Los gorilas del ejército guatemalteco atacan de nuevo
Reza un refrán: “Gallina que come huevo, aunque le quemen el pico…” Esta sabiduría popular se puede aplicar muy bien a la institución armada del ejército guatemalteco, quien después de haber asesinado a miles de personas y arrasado innumerables pueblos durante más de 36 años, ahora ha vuelto a ejecutar de nuevo una de sus estrategias malditas de intimidar, violar y golpear sin misericordia a humildes poblaciones rurales.
Hemos recibido informaciones de la alcaldía municipal y de otras organizaciones sociales del Municipio de Playa Grande, Ixcán, El Quiché, de la grave invasión del ejército en contra de la comunidad de retornados Ixtahuacán Chiquito de ese municipio, el día 21 de agosto de este año, sin razones justificadas. Impactados nos dijeron:
“…El día de hoy aproximadamente a las 11:00 de la mañana siete helicópteros y tres aviones militares aterrizaron en el centro de Ixtahuacán Chiquito y desembarcaron miembros del ejército fuertemente armados y con la cara pintada de negro. Seguidamente ocuparon el campo de fútbol y rodearon la escuela, impidiendo la salida de los niños y niñas que se encontraban en clases. Miembros del ejército, de manera violenta, ingresaron a humildes viviendas, encañonaron a las mujeres y se apoderaron de herramientas de trabajo. Acto seguido iniciaron, con estas herramientas, excavaciones en un centro arqueológico ubicado cerca del área de esta comunidad, supuestamente en busca de armas. Hasta las 03:00 de la tarde aviones y helicópteros del ejército sobrevolaron las comunidades del fronterizo 10 de Mayo, Los Ángeles y Cuarto Pueblo, colindantes con el estado de Chiapas, México.”
Si nosotras y nosotros que fuimos víctimas de la guerra nos alarmó esta desastrosa noticia, esas familias afectadas se alertan mucho más; ya que mujeres, niños, niñas y demás población tuvieron que salir “huyendo despavoridos de sus casas buscando refugio en las montañas, al recordar lo que vivieron durante el conflicto armado interno”.
CONIC se solidariza con todas las personas y poblaciones aledañas quienes sufren otra vez esta nueva y vieja persecución asesina del ejército. Asimismo repudiamos ese acto de terror y de muerte, repudiamos también a esa institución armada que “se hace de la vista gorda” cuando los beliceños atacan y secuestran a hermanos y hermanas del Petén.
Rechazamos la intromisión del ejército en actos que le corresponden a la policía nacional civil. Que se vayan a “cuidar” las fronteras del país “rascándose la panza” ya que los poderosos del país no quieren desaparecer ese aparato asesino, quien sigue robando y asaltando el dinero de la población guatemalteca.
DENUNCIAMOS ante la comunidad nacional y de otros países este acto de terror y EXIGIMOS que se haga justicia. Que el Presidente Berger, como comandante general, pague los daños y perjuicios a las poblaciones y familias afectadas por ese despreciable hecho.
COORDINADORA NACIONA INDÍGENA Y CAMPESINA, CONIC.
Miembro de UASP, Wakib’ Kej, CLOC y Vía Campesina Internacional.
Guatemala 23 agosto del 2006.