Entrevista con Armand Mattelart

La noción de la sociedad de la información es tramposa

2005-08-10 00:00:00

"La noción de la Sociedad de la Información es tramposa. Desde hace
más de 50 años se nos viene diciendo que las nuevas tecnologías
resolverán los problemas de la humanidad." De esta manera, el
destacado investigador social Armand Mattelart, marca distancia de
aquellos que obnubilados por las nueva tecnologías de la comunicación
y la información, proclaman que serán éstas las que acabarán con el
desempleo, la pobreza y el hambre en el mundo.

Entrevistado por OCLACC, a su llegada a la ciudad de Quito, en la que
participó en el Foro Social Américas, Mattelart manifestó con énfasis
que "además de tramposa, la noción de la Sociedad de la Información,
está cargada de ambigüedad". Es una noción, afirmó, que ha sido
construida en un contexto geopolítico determinado. Primero en el marco
de la Guerra Fría, durante los años 50, se afirmaba que habíamos
ingresado a la sociedad post histórica o post industrial. En los años
60 el boom de los futurólogos y prospectivistas, imaginaban que la
llegada de la "tercera hola" o sociedad de la información, cambiaría
radicalmente los modos de vida, trabajo y relaciones sociales. La
sociedad ya no se dividiría entre ricos y pobres sino entre modernos y
arcaicos.

Durante los años 70, a partir de la primera crisis del Petróleo, la
noción adquiere un carácter marcadamente político. Los países
industrializados, requieren un cambio de estrategia frente a la crisis
de la gestión misma de la democracia, la gobernabilidad y el
crecimiento. El término, entonces, ingresa en los planes del G-7 y
muchos gobiernos se platean metas y acciones para entrar en la
sociedad de la información. Japón lidera esta tendencia, se platea
informatizar todo. En América Latina, fue la dictadura militar de
Brasil quien con mayor énfasis se propuso crear las condiciones para
una transformación técnica e informacional del país. El lema de los
militares brasileños: "Comunicar es integrar" resume, de alguna manera
esta etapa.

"La guerra de las estrellas" de la política de Reagan, se implementa
también en ese marco. Todo el potencial informático y el uso de los
satélites, desarrollados en esta fracasada empresa, serán utilizados
luego en las guerras del Golfo, Kósovo y últimamente en la Guerra
contra Irak.

En la década de los 80, se implementa la desregulación. La búsqueda
de otras reglas para el reparto del poder entre el sector privado y el
sector público, que a su vez facilite el avance del nuevo modelo de
sociedad. Argentina, Chile, México, son los pioneros de la
desregulación de las redes de telecomunicaciones en Latinoamérica.

Para Armand Mattelart, "la noción de la sociedad de la información,
re-emerge y adquiere bríos inusitados, a partir de los años 90,
después de la caída del muro de Berlín y de la superpotencia y el
desarrollo de Internet, como símbolo de lo que pueden hacer las nuevas
tecnologías para resolver los problemas del mundo". Llega de la mano
con la propuesta de lo que se suponía resolvería los problemas
sociales y económicos del mundo, el Neoliberalismo.

- Si no estamos en la sociedad de la información, ¿en qué tipo de
sociedad estamos?

Yo pienso que la tecnología es un elemento importante en el desarrollo
futuro de la sociedad. Pero yo creo que la diferencia y la crítica que
se puede hacer a los SUPUESTOS de la Sociedad de la Información,
además de lo ya indicado anteriormente, es su visión puramente
instrumental de lo que llaman la Sociedad de la Información. Lo que
llamaría una ideología "tecnodeterminista": Basta enchufar para crear
nuevos comportamientos. Yo pienso que están marcados por esta
ideología. Y fundamentalmente, es eso por lo que no quieren plantearse
problemas polémicos.

Llegan a afirmar que las preocupaciones no técnicas son problemas
metafísicos. Es la palabra que utilizan en todos los informes del
Departamento de Estado o del Departamento de Comercio de los Estados
Unidos. Problemas metafísicos. Problemas metafísicos son, para ellos,
los problemas de diversidad cultural, de desigualdad social, etc.

