Ecuador: ¡TLC no va!
El TLC acarrea problemas. Siendo complejo, se lo agravó por la falta
de transparencia. La mayoría de la población no lo conoce. La
dirigencia ha llegado a las bases, con generalidades. El grupo
negociador, tampoco ha jugado su rol de comunicador creíble; más bien,
temerosos de las reacciones por "sus" acuerdos, ha ocultado buena
parte de los alcances del TLC y sus afectaciones.
Ni que hablar del Congreso. Allí no existe preocupación. No hay
conocimiento, ni participación; parece que estaría esperando que el
gobierno lo suscriba, se embarque, para ver a qué circunstancias se
acomoda. Juega un pobre papel de sustento del statu quo, igual que con
el cierre de frontera con Perú, Plan Colombia, Base de Manta, atraco y
salvataje bancario, dolarización, nombramientos de Contralor,
Superintendecia de Bancos, Directorio del BCE, TSE, TC, CSJ, etc.
Ante la presión de la CONAIE y otros sectores, el gobierno asumió
dos compromisos; el de NO suscribir el TLC, "si no conviene a los
intereses nacionales"; y, si no hay un plan de auxilio a los
productores. El nuevo Ministro de Gobierno optó por la "emergencia" y
la represión, con ellas no solucionará nada, sólo represará el
descontento; por tanto, hay que transparentar el proceso y preparar al
país, con o sin TLC.
Hay todo este lío y la protesta indígena y popular recrudecerá, si
el TLC no satisface el reclamo de miles de productores agrícolas,
ganaderos y de fármacos que estarían condenados a graves perjuicios.
Estoy seguro que el TLC no va. En hora buena, porque no beneficiará
al país, que afronta diversas debilidades estructurales, que le impide
ser competitivo, EE.UU. mantiene subsidios para sus productores, en
desventaja de los nuestros; los acreedores serán tratados como
"inversionistas", las transnacionales obstaculizarán la producción de
genéricos, utilizando nuestra propia materia prima e impondrán
patentes con el uso de nuestros recursos naturales, biogenéticos,
conocimientos ancestrales y de nuestra diversidad cultural.
También, porque las empresas norteamericanas se inmiscuirán más en
los negocios del Estado, y no hay una Agenda mínima para reactivarse
económicamente y aumentar, diversificar, generar valor agregado y
elevar la productividad de las exportaciones; en cambio la
indiscriminada apertura, provocará la quiebra de miles de empresas,
por el ingreso masivo de productos.
El TLC, no va, porque el Gobierno, perurgido por la opinión pública,
declarará la caducidad del contrato con la OXY, lo que no gustará a
EE.UU.
El TLC no está en la dirección correcta. No busca el mutuo beneficio,
base del "libre" comercio; que será administrado por EE.UU., con sus
reglas, imponiendo sus intereses, como lo muestra el TLC con México,
con la desnacionalización de su industria, millones de emigrantes
expulsados a EE.UU., la construcción de una gigantesca muralla de
1.300km, para impedirlo, lo que liquida la integración, que supone
libre flujo de mercancías y personas.
Si a pesar de todo, las cúpulas quieren TLC ahora, que los nuevos
Gobierno y Congreso sean los responsables del proceso, y que el pueblo
lo apruebe en consulta.
De esta no podrán escaparse. No será como antes, como con la
dolarización, arbitrariamente impuesta.
Leonardo Vicuña Izquierdo