Adiós CAN, bienvenida la integración del sur
El gobierno revolucionario venezolano, ha venido denunciando insistentemente, sobre el área de libre comercio en nuestra región y desde los tiempos de la cumbre de Québec, una y otra vez el Presidente Chávez a reiterado el rechazo al ALCA y más recientemente a los TLC’s.
Ya en Mar del Plata quedó, perfectamente demostrado que ante la derrota del ALCA la administración estadounidense, apoyándose en las debilidades de algunos gobiernos ha estado firmando tratados que poco a poco, impusieran nuevamente el esquema ALCA en nuestras economías. Las “alquitas” como las bautizó nuestro Presidente en su oportunidad.
Centroamérica, primero, luego Perú, Ecuador y Colombia, son los que de espaldas a sus pueblos, contra toda lógica nacional, arteramente ratificaron la firma de estos sistemas castrantes de nuestras economías nacionales. Y salvo Perú, que espera por nuevo gobierno, Costa Rica que resistió valientemente hasta la triste victoria de Oscar Arias y Ecuador que tuvo que posponer la firma del infame tratado por el decidido alzamiento popular que casi desemboca en una insurrección que daría al traste con el tercer gobierno en tan poco tiempo.
Al denunciar en Paraguay la retirada de Venezuela de la Comunidad Andina, solo se está ratificando una decisión que apunta a proteger nuestra economía y el proyecto de integración regional que ya está en marcha.
¿Qué significa la firma del TLC andino para la región?
Pablo Solón destacado representante del Movimiento Boliviano contra el ALCA, explicó que Bolivia es la principal nación que resultará afectada con la firma del tratado bilateral entre Colombia y la nación estadounidense, porque ahora el país que dirige Evo Morales, no sólo deberá competir con EE.UU., sino que los exportadores de soya estadounidenses no pagarán arancel alguno para introducir sus productos al mercado colombiano.
Para Bolivia se convierte en una puñalada a traición, toda vez que este país, con una economía muy precaria, dejaría de vender su soya a Colombia, pues una vez ratificado el TLC entre Estados Unidos y Colombia los productos estadounidenses entrarían por la libre y a manos llenas en el mercado colombiano, con productos transgénicos, subsidiados y sin aranceles. Perdería Bolivia en esta desleal competencia alrededor del 40% de sus exportaciones de soya a este país.
Para Venezuela sería, el ser afectado directo de esta política toda vez que Colombia se convertiría en el puente entre los productos estadounidenses y nuestro país, afectando decididamente los planes de desarrollo endógeno en el que se ha empeñado el gobierno bolivariano.
Ya existen antecedentes de este tipo de trampas, cuando Colombia exportó a nuestro país grandes toneladas de leche en polvo, que no era producida por colombianos sino que eran excedentes de las importaciones realizadas a Europa, siendo esta una leche de mala calidad en comparación a la producida en la región y siendo un instrumento para la quiebra de pequeños y medianos productores agropecuarios tanto colombianos como venezolanos que tenían que vérselas con las grandes transnacionales de este ramo.
¿Por qué ALBA o TCP si y ALCA o TLC no?
Porque como está demostrado estos tratados se basan en el comercio desigual, en las ventajas “competitivas” de las grandes transnacionales contra los productores pequeños y medianos de nuestras naciones.
Venezuela, levantó la propuesta Alternativa Bolivariana para América, como mecanismo de integración que basándose en el sujeto histórico de nuestra revolución, apunta a la complementación de las economías y no en la absorción de unas por otras.
Bolivia propone el Tratado de Comercio de los Pueblos que significa que ese pequeño productor, ese microempresario, esas cooperativas, esas asociaciones, esas empresas comunitarias, los pobres que producen sus productos, tengan mercado, cosa que se frustraría con un TLC clásico.
El TCP junto a la propuesta ALBA cuestionan el libre comercio y la integración neoliberal
Como bien dijera el Presidente Evo Morales, "Bolivia quiere socios, no patrones".
¿A que apostamos?
Al anunciar nuestro retiro de la CAN estamos reiterando la disposición de Venezuela a reforzar la integración del sur. De fortalecer nuestras economías de manera armónica.
Apostamos a levantar aquella Nación de Repúblicas que soñó Bolívar en el malogrado Congreso Anfictiónico de Panamá, pues, como expresó nuestro Presidente, definitivamente América Latina somos una sola gran nación compuesta por muchas repúblicas y la misión de esta generación es refundarla.
Desde los trabajadores y los movimientos sociales apostamos a la consolidación de nuestra unidad, pues en la medida en que profundicemos la integración, en esa misma medida alejaremos el fantasma del TLC en nuestros países.
Apostamos a una integración revolucionaria, popular social o como defendimos en la III Cumbre de los Pueblos en Mar de Plata, luchamos por una integración complementada no por una integración subordinada.
Y desde esta trinchera bolivariana, apostamos que los pueblos de Perú y Colombia, siguiendo el ejemplo de nuestros hermanos del Ecuador que como un solo hombre enfrentaron a la canalla o como Bolivia que luego de duros combates se dio su primer gobierno popular, para que logremos derrotar nuevamente las pretensiones imperiales. Se movilicen para frenar los intentos de imperialistas tipo Uribe o Toledo que con su sumisión están arriesgando la salud de nuestras repúblicas y de la Patria Grande.
Jacobo Torres de León
Coordinador Político Internacional
Fuerza Bolivariana de Trabajadores