Masivas protestas pautan el comienzo de la VI Conferencia Ministerial de la OMC

2005-12-15 00:00:00

La VI Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) comenzó este martes en Hong Kong con escasas expectativas de lograr un acuerdo que avance en la liberalización y apertura del comercio a escala global. También con multitudinarias manifestaciones convocadas por las principales organizaciones y redes de movimientos campesinos, sindicales y ecologistas de Asia, Europa, América y África.

"El proceso de toma de decisión de la OMC es democrático. Si no fuera tan democrático, el proceso no sería tan problemático", dijo el Director General de la Organización Mundial del Comercio, Pascal Lamy en su discurso inaugural en el Centro de Convenciones de Hong Kong. Mientras tanto miles de personas de todo el mundo protestaban afuera, exclamando "¡desarrollo sí, Doha no!".

Tal como ocurrió en anteriores conferencias ministeriales de la OMC, como la III de Seattle y la V de Cancún, todas las posibilidades de concretar acuerdos para avanzar en la liberalización del comercio mundial se reducen a lo que los negociadores logren en la propia reunión, puesto que no ha sido posible acordar bases mínimas en las semanas previas en un amplio espectro de temas.

La falta de expectativas de alcanzar acuerdos en esta edición fue admitida por los negociadores de las principales potencias comerciales (la Unión Europea, Estados Unidos, el G-20 -grupo de países en desarrollo liderado por Brasil e India y que integra Uruguay- Japón y Australia) Estos no ocultaron la carencia de propuestas concretas para dar respuesta a los países en desarrollo sobre los supuestos beneficios de la liberalización comercial en el marco de la Ronda de Doha, lanzada por la OMC hace cuatro años, en su IV Conferencia Ministerial.

Representantes de los países del G-20 ya han publicitado su punto de vista en un foro organizado por la Unión de Campesinos Indonesios junto a la organización Focus on the Global South, especializada en temas de comercio, desarrollo y globalización. Los representantes oficiales de países como Brasil e India afirmaron en esa oportunidad, que prefieren que no exista "acuerdo alguno antes que un mal acuerdo".

Fuera del Centro de Convenciones, el principal eje de las protestas proviene de las organizaciones de campesinos y pequeños productores agrícolas, amenazados por la liberalización de sus mercados a los productos subsidiados de la Unión Europea y Estados unidos. Una de las principales redes de grupos y movimientos que se encuentran en Hong Kong para rechazar los eventuales acuerdos es la Vía Campesina, una coalición internacional que coordina a organizaciones de pequeños y medianos productores, trabajadores agrícolas, mujeres rurales y comunidades indígenas de Asia, América, Europa y África.

Este martes unos 200 activistas integrantes de la Liga de Campesinos Coreanos (KPL), organización que forma parte de Vía Campesina, saltaron a las aguas frías de la bahía de Hong Kong, para alcanzar a nado el Centro de Convenciones donde la Conferencia Ministerial de la OMC decide su futuro. Esta acción tuvo lugar al final de una marcha pacífica en la que unas 10.000 personas se acercaron al Centro de Convenciones hasta los vallados situadas frente al mismo. Los manifestantes gritaban "¡La OMC mata a los campesinos!".

Las calles que rodean el área estaban repletas de policías especialmente entrenados, quienes inmediatamente cerraron el área, aunque no hubo signos de violencia. Algunos de los manifestantes confrontaron a la Policía, pero no hubo arrestos.

Por la mañana también se llevó a cabo una protesta fluvial convocada por una organización de pescadores de Filipinas, en la que se registró también el intento de alcanzar a nado el Centro de Convenciones de Hong Kong por parte de algunos activistas.

El despliegue de seguridad es sumamente meticuloso en Hong Kong. El pasado lunes el dirigente de la Confederación Campesina Francesa José Bové fue detenido en la aduana, tras arribar a la isla. Este hecho motivó que la ministra francesa de Comercio Exterior y líder de la delegación de negociadores en la OMC, Christine Lagarde, solicitara al Cónsul francés que interviniera en el caso, tras lo cual se permitió el ingreso de Bové.

"Me encuentro en el centro de detención del Aeropuerto de Hong Kong y he sido informado de mi expulsión en el primer vuelo a París, y de que soy persona no grata en la reunión de la OMC", dijo Bové a la radio France-Inter. "Se está evitando formalmente que sea parte de la cumbre, aunque estoy acreditado", agregó el dirigente.

Las acciones de protesta dieron comienzo en la mañana del domingo, cuando la Alianza de los Pueblos de Hong Kong -red de organizaciones anfitrionas a los movimientos que llegaron a la isla- convocaron a la Semana de Acción Global contra la OMC. Cerca de 5.000 personas marcharon durante dos horas, pasando frente a Hennesy Road, el distrito comercial de Hong Kong y acampando en el Victoria Park, donde se concentran las actividades y foros de la sociedad civil.