Cinco zonas indígenas de Colombia recibe Misión Internacional de Verificación
Con la salida a la comunidad de Beguidó, jurisdicción de Tierra Alta (Córdoba), se dio inicio a la Misión Internacional de Verificación que durante tres días visitará cuatro zonas del territorio colombiano donde miembros de organismos internacionales de Derechos Humanos confrontarán las situaciones que dieron origen a recomendaciones puntuales por parte de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y las del Relator Especial en los años 2004 y 2005.
El grupo de verificación integrado por miembros de diez organizaciones, acompañado por representantes de los medios de comunicación, recibirán de primera mano un informe detallado por parte de los líderes de la comunidad Embera Katio del Alto Sinú, quienes padecen actualmente los impactos generados por el proyecto Urrá I, y la desaparición de sus lideres como Kimy Pernía Domicó.
De manera simultánea, el jueves 21 de septiembre partirán hacia la Sierra Nevada de Santa Marta, Cauca y Arauca tres grupos de verificación que trabajarán con comunidades indígenas de cada zona respectivamente.
Para el caso de la Sierra Nevada, los indígenas arhuacos, kankuamos, wiwas y koguis, expondrán la problemática relacionada con orden público, etnocidios y la construcción de megaproyectos en territorios sagrados.
En el norte del Cauca, miembros de los pueblos Nasa asentados en Toribio y Jambaló acompañarán la misión en un recorrido para constatar la manera en que son involucrados de manera permanente en el conflicto armado. Por un lado, el accionar de las fuerzas militares con la instalación de trincheras en las plazas públicas de los cascos urbanos donde reside la población indígena; y de otra parte, los constantes abusos de los grupos guerrilleros que han tomado a la población nativa como blanco de sus acciones armadas, entre otros.
En el municipio de Saravena (Arauca), el pueblo U’wa denunciará los efectos nocivos que produce la explotación de petróleo en sus territorios, incluyendo la afectación del medio ambiente; la crisis social originada por el confinamiento, desplazamiento, estigmatización y desestructuración de sus organizaciones para explotar el oro negro que yace en sus suelos sagrados, por lo que están dispuestos a morir colectivamente para que no los desangren.
Finalmente, el 27 una comisión llegará hasta donde el gobierno reubicó a los Nukat Makú, confrontaran la afectación que sufren al sacarlos de su resguardo ancestral y con ello el desequilibrio cultural que eso conlleva, por ser un pueblo nómada.
Como es una apuesta política, alertamos a las autoridades, a los medios de comunicación y a la comunidad internacional para que esta misión pueda cumplir con los objetivos de constatar y visibilizar la crisis humanitaria que viven los pueblos indígenas de Colombia.