Entonces, yo pienso que la Tecnología forma parte, es un elemento en
la redefinición, incluso del modo de producción. La prueba es que cada
vez más, hay gente que está trabajando en el campo de la economía
virtual. Pero digamos, no con la perspectiva que algunos trataron de
hacernos creer, que con los "punto.com", todo el mundo podría
convertirse en un financiero personal, en otro empresario.

Entonces, la realidad es que la tecnología es una parte importante en
el reordenamiento del mundo, es una apuesta fundamental. Pero, es una
apuesta fundamental, porque cada vez más surgen sectores que se oponen
a un modelo único determinado solo por la tecnología.

Y eso quiere decir que hoy día hay un enfrentamiento sobre el concepto
mismo y sobre la manera de cómo las tecnologías pueden estar al
alcance de todos, para que todo el mundo las pueda aprovechar.

Durante los años 70, a partir de la primera crisis del Petróleo, la
noción adquiere un carácter marcadamente político. Los países
industrializados, requieren un cambio de estrategia frente a la crisis
de la gestión misma de la democracia, la gobernabilidad y el
crecimiento. El término, entonces, ingresa en los planes del G-7 y
muchos gobiernos se platean metas y acciones para entrar en la
sociedad de la información. Japón lidera esta tendencia, se platea
informatizar todo. En América Latina, fue la dictadura militar de
Brasil quien con mayor énfasis se propuso crear las condiciones para
una transformación técnica e informacional del país. El lema de los
militares brasileños: "Comunicar es integrar" resume, de alguna manera
esta etapa.

"La guerra de las estrellas" de la política de Reagan, se implementa
también en ese marco. Todo el potencial informático y el uso de los
satélites, desarrollados en esta fracasada empresa, serán utilizados
luego en las guerras del Golfo, Kósovo y últimamente en la Guerra
contra Irak.

En la década de los 80, se implementa la desregulación. La búsqueda
de otras reglas para el reparto del poder entre el sector privado y el
sector público, que a su vez facilite el avance del nuevo modelo de
sociedad. Argentina, Chile, México, son los pioneros de la
desregulación de las redes de telecomunicaciones en Latinoamérica.

Para Armand Mattelart, "la noción de la sociedad de la información,
re-emerge y adquiere bríos inusitados, a partir de los años 90,
después de la caída del muro de Berlín y de la superpotencia y el
desarrollo de Internet, como símbolo de lo que pueden hacer las nuevas
tecnologías para resolver los problemas del mundo". Llega de la mano
con la propuesta de lo que se suponía resolvería los problemas
sociales y económicos del mundo, el Neoliberalismo.

- En América Latina y en el resto del mundo hay una fuerte
revaloración del papel de los medios de comunicación, y de la
comunicación en general. A tal punto que se les atribuye una serie de
tareas y responsabilidades, que son función de otros sectores o
actores sociales. Seguramente por la crisis de las instituciones
tradicionales. ¿Cómo explica Armand Mattelart esa particular situación?
¿Será verdad que la comunicación y los medios tienen tanto poder?

Creo que de nuevo se trata de una concepción determinista del medio.
Yo pienso que el medio puede participar en un cambio social, sí está
dentro de ciertas estructuras. Tal como va, hoy en día, la
organización de los medios a través del mundo, atravesada por lógicas
de concentración, el medio no puede ser visto como un factor o actor
salvífico.

Un medio que participase, junto a otros agentes sociales, en la
construcción de una sociedad más justa, más igualitaria; debería ser
un medio que se plantea su propia misión como un servicio público. Tú
no puedes seguir pensando los medios de comunicación únicamente a
partir del campo del mercado. Incluso los medios privados. Creo que ya
es tiempo de pensar que la ciudadanía empiece a ejercer presiones
sobre los gobiernos y sobre el sector privado, para que finalmente
cambien y se pueda encarar la misión de los medios con una lógica más
allá del mercado.

