja, limón...)
y azúcar de caña (420.000 toneladas anuales) producida por campesinos de
toda la república. La del azúcar, es también una cuestión de lucha frente
a las transnacionales, que apuestan por la fructosa, mucho más barata que
la caña de azúcar, que ha llevado a los productores de la misma a huelgas
en demanda de precios más justos.

En estos momentos, la cooperativa enfrenta una amenaza de desalojo debido
a que, cuando se adjudicaron los terrenos, no se incluyeron en el remate.
Y ahora no los pueden adquirir por pertenecer a la hija del dueño
anterior de la empresa, que se niega a venderlos. La cooperativa recurrió
a todas las autoridades pertinentes con el ánimo de negociar y sin tomar
ninguna posición de ventaja. Sin embargo, resolvieron en su contra.
Agotada la vía legal, la lucha es ahora política.

Tras el intercambio de experiencias, los comentarios en torno a la
democracia directa autogestiva de las y los participantes giraron en
torno a la importancia de las asambleas, la incorporación de cuadros
jóvenes en los movimientos y organizaciones o la necesidad de dar
seguimiento a las luchas que se están dando a nivel nacional y a nivel
mesoamericano. En este último punto, salió a relucir la lucha de la
Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, APPO, como ejemplo de
organización desde abajo. Varias intervenciones pusieron de manifiesto
que la represión actual hacia las luchas sociales no es como antes, como
en el 68. “Ahora van a los cuadros, te levantan en la esquina, te
buscan y te desaparecen... ya no van contra la masa”.

Se reivindicó la participación de las mujeres en la lucha social y
campesina, contra las transnacionales, contra el PPP o contra el TLC.
Varias delegadas evidenciaron que la democracia real no se puede hacer
sin las mujeres, sin la defensa de sus derechos.

El debate en torno a la democracia también llevó a denunciar que en
nombre de la misma se están cometiendo actos contra el pueblo e incluso a
intentos de derrocamiento de gobiernos; y se planteó la necesidad de un
cambio cultural político, basado en experiencias propias, que muchas
veces han quedado relegadas a favor de viejos esquemas (centro-
periferia...).

La puesta en común de propuestas se dejó para el último día del
encuentro.