Frente al ALCA sólo queda luchar
“Detener el ALCA, ese es uno de los objetivos de esta Cumbre”, expresó el representante de la RMALC (Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio), el mexicano Héctor de la Cueva, en el panel ALCA y TLCS: Las Américas frente al imperialismo y el libre comercio, celebrado durante la primera jornada de la Cumbre de los Pueblos, que tiene lugar en Mar del Plata, Argentina, del 1 al 5 de noviembre.
Provenientes de todas las regiones de América, los panelistas analizaron la situación de sus respectivos países con respecto al ALCA y los tratados de libre comercio, y coincidieron en la necesidad de presionar a los gobiernos del continente para detener definitivamente todas las negociaciones de libre comercio con los Estados Unidos.
De la Cueva dijo que los Estados Unidos intentan en los tratados bilaterales o regionales los intereses que no ha podido obtener con el ALCA. “Pero el ALCA es un marco estratégico para el gobierno norteamericano”, agregó, “y en el 2006 reiniciarán las iniciativas con el apoyo de gobiernos serviles, como el del mexicano Vicente Fox”.
Al NAFTA, el tratado de libre comercio entre Canadá, México y los Estados Unidos, se le suma ahora el ASPAN (Acuerdo para la seguridad y la prosperidad de América del Norte), un proyecto mucho más abarcador que incluye en la agenda el tema de la seguridad.
Los objetivos del Aspan son fortalecer la región frente a la competencia económica del exterior y garantizar una mayor “seguridad” para estos países, pero el nuevo acuerdo no hace sino profundizar la desigualdad y la subordinación de México a los Estados Unidos, dijo De la Cueva.
El canadiense Pierre Yves Serinet, de la RQCI (Red Quebecuense sobre Integración Continental) explicó que con estos tratados los Estados Unidos garantizan, entre otras cosas, un área de seguridad mayor y el acceso a los recursos naturales de Norteamérica. En doce años de implantación del Nafta se han producido afectaciones considerables al medio ambiente en los tres países, ha aumentado la privatización, y los trabajadores han visto cómo bajan sus salarios, explicó Serinet.
En otro momento del panel, el costarricense Jorge Coronado, del Encuentro Popular, comentó la difícil situación que vive Centroamérica a partir de iniciativas como el CAFTA y el Plan Puebla Panamá, facilitados en gran medida por la proclividad histórica de los gobiernos de Centroamérica a las estrategias políticas y económicas de los Estados Unidos.
El haitiano Camille Chalmers, representante de PAPDA (Plataforma para el Desarrollo Alternativo) y de Jubileo Sur, denunció una vez más la situación que vive su país, todo “un laboratorio de intervención”, y un antecedente de lo que puede ocurrir en otras partes del continente. Chalmers denunció la ingerencia en los asuntos internos de Haití de países supuestamente “democráticos” y resaltó la importancia del AlBA (Alternativa Bolivariana para la América) para todos los pueblos del continente.
Por su parte, la uruguaya Claudia Torrelli, de Redes de Uruguay, dijo que el TLC es “mucho más que comercio”, porque forma parte de la estrategia geopolítica de los Estados Unidos para apoderarse del continente. Asimismo, alertó sobre el peligro de los planes neoliberales que impulsa también la Unión Europea, y sugirió la oportunidad de repensar el internacionalismo, con el propósito de intensificar la lucha contra el neoliberalismo al interior de los países europeos.