Por eso es que yo estoy totalmente en desacuerdo en hablar de
Sociedad de la Información, Sociedad del Conocimiento, como si
hubiésemos llegado ya. Estamos a inicios de procesos, donde hay
finalmente en pugna diversas opciones posibles.

Lejos de pensar que el medio puede salvar, porque los otros agentes
han fallado, yo pienso que también hay un profundo escepticismo, un
profundo desencanto frente a los medios. Mira lo que ocurrió en la
guerra de Irak, con todos los chantajes y engaños. Es un momento
histórico interesante, porque por primera vez, me parece que surgen
interrogantes sobre qué hacer con los medios.

Y uno de los aspectos más interesantes de la Cumbre Mundial de la
Sociedad de la Información, gracias a los aportes de la sociedad civil
organizada, es que no puede haber sociedad de la información, sin
educación y sobre todo sin diversidad. Y decir diversidad no es una
retórica. Es cómo hacer que un sistema mediático en un país
determinado y en el mundo, pueda permitir la expresión de los diversos
sectores de la población.

- Diversos grupos de la sociedad civil organizada, llegaron a la
Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información, con la bandera de los
derechos de la comunicación, como parte de los derechos fundamentales
de todos los seres humanos.

Esa bandera también viene de lejos. Ya estaba incluida, aunque de
repente de manera no tan clara, en las reivindicaciones planteadas en
el debate sobre el Nuevo Orden de la Información y la Comunicación.

Pienso que es un concepto que puede cristalizar un paso más adelante
que supere contradicciones de nociones como la de Sociedad de la
Información. Pero yo pienso, que estamos también en el inicio de un
proceso. Es una noción difícil de manejar. Creo que muchos de los
debates actuales, deben ser mejor fundamentados jurídicamente y por
supuesto, estar acompañados por las presiones de los agentes sociales.

Entonces el derecho o los derechos a la comunicación, no es una cosa
ya hecha. Hay que construir jurídicamente y recogiendo las intuiciones
y las experiencias.

- Como parte de estos derechos de la comunicación, en los últimos
años, ha comenzado a aparecer en diversos países, observatorios y
veedurías de medios de comunicación, ¿qué te parecen estas
experiencias? ¿Cuáles serían sus aspectos positivos y cuáles los
peligros?

La cosa más interesante, a diferencia de los años 70, en que se
pensaba que los intelectuales tenían las llaves para entender lo que
ocurría en el medio; es que hay una alianza entre los tres actores
que pueden participar de la crítica de los medios para proponer
alternativas: los periodistas, los investigadores o los que tienen una
experiencia de crítica a los medios y, lo que se llama las
asociaciones de usuarios.

La segunda cosa importante es la posibilidad de crear, a partir de
observatorios nacionales, una fuerza reticular sobre temas que
permitan intervenir en determinadas situaciones de crisis o de debates
importantes.

- En todo caso una de las características fundamentales será que estos
observatorios son trabajos que exigen la alianza de diversos actores.

Efectivamente. Es como se define el movimiento social global hoy,
como un movimiento de educación cultural volcado hacia la acción. Es
decir no podemos repetir la “torre de marfil” de solo los tres actores,
con sus destacados representantes. El observatorio debe estar
construido sobre la base de una amplia adhesión de parte de la
población, que finalmente se convierte en actor de la observación y de
la acción a la que ella nos lleva.

Yo pienso que hay que apresurarse lentamente. Porque la apuesta es
demasiado importante y muchas veces es difícil aliar a los tres
sectores. Además el observatorio no parte de la nada, toma en cuenta
iniciativas anteriores. Pero debe crear su propia alma.
Finalmente, no se que tipo de forma va a tomar lo que ahora se llama
observatorio. Lo que sé, es que deben ser reticulares, a nivel local,
nacional e internacional. Es fundamental la alianza internacional,
porque la concentración, por ejemplo, no se puede pelear solo a nivel
nacional.

- Armand Mattelart es profesor de la Información y de la
comunicación en la Universidad de Paris VIII , Presidente del
Observatorio Francés de Medios

http://www.oclacc.org/punto/Punto6.htm#Trasos

http://www.oclacc.org/punto/Punto7.htm