Entrevista a Aldo González Rojas, miembro de la Unión de
Organizaciones de la Sierra Juárez de Oaxaca, Sociedad Civil
(UNOSJO, S.C.)

Necesitamos que los problemas se resuelvan de raíz, y las
organizaciones sociales hemos trabajado con y desde las
comunidades y los barrios para saber cuál es el Oaxaca que
queremos

¿Cuál es la situación que se vive en este momento en Oaxaca?

En Oaxaca se está viviendo un problema muy fuerte en estos
momentos, porque el pueblo oaxaqueño no quiere, bueno, no
queremos, al gobernador Ulises Ruiz. Ese señor ha realizado una
serie de acciones en contra del pueblo oaxaqueño que nos ha
obligado a movilizarnos, a partir del 14 junio último, para
exigir su salida. Aunque en los medios se dice que la demanda
principal es la salida de Ulises, sabemos que eso no va a
solucionar los problemas de Oaxaca.

Necesitamos que los problemas se resuelvan de raíz, y las
organizaciones sociales hemos trabajado con y desde las
comunidades y los barrios para saber cuál es el Oaxaca que
queremos.

Hace muy poco se realizó el congreso constitutivo de la Asamblea
Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO). En esa nueva constitución
tendrían que expresarse las aspiraciones legítimas del pueblo
oaxaqueño.

En Oaxaca cerca del 70 por ciento de la población es indígena,
pero en la constitución estatal no se refleja el pensamiento
indígena. Tenemos una constitución hecha por los liberales que
tiene como referentes la revolución francesa y la constitución
norteamericana. Estamos copiando cosas del extranjero.
Entonces creemos que eso no es posible. Si la mayoría de los que
vivimos en Oaxaca somos pueblos indígenas, pues eso se tiene que
ver reflejado en la constitución.

¿En qué aspectos Oaxaca está copiando al extranjero?

Me refiero a la actual constitución y a las leyes establecidas. En
términos generales, no solo la constitución de Oaxaca, sino
también la de Chiapas, y la mexicana. Son constituciones influidas
por el pensamiento liberal, y en los últimos años las reformas
aplicadas a las constituciones federales y estatales de nuestros
estados tienden a apuntar al neoliberalismo. Esto significa
privilegiar a las grandes empresas trasnacionales y quitar las
garantías ganadas con la sangre de nuestros muertos en la
revolución mexicana. Entonces hoy vemos que el artículo 27 de la
constitución, el artículo 3ro, el artículo 123, que emanan de la
revolución mexicana, son traicionados, reformados y eso es una
traición al pueblo.

Lo que hacen ahora son nuevas leyes, pero no para que favorezcan
al pueblo, sino para que cambien lo que ganó el pueblo y le
faciliten las cosas a los extranjeros, a los grandes
inversionistas. Eso es lo que no queremos, que nos sigan
imponiendo desde afuera cómo tenemos que ser los que vivimos en
estas tierras. Por eso creemos que esas constituciones tienen que
ser transformadas, y el origen, la raíz de lo que tienen que
mostrar esas constituciones son las formas en que nosotros hemos
vivido desde siempre.

¿Qué planes tienen los luchadores y luchadoras sociales
oaxaqueños para enfrentar esa situación?

La lucha es Oaxaca es una lucha pacífica, una lucha civil.
Nosotros no estamos armados. Lo que hemos hecho hasta ahora son
acciones de resistencia civil. Se ha optado también por algunas
vías legales. Pero desgraciadamente esas vías no están en nuestras
manos. El senado de la república en un primer momento no aprobó la
desaparición de poderes de Oaxaca. Nosotros sabemos que hay
ingobernabilidad en nuestro estado. El señor Ulises Ruiz no
gobierna Oaxaca desde hace muchos meses y eso sería un argumento
para que el senado hubiera decretado la desaparición de poderes.
El poder judicial depende del ejecutivo, y el legislativo está
haciendo las leyes que convienen al ejecutivo. En ese sentido
pudiéramos decir que no hay división de poderes en Oaxaca, por lo
tanto, los tres debían ser disueltos por el senado.

En estos momentos hay una nueva iniciativa en el Senado de la
República para la desaparición de poderes en Oaxaca. Digamos que
de la iniciativa anterior a la actual han sucedido cosas en
nuestro estado que pudieran ser tomados en cuenta a la hora de
decretar la desaparición de poderes. Sin embargo, nosotros hemos
dado una lucha muy intensa en Oaxaca con resistencia pacífica, con
grandes manifestaciones que en determinados momentos ha llegado al
millón de personas. Y la organización de la gente también ha
crecido. La gente se está organizando en las ciudades, en las
colonias populares, en las comunidades a través de las asambleas
comunitarias. Se toman acuerdos para apoyar esta resistencia,
para exigir la salida de Ruiz, pero también para conformar una
organización y coordinación estatal de mayor grado.

Como ya dije, la APPO realizó recientemente su congreso
constitutivo. Hoy ya somos una organización estatal que representa
un salto cualitativo en la lucha del movimiento oaxaqueño. Si
antes había dispersión o una dirección provisional en la APPO, hoy
esa asamblea cuenta con la participación de las ocho regiones del
estado.

¿Cuáles son sus expectativas con respecto a este Encuentro del
MOICAM?

Me gustaría que pudiéramos encontrarnos con compañeros de Chiapas,
pero también con otros países de Mesoamérica para fortalecer los
lazos de amistad y de cooperación con las organizaciones indígenas
de esos lugares. En lo particular nos interesa establecer contacto
con esas organizaciones, porque en conjunto queremos promover la
tercera cumbre los pueblos de Abya Yala, que se realizará en
Guatemala, en marzo del 2007.