Resolución adoptada por los sindicatos metalúrgicos afiliados a la FITIM en Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay
Nueva liberalización comercial provocara desempleo
Reunidos en la ciudad de Asunción en los días 21 y 22 de abril 2006, los sindicatos metalúrgicos afiliados a la FITIM en Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay analizamos las posibles repercusiones que puedan tener los resultados de las negociaciones en productos no agrícolas (NAMA) en el ámbito de la Ronda de Doha de la OMC.
Nuestra mayor preocupación al respecto es sobre los efectos que una nueva liberalización comercial pueda tener sobre las perspectivas de desarrollo sustentable y sobre las condiciones de vida y de empleo de los trabajadores y las trabajadoras de los países de nuestra región.
Analizando esas cuestiones concluimos que:
1. La reducción arancelaria propuesta por los países desarrollados (la llamada formula suiza) puede generar la pérdida de millones de puestos de trabajo en la industria, que tendría reflejo0 en otros segmentos considerando los empleos indirectos que la actividad manufacturera genera.
Otra consecuencia sería que muchos de eses trabajadores y trabajadoras, que actualmente son integrados en el mercado formal del trabajo, pasen a convivir con desempleo, precarización y trabajo ilegal.
Pero los impactos negativos no atingirían solamente los países en desarrollo o más pobres. También en los países más industrializados habría riesgos de perdida de puestos de trabajo y aumento de la precarización laboral.
2. Las reducciones arancelarias que se están discutiendo en la OMC tendrían un impacto muy pesado en sectores intensivos en mano de obra de los países en desarrollo y podrían comprometer las posibilidades de futuros proyectos industriales.
3. Los países en desarrollo ya han abierto su mercado industrial en la Ronda de Uruguay, mientras que los países desarrollados siguen manteniendo sus políticas proteccionistas en la agricultura. Ahora con la promesa de bajar esa protección piden una nueva reducción arancelaria para industria y servicios.
La propuesta de los países desarrollados para NAMA no solamente es injusta porque significaría para nuestros países mayor precarización del trabajo industrial, mayor desempleo y consolidación de una estructura productiva de bajo valor agregado. Perjudicaría políticas comerciales e industriales y de promoción del desarrollo, sin la garantía de más acceso al mercado agrícola de los países centrales.
Frente a esas conclusiones consideramos fundamental la lucha común de los sindicados metalúrgicos por un empleo de calidad, como clave de unidad y solidariedad entre los trabajadores y las trabajadoras de todos los países, tanto en el Norte como en el Sur.
En torno a ese objetivo unificador hay que ampliar y consolidar una fuerte alianza entre los sindicatos y organizaciones democráticas de la sociedad civil.
Asunción, Paraguay, 22 abril 2006