Los tratados de libre comercio con Estados Unidos
Se ha generado
una polémica que amenaza la integración sudamericana
dentro del esquema de la Comunidad Sudamericana de Naciones, suma de
la Comunidad Andina y el MERCOSUR. La razón de la misma
es la inminente firma del TLC con los Estados Unidos de Colombia y el
Perú. Debe de recordarse que México (1992),
Centro América y República Dominicana (2004), y Chile
(2004) ya lo han firmado. La interrogante es cómo le ha
ido a México en la década y qué buscan los
Estados firmantes en estos acuerdos. Sin duda un tratado de
libre comercio es en teoría un acuerdo donde se establecen las
reglas para el intercambio de bienes, en principio, con arancel
cero. A esto se le agregaron los servicios en la era de la
globalización. Lo primero que se ha pactado es convertir
la política económica vigente en tratado
internacional. Esto es interesante n un momento en que tanto el
FMI como el BM están en cuestión por la falta de
resultados de crecimiento de las políticas en cuestión
y los efectos regresivos que han tenido sobre la distribución
del ingreso.
Sin
embargo los Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos se pactan
ahora dentro del marco de la Ronda de Doha de la OMC y dentro del
espíritu del ALCA. En todos los casos van más
allá de la Ronda de Doha que se recordará que se
empantanó por la negativa de los países del Grupo de
los 20 en admitir una negociación donde no haya reciprocidad
en el tema agrícola: exigen la eliminación de todos los
subsidios y restricciones al comercio agrícola pero el G7
mantiene los subsidios y las restricciones al comercio de su sector
agrícola que suma 1,000 millones de dólares diarios y
que se establece como competencia desleal a los campesinos del tercer
mundo. Los TLC latinoamericanos esto lo ha aceptado y pronto el
azúcar, arroz, etc, subsidiados por Estados Unidos entrarán
a competir con los productores de caña, arroz, etc. sin
subsidios de Centro América, República Dominicana,
Colombia y el Perú – sí estos dos fueran
ratificados–. De esta forma los adherentes a los TLC
violentan el espíritu del Grupo de los 20 que incluye a
México, Brasil, China, La India, entre los más
grandes. Adicionalmente se ha retirado el certificado
fitosanitario del comercio agrícola de modo que el exportador
estadounidense puede colocar productos en algunos países del
exterior que no puede colocar en sus mercados o en los
internacionales abiertos, con todas sus consecuencias. A la
inversa sigue en vigencia el control fitosanitario de los Estados
Unidos. Finalmente el comercio de transgénicos es un
parte esencial de esto, sea en semillas o en productos de consumo
final.
Lo
que ha logrado la negociación dividida país por país,
siguiendo el espíritu bilateralista del Gobierno de Bush, es
que se sienten a la mesa dos economías de diferente tamaño,
y negocien como si fueran iguales, con el mismo poder de
negociación. Lo primero que han logrado las partes,
vencidas las resistencias, es aceptar un tribunal de arbitraje
bilateral estadounidense para los casos de conflicto sobre inversión
y deuda externa. Esto es una reversión a la doctrina
multilateral de todos los países adherentes de Naciones Unidas
y antes de la Liga de las Naciones, que han utilizado mecanismos
multilaterales de resolución de conflictos de deuda como son
el Club de Paris, el Club de Londres, etc. El regreso al
bilateralismo de los Estados Unidos recuerda los años de
Harding, Coolidge y Hoover en los años 20 que tanto daño
le hiciera al sistema internacional. Esta exigencia para los
TLC está más allá de lo que plantea la Ronda de
Doha de la OMC.
Se
ha pactado la privatización de los servicios de salud y
educación que dejará a los sectores más pobres
en las manos del Estado y a los menos pobres lo manda al mercado, con
los efectos de esto sobre calidad de los servicios y llegada al gran
público. Excepto que las constituciones de gran parte de
los Estados Latinoamericanos están inspiradas en la
Constitución francesa y consideran que es un deber del Estado
brindar los servicios de salud y educación gratuitos a la
población en general, sin discriminación. Así
mismo, se ha eliminado la protección a la pequeña
empresa en las compras del Estado, de forma que empresas de los
Estados Unidos podrán entrar en licitaciones en competencia
con pequeñas empresas de los países.
Adicionalmente, se ha permitido la extensión de las cláusulas
de propiedad intelectual sobre marcas y patentes de segundo uso, que
no está planteado en Doha. Esto tiene un impacto directo
sobre los llamados genéricos producidos luego del vencimiento
de las marcas. La diferencia de precio al paciente es al menos
de 10 a 1. Para cáncer, VIH/SIDA y enfermedades
cardiovasculares este tiene un efecto definitivo sobre la expectativa
de vida del paciente pobre y de clase media.
Entre
los servicios que no habían sido afectados antes con las
aperturas económicas están los servicios culturales.
Lejos de aceptar la excepción francesa como regla, para
permitir la producción auspiciada por el Estado de productos
culturales como, cine TV, música, literatura, artes visuales,
libros, se abrió este a la competencia internacional.
México conservó el papel del estado en este ramo, pero
no es el caso del resto de los países.
PBI
per cápita en USD 95
1980
1985
1990
1995
2000
2001
2002
Argentina
7,785
6,347
5,818
7,562
8,174
7,745
6,842
Bolivia
1,014
835
836
898
941
935
940
Brazil
4,257
4,041
4,079
4,415
4,626
4,629
4,642
Colombia
1,868
1,875
2,160
2,399
2,289
2,281
2,282
Costa
Rica
3,097
2,716
2,945
3,416
3,911
3,889
3,938
Chile
2,665
2,577
3,283
4,589
5,305
5,385
5,433
Ecuador
1,816
1,701
1,725
1,772
1,705
1,765
1,796
Guatemala
1,598
1,330
1,358
1,469
1,563
1,558
1,552
Honduras
734
682
684
703
712
712
712
Mexico
3,282
3,235
3,187
3,140
3,803
3,737
3,717
Peru
2,569
2,320
1,905
2,250
2,334
2,304
2,380
Lo
interesante es la lección aprendida en México, que este
1ro de mayo vio una marcha en los Estados Unidos para la integración
de 4 millones de emigrantes ilegales, de un total de 10 millones de
emigrantes desde 1994. La primera lección es que la
balanza comercial sigue siendo negativa a pesar de haberse
multiplicado por 8 las exportaciones desde 1980 en dólares
constantes. El esquema de maquila planteado en la zona de
frontera abarató la fuerza de trabajo, precarizó el
empleo, los salarios casi no han tenido variación, se articuló
la producción de la zona a las exportaciones de Estados Unidos
y el impacto sobre el PBI mexicano es muy bajo. México
perdió la industria que tuvo y la nueva es toda maquiladora
sin eslabonamientos dentro del país y con inversiones libres
de impuestos a la renta y al valor agregado– en régimen
de zona franca–. México tiene el año 2004,
según el BM, 13% de ingreso per capita más que en 1980
y su PBI tiene exactamente la misma conducta desde 1994, que el PBI
de los Estados Unidos. Se integró la economía y
se desplazó a parte de la fuerza de trabajo. La
consecuencia es que ahora hay un problema de emigración
sustantivo, desde el campo, pero también desde las ciudades de
México hacia los Estados Unidos. Los TLC no son acuerdos
de integración que incorporan las variables sociales y
políticas como la Unión Europea, sino únicamente
las comerciales. No incluyen libertad de movimiento de personas
sino que restringen la misma a capitales y bienes y servicios.
1980=
100 USD 95 Exports of goods and services (constant 1995 US$)
1980