Brasil: ¿Banco de la Tierra o tierra del banco?
"¿Banco de la Tierra o tierra del banco?" Esta es la frase que a los campesinos que accedieron en el 2003 al Crédito Agrario, programa del Banco de la Tierra, les causa sonrisas y decepciones.
Las 33 familias que salieron de la ciudad de Pedro Osório (RS) con el sueño de cultivar, como desea todo campesino, están regresando a vivir en la ciudad, buscando las más variadas formas de trabajo informal para sobrevivir. Problemas como la falta de incentivos, carencia de agua para la producción e incluso para el consumo, dificultad para que sus hijos tengan acceso a la escuela, la desatención de órganos como la Secretaría de Agricultura y el Emater (Empresa de Asistencia Técnica y Promoción Rural vinculada al gobierno del estado), que en teoría deberían prestar asistencia y acompañamiento técnico, crearon un escenario en el que muchos se encuentran vacíos, comprobando el fracaso de la reforma agraria de mercado impuesta por el Banco Mundial.
Según una investigación realizada por el instituto de investigación Criterium de São Paulo:
• un 86% de estas familias no tienen asistencia técnica regular y un 40% nunca recibieron asistencia técnica.
• un 76% no tienen puestos de salud
• un 48% no tiene acceso a las escuelas o guarderías
• un 27% no tiene agua potable
• un 20% no tiene energía eléctrica
• un 46% de las familias no produce lo suficiente para su propio sostén
• un 47% no producen lo suficiente para pagar la financiación de la tierra
• un 19% de las familias que están más de un año en las áreas pasan o ya pasaron hambre, desde que ingresaron en el programa.
• un 74% no tiene agua para la producción
• un 36% de las familias no recibieron financiación para iniciar sus actividades en la tierra
• un 81% no saben el valor de los intereses cobrados
Además de estos datos recogidos en la investigación, también fueron verificados casos de corrupción en la compraventa de la tierra: la mayoría de las familias no participó en la negociación de la compraventa de la tierra y no tuvo el derecho de escoger la región en la que serían instalada.
En la propuesta presentada por los campesinos, la base es la solidaridad y la unidad entre las organizaciones de pequeños agricultores. El objetivo es promover la igualdad de género y la justicia social en las relaciones económicas, la preservación del suelo, del agua, semillas y otros recursos naturales, la soberanía alimentaria y principios que valoren el derecho de todos/as a la vida.