La reforma neoliberal en el campo: seis años de mentiras

2001-06-21 00:00:00

A
principios de enero del 2001 el palacio de Planalto1
representó de nuevo una obra de teatro publicitario para
realizar un balance de la Reforma Agraria durante su gobierno y
anunciar un hecho histórico : la disminución de la
concentración de la propiedad de tierra en Brasil. El
espectáculo podría tener otro desarrollo si no fuese
interpretado nada más y nada menos que por el presidente de la
República, un sociólogo de renombre, y por su Ministro
de la Reforma Agraria.
Los
datos y la elocuencia de los discursos, además del contenido
fantasioso del texto, intentaron hacer creer que está en curso
en Brasil una verdadera revolución democrática,
productiva y pacificadora del campo. Ante el enorme desfase entre los
discursos y la realidad, nos vemos obligados a creer que el gobierno
perdió de hecho la compostura y cualquier compromiso serio
frente la gravedad de la pobreza y desigualdad social que existe en
el medio rural brasileño.
Contra
esta farsa oficial, hay dentro del mismo gobierno varios estudios
realizados por organismos gubernamentales o por Universidades que
rebelan y denuncian el brutal empobrecimiento de la agricultura
brasileña, la concentración de la tierra y la
proliferación de otras heridas sociales en el campo por causa
de las políticas del gobierno de Fernando Henrique Cardos
(FHC)2.
Sería innecesaria una reproducción exhaustiva de los
datos de esta realidad agraria, que el propio gobierno conoce y
divulga.
Pero
tal vez dos hechos puedan alertar a la opinión pública
brasileña sobre la situación del medio rural, más
allá de la propaganda oficial. Es durante el segundo mandato
de FHC que se están distribuyendo el mayor número de
canastas básicas a más de un millón de familias
que viven en el medio rural. ¿Puede existir una situación
de mayor humillación para una familia que vive en el medio
rural, que depender de la canasta básica? En segundo lugar,
fue durante el 2000 cuando se llevaron a cabo las más
numerosas y unitarias manifestaciones de trabajadores rurales, que se
movilizaron desde marzo hasta octubre, con grandiosas manifestaciones
en caminadas, protestas, ocupaciones de latifundios y de edificios
públicos. Todo esto, no se habrá hecho para pasar el
rato ¿no?.
Vamos
a ver las mentiras del gobierno de FHC y su Ministro de la Reforma
Agraria.
1.
La concentración de la propiedad agraria
El
aspecto más fantasioso y vergonzoso de la propaganda oficial
fue el anuncio de la impresionante "reducción de los
niveles de concentración de la tierra en Brasil, en escala sin
precedentes históricos”.
Sin
presentar ningún fundamento técnico, y contradiciendo
todas las evidencias y análisis disponibles, el gobierno
celebra la supuesta reducción del grado de concentración
de tierra, que habría bajado del 0,848 al 0,802, medido según
el índice de Gini. Y esta reducción, sólo entre
los años de 1999 al 2000, habría provocado el paso de
Brasil, del 5º al 12º lugar en el ranking mundial de la
concentración de tierra (recuerden que cuánto más
próximo al "uno", el índice de Gini indica
mayor grado de concentración de tierra y cuánto más
próximo al "cero", mejor sería la
distribución).
Bastante
"emocionado" con estos resultados presentados por su
Ministro, el Presidente los consideró "mejores que la
reducción de intereses en Estados Unidos y la reclasificación
de Brasil en el ranking de la agencia Standard & Poor's".
Pero
en un estudio reciente se comprobó justamente todo lo
contrario. A través del análisis de las estadísticas
catastrales del Instituto de Colonización y Reforma Agraria
(Incra), se observó un fuerte crecimiento de la concentración
de tierra entre 1992 y 1998, periodo que comprende casi todo el
primer gobierno de FHC3.
Incómodo
con esta constatación el Ministro Jugmann no dudó en
descalificar el trabajo del Incra, pasando a condenar la credibilidad
de las Estadísticas Catastrales. Ahora, valiéndose de
la misma base de datos condenadas (estadísticas catastrales
del Incra) anuncia públicamente la reducción del índice
Gini a pesar de los números absolutos facilitados por el
Incra.
Sin
entrar en detalles de utilización de cálculos e
índices, bastaría a cualquier persona ver las tablas
del Catastro del Incra de 1992 a 1998, para verificar que el área
total controlada por los inmuebles rurales mayores de 2.000 hectáreas
se amplió en 56 millones de hectáreas. O sea, área
tres veces mayor a los 18 millones de hectáreas que el
gobierno habría expropiado y transferido al programa de
Reforma Agraria durante 6 años.
El
prestigioso profesor Rodolfo Hoffmann, de la Universidad de
Campinas-SP4
(Unicamp), uno de los responsables del procesamiento de las
informaciones de las Estadísticas Catastrales del Incra, de
1998, coordinó un estudio analizando la situación de la
concentración y distribución de tierras en Brasil. El
documento fue elaborado a partir del Convenio Incra/Unicamp y analiza
la estructura agraria en Brasil entre 1967 a 1998.
La
Tabla a continuación muestra la evolución, no sólo
del índice de Gini, sino de otros índices correlativos.
Constatándose el aumento de la concentración de tierra,
en particular entre 1992 y 1998.

Tabla
1. Desigualdad de la distribución de la tierra
entre los inmuebles rurales de Brasil, 1967-1998

Año

Indice
de
Gini

Dual
de T de
Theil

Indice
de Atkinson

50-

10+

5+

2+

1+

1967

0,836

0,894

0,827

3,5

77,8

65,3

52,7

44,6

1972

0,837

0,906

0,814

3,8

77,9

68,1

55,3

46,0

1978

0,854

0,933

0,837

3,3

80,3

71,6

59,7

50,4

1992

0,831

0,909

0,807

3,9

77,1

67,1

53,9

44,6

1998

0,843

0,918

0,825

3,5

78,6

68,9

46,3

55,9

Fuente
de los datos básicos: IBGE (1969) e INCRA.
Elaboración:
Rodolfo Hoffmann. Obs: En 1992 fue utilizada la planilla elaborada
por el propio autor del trabajo.

Obsérvese
que, a parte del año 1978, probablemente por causa de las
manipulaciones típicas del régimen militar, el año
1998 presenta los mayores índices de concentración de
la propiedad agrícola en Brasil, desde 1967.
Comparándose
los índices entre 1992 y 1998, se confirma el incremento de la
concentración de tierra, bajo la medida de todos los índices
utilizados, lo que por tanto, desmonta el discurso del gobierno.
Avanzando
en el análisis, Hoffmann calcula el índice de Gini para
las cinco grandes regiones de Brasil, en 1992 y 1998, llegando a los
siguientes resultados:

Tabla
2. Desigualdad de la distribución de la tierra
entre inmuebles rurales en el Brasil, en sus cinco Grandes
Regiones en 1992 y 1998.

Unidad
Geográfica

Indice
de Gini

1992

1998

Norte

0,849

0,851

Nordeste

0,792

0,811

Sudeste

0,749

0,757

Sur

0,705

0,712