Cierre del Cuarto de al lado
Red Colombiana de Acción frente al Libre Comercio y el ALCA
Del Cuarto de al lado al de San Alejo
En El Tiempo salió en primera página el lunes 22 de agosto que el
gobierno estaba decidido a tomar las decisiones del TLC sin el
apoyo previo de los sectores afectados. El diario informó que en
materia de medicamentos ya esta decidido que se hará, que
solamente se pedirá salvaguardia para maíz, arroz y cuartos
traseros de pollo y que en los demás productos se aceptará una
salvaguarda temporal solamente aplicable mientras dura el periodo
de desgravación.
Se informó que el gobierno sabe cuales son las ambiciones que
pueden ser legítimamente satisfechas y que la decisión es
acelerar, presentar mas ofertas como las presentadas en la
reunión bilateral agraria, en fin, que llegó la hora de las
concesiones definitivas y rápidas. La noticia fue explosiva y
brutal e implica la clausura del "cuarto de al lado" y dar la
espalda a todos aquellos de quienes se dijo serían tenidos en
cuenta en la definición de los parámetros del TLC. Durante los
días siguientes el ministro de Comercio, Botero, ante las
inquietudes de los gremios envió una carta al Consejo gremial
explicando el sentido de sus palabras y dio numerosas entrevistas
en todos los medios. Las aclaraciones han resultado más
preocupante que la noticia del lunes pues ratifican que el
gobierno está decidido a firmar el TLC sin importarle los enormes
costos en que incurrirá el país.
Desde ya se cederá en asuntos vitales del agro. Después de haber
cedido todos los mecanismos de protección a cambio de nada, no se
habla de 13 productos sensible sino de tres y aparecen como
perdedores los productores de carne de cerdo, leche entera, trigo,
cebada, maíz amarillo, maíz blanco, soya en grano, aceite crudo
de soya, aceite crudo de palma etc. La industria es perdedora
desde el primer día de las negociaciones y la capacidad del
Estado de promover el desarrollo económico social estuvo perdida
con el solo hecho de sentarse a negociar pues sin esto no hay
tratado. El gobierno simplemente firmará lo que Estados Unidos
exija. Lo hará rápidamente, a espalda de sus aliados durante el
proceso y en forma fulminante.
A estas alturas ya se sabe que el TLC será un tratado de adhesión,
que estuvo mal negociado desde el comienzo; que el ATPDEA no era
el piso sino el techo; que lo que se firmará será similar a lo
definido en el RD- Cafta; que no se tuvo en cuenta seriamente ni
siquiera a los sectores empresariales y que como lo hemos
repetido, las decisiones serán tomadas por el grupito de
fundamentalistas del libre comercio encabezados por el primer
mandatario. Todo esto se sabía desde el principio. A los gremios
empresariales no les queda más remedio que agachar la cabeza y
renunciar a la defensa de sus afiliados o salir a protestar. Para
los críticos del tratado no es un momento de incertidumbre.
Hemos venido alertando sobre el rumbo de las negociaciones y
ellas se acercan a su fin. la ronda de Cartagena será la de la
rendición y en Washington simplemente se firmarán compromisos que
están definidos desde hace tiempo. Alertamos a la población
colombiana para que rechace con vigor la firma arbitraria,
apresurada y antidemocrática del Tratado.