El 24 de marzo de 1976 muy pocos argentinos podían imaginar lo que los integrantes de las Fuerzas Armadas y determinados grupos económicos de adentro y de afuera de la República pensaban ejecutar, para poner fin a todo tipo de resistencia que impidiera implementar de manera absoluta, las políticas económicas del saqueo y la destrucción del aparato productivo de la nación.

Los tres Golpes de Estado anteriores, el primero 1955 que destituyó al entonces Primer Mandatario Gral. Juan Domingo Perón; el de 1962 que derrocara al Dr. Arturo Frondizi y el de 1966 que depuso al Presidente Dr. Arturo Humberto Illía; habían tratado, sin poder lograrlo de manera absoluta, impulsar políticas económicas que tiempo más tarde sirvieron de base, de las que “a sangre y fuego” impondría el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, a partir del golpe del 24 de Marzo de 1976. Pero en aquellas tres ocasiones anteriores, no pudieron concretar sus nefastos proyectos; el pueblo y sus organizaciones lucharon, resistieron y finalmente recuperaron con aciertos y errores, las instituciones de la República.

La estrategia del terror, la tortura, la desaparición de personas, la muerte en todas sus formas, la apropiación de menores y el robo de bienes y pertenencias de los ciudadanos que eran secuestrados, fueron las acciones para impedir todo tipo de resistencia al plan más macabro de nuestra historia.

Hace tres décadas eran detenidos y desaparecidos la mayoría de ellos, eran 30.000 hermanas y hermanos en su inmensa mayoría jóvenes; además de varios cientos de miles que se vieron obligados a partir hacia el exilio, en muchos casos no pudiendo soportar el destierro, en otros no habiendo podido volver a la patria que los vió nacer. La Nación fue destruida en su cuerpo y en su alma; volver a reconstruirla es aún una larga asignatura pendiente, que los distintos gobiernos democráticos que sucedieron, a quienes por la fuerza usurparon el poder del estado, no supieron o no pudieron cancelar.

Luego de treinta años, en medio de un intenso debate, con posiciones a favor y en contra, sobre si resulta positivo haber declarado el 24 de marzo como día Feriado Nacional; se suceden los actos, conferencias, muestras, exposiciones, de todas formas y de todo tipo; clases en colegios, escuelas y facultades; todos los medios de comunicación con programas especiales, grandes producciones con investigaciones perdiodísticas relevantes, incluso en radios, canales de TV y grandes diarios, que no solo hasta ahora habían guardado silencio casi total para esta misma fecha durante tres décadas, sino que son reconocidos por sostener posiciones por lo menos críticas hacia los organismos de derechos Humanos y a todo aquello que tenga alguna relación con las luchas y la militancia de los años 70.

Al finalizar hoy, como todos los años, con la importante Marcha encabezada por los Organismos de Derechos Humanos llevando la bandera con las fotos de los detenidos desaparecidos, que parte desde la Plaza de los dos Congresos hasta llegar a la histórica Plaza de Mayo, la Plaza de la Revolución, pero en esta fecha y mucho más que nunca, La Plaza de las Madres.

Hoy treinta años más tarde, los argentinos por lo menos de algo estamos seguros, de que NUNCA MAS debemos permitir gobiernos impuestos por una única razón, La Fuerza, el poder de las bestias.

Informó desde Buenos Aires

Para el Grito de los Excluidos y la Minga Informativa

Carlos Juliá/Coordinación Grito de los Excluidos en Argentina.