Guatemala:
La nueva comunidad de Setzimaj logra certeza jurídica de sus tierras
El día wakib’ tzikin, 10 de agosto del 2006, 87 familias Maya Qeqchíes cumplen un año de haber obtenido la Finca Setzimaj (hoy, Comunidad) ubicada en el Municipio de Senahú, Alta Verapaz. Tiene una extensión de 8 caballerías con un costo impuesto de Q3 millones, 135 mil 999 con 90 centavos. La caballería tiene un costo de Q391 mil 999 con 97 centavos. Cada familia tiene una deuda de Q37,333.33, con 3 años de gracia y 5 años de pago.
Posiblemente es tarde pero oportuno, denunciar al finquero Erasmo Sánchez, quien antes de vender la Finca se comprometió a pagar las prestaciones laborales a 23 familias quienes trabajaron para él más de 5 años. Hasta el día de hoy esas familias siguen esperando que el finquero les cancele esa deuda. Esto se entiende que, a las familias afectadas el costo les es todavía más alto.
Con la lucha y resistencia de los comunitarios, se le dejó claro a CONTIERRA y al MAGA de que las familias no estaban de acuerdo con el precio alto de la tierra. Exigieron de inmediato la urgencia de rebajar la deuda inicial. Les recordamos que no consultaron a las familias cuando se negoció el precio. Actuaron como es su costumbre de someter a las comunidades según sus criterios y conveniencias. Así es la política del país. Dejaron con altas deudas, difíciles de pagar.
A un año de tener la tierra, las familias lograron una mínima rebaja de la deuda. Este logro no ha sido gestión ni voluntad del gobierno ni de las instituciones que mediaron para la entrega de la tierra; ha sido el fruto de la lucha y resistencia de la comunidad. Actualmente deben 2 millones 800 mil Quetzales (ya con la rabaja). Su preocupación actual es cómo pagar la deuda, teniendo encima otras preocupaciones como por ejemplo la seguridad alimentaria, la salud, la educación, el vestuario y otras necesidades urgentes. ¿De qué desarrollo integral y sostenible se puede hablar en este caso, si la Comunidad apenas está en sus inicios? Como podrían imaginarse, no hay casas formales, no hay calles como se debe, tampoco hay agua potable, no existe escuela, tampoco existen los otros servicios públicos básicos.
Con grandes esfuerzos y trabajos han sobrevivido las familias durante un año. En este tiempo han logrado un almácigo de 110 mil arbolitos de pino para la reforestación. Con la organización de 84 mujeres lograron un molino de nixtamal. Está en gestión un proyecto de de 75 cabezas de ganado, y para ello se está preparando el pasto. Como superhéroes están mejorando las 800 cuerdas de café.
Su prioridad y desafío es la falta de capital de trabajo para mejorar y ampliar la producción de café, maíz, fríjol, y otras producciones básicas. Falta la introducción del agua potable, construir la escuela, centro de salud, construcción de viviendas, etc.
Ante esas graves necesidades llamamos a las instituciones del estado para que cumplan sus obligaciones de facilitar los recursos urgentes y necesarios, principalmente en lo que se refiere a infraestructura para la vivienda y de los otros servicios que no deben hacer falta.
Pedimos también que se implemente la tecnificación agrícola y orgánica para mejorar la calidad de las producciones. Hace falta instrucción para evitar el uso de los químicos tóxicos que contaminan la vida de las personas, animales y plantas. Estamos sobreviviendo desde nuestra Espiritualidad y cosmovisión Maya, pero urge la atención del Estado como es su debida obligación.
Que las familias y la comunidad, así mismo las otras vecinas sigan fortaleciendo la organización y el poder comunitario. La solidaridad y la armonía deben seguir existiendo para defender las tierras, territorios y los recursos naturales, porque son para el beneficio colectivo.
Hoy 9 de agosto, Día internacional de los pueblos indígenas del mundo, y sabiendo de todo el saqueo y asesinato histórico del que hemos sido víctimas, hasta hoy día, pedimos al Estado guatemalteco que nos condonen la deuda.
COORDINADORA NACIONAL INDÍGENA Y CAMPESINA, CONIC.
Miembro de UASP, Wakb’ Kej, CLOC y Vía Campesina Internacional.
Guatemala 9 de agosto del 2006.