Los colombianos tenemos derecho a decidir sobre el TLC con EEUU
El gobierno de Álvaro Uribe Vélez está decidido a firmar un tratado de libre comercio, TLC, con Estados Unidos que tendrá graves repercusiones en aspectos cruciales para el destino de nuestra nación; agravará la ya desesperante situación de miseria, atraso y dependencia en que vivimos. Es inaceptable que un asunto de tal envergadura se quiera decidir a espaldas de la población. En consecuencia, las organizaciones abajo firmantes le reafirmamos al gobierno nuestro total rechazo a la firma de este tratado y exigimos que los negociadores nacionales se levanten de las mesas de negociación y cualquier decisión quede supeditada a una consulta a los colombianos. Tenemos muchas razones para exigir esto:
1- Las políticas que adelanta la administración Uribe están orientadas a pavimentar el camino para la suscripción del TLC e implican la renuncia a la defensa y ampliación de nuestro mercado interno, base de un verdadero desarrollo, y significan, además, el sacrificio definitivo de la soberanía, herramienta indispensable para promover el progreso de la nación. De la minúscula agenda interna, con la que tanta demagogia se hizo, no se ha vuelto ni a hablar, mientras que el gobierno se declara incapaz de controlar la persistente revaluación del peso que estimula las importaciones. Los proyectos en materia forestal y de aguas, las leyes de contratación pública y de garantías a la inversión y los procesos de liquidación y privatización de entidades públicas son otras tantas medidas de adecuación del país a las condiciones del tratado con