Para ponernos en contexto, recordemos que el día 11 de mayo reciente, el individuo Horacio Cardona, fue quien manipuló la justicia, la policías y soldados para desalojar a las 31 familias de la Comunidad Nuevo San Miguelito del Municipio de Barillas, Huehuetenango.

Pues bien, ahora resulta que el día 2 de junio hacia las 7:00 de la noche se da otro caso violento. En esta fecha, el individuo Marcelino Waldemar López Mazariegos estando en la Comunidad Nuevo Sija, repartió a diestra y siniestra una serie de insultos, agresiones verbales y gestos insolentes en contra de las familias desalojadas. No contento con ello se dirige a la municipalidad y hace lo mismo en contra de la humanidad del señor Alcalde Municipal Rigoberto Pérez Morales, así mismo en contra de la persona del señor Regidor municipal Mauricio Pérez.

El individuo López Mazariegos, ladino perverso y racista, manifestó expresa y claramente su “apoyo incondicional” al violador de los derechos humanos Horacio Cardona, supuesto dueño de las tierras y responsable del desalojo de las 31 familias.

Con lujosa prepotencia la emprendió contra el Alcalde Municipal, disparándole con una escopeta calibre 12 americana. Afortunadamente no hubo personas heridas porque de inmediato se tomaron las precauciones del caso. Como era de esperarse, el agresor quiso alejarse de la escena. Las autoridades del lugar lograron capturarlo cuando iba huyendo en un vehículo Toyota Land Cruiser de modelo reciente con placas P-973 BDV.

Se condujo al violento agresor a la cárcel de Nuevo Sija. Sin embargo, tiempo después un grupo de desconocidos violentaron las instalaciones de la cárcel dejando en “libertad” al violento agresor. Hoy por hoy el violador y asesino Marcelino Waldemar López Mazariegos es un prófugo de la ley y de la justicia.

Hacemos público este otro hecho violento en contra de las familias desalojadas y de las buenas personas quienes en este momento respaldan y apoyan desinteresadamente el caso. Exigimos a las autoridades locales que apliquen la justicia debidamente, porque anda suelto el salvaje asesino, y eso constituye un latente peligro para la vida del Señor Alcalde, del Regidor arriba nombrados y las familias desalojadas.

En este marco de irrespeto y poco valor a la vida del pueblo maya, se conmemoran los 10 años de la ratificación del CONVENIO 169 SOBRE PUEBLOS INDÍGENAS Y TRIBALES. Urge volver a ratificar dicho convenio, sobre todo establecer mecanismos de aplicación, para que los tres poderes del estado lo utilicen como instrumento diario. “Los gobiernos deberán asumir la responsabilidad de desarrollar, con la participación de los pueblos interesados, una acción coordinada y sistemática con miras a proteger los derechos de esos pueblos y a garantizar el respeto de su integridad”. (Artículo 2).

El caso de Nuevo San Miguelito de la nacionalidad Maya Q’anjob’al es un ejemplo típico. Es víctima de un desalojo injusto. La persecución e intimidación siguen en su contra por familias ladinas. ¿Cuándo se aplica la justicia a dicha comunidad? Instrumentos legales existen, sin embargo el estado guatemalteco sigue siendo racista y excluyente.

COORDINADORA NACIONAL INDÍGENA Y CAMPESINA, CONIC.

Miembro de UASP, Waq’ib’ Kiej, CLOC y Vía Campesina Internacional

Guatemala 7 de junio del 2006.