Chile: Intoxicación temporeras

2005-11-22 00:00:00

DECLARACION PÚBLICA

La Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas, ANAMURI, denuncia ante la opinión pública nacional e internacional, su indignación ante las nulas medidas que adoptan las autoridades; frente al desprecio que han demostrado los empresarios agrícolas por la vida de los seres humanos y por la salud de sus trabajadores y trabajadoras en particular.

La economía chilena y los empresarios que invierten en nuestro país (tanto nacionales como transnacionales) han dicho a todas voces, que contamos con el mejor sistema, tenemos las condiciones óptimas para exportar, que se respetan los acuerdos internacionales, sin embargo, todo esto se ha construido sobre la base de la "esclavitud moderna" que viven cientos de trabajadores y trabajadoras, sobre todo en el sector rural.

Cuando recién comienza la temporada agrícola 2005-2006, se ha producido una de las mayores intoxicaciones por plaguicidas registradas en nuestro país, 74 trabajadores temporales, entre ellos 60 mujeres, resultaron intoxicadas en el fundo San Pedro, en la comuna de Angol, Novena Región. Las trabajadoras temporeras, que estaban contratadas por la empresa forestal "Santa Elena", sin ser debidamente informadas, como lo expresa claramente la ley, se internaron en el fundo, el que aún contenía los residuos de la fumigación de un pesticida (Lorsban 75 WG) y un fertilizante folial (Wuxal Calcio), causando en su organismo heridas y secuelas permanentes.

Si bien es cierto, los organismos sanitarios inician sumarios, estos parecen una charada, puesto que los empresarios agrícolas pagan irrisorias multas y vuelven a cometer las infracciones, que en ocasiones ha cobrado las vidas de las temporeras. Esto demuestra que el valor de la vida para el sistema económico chileno y para los empresarios, carece de importancia si se trata de las trabajadoras temporeras.

No es la primera vez que ANAMURI denuncia estos hechos; cada año tenemos que lamentar mujeres intoxicadas y muertas por efectos de los plaguicidas. Según cifras oficiales, hasta septiembre del año 2005 ya han resultado intoxicadas por plaguicidas unas 417 personas y la temporada agrícola recién comienza. Las mujeres rurales e indígenas aún tenemos en nuestra memoria a la joven temporera de 22 años, fallecida el año recién pasado en una plantación de arándanos, después que manipulara los plaguicidas. Su muerte ha quedado en la más absoluta impunidad.

Los empresarios tienen "ofertones" para todo, menos para resguardar la vida de mujeres y hombres que trabajan por salarios de hambre. ANAMURI, emplaza a las autoridades a tomar el problema en sus manos y dar soluciones reales y no simples calmantes. Ultimamente, hemos escuchado en los discursos de los políticos, los problemas que aquejan a las trabajadoras temporeras, esperamos que su preocupación sea real y que se prolongue hasta pasadas las elecciones de diciembre.

ANAMURI, EXIGE QUE EL GOBIERNO RATIFIQUE EL CONVENIO 184 DE LA OIT, RELATIVO A LA SEGURIDAD Y LA SALUD EN LA AGRICULTURA.

¡EXIGIMOS RESPETO POR LA VIDA DE LAS TEMPORERAS!

¡EXIGIMOS JUSTICA PARA LAS MUJERES INTOXICADAS!

Santiago, Noviembre 19 de 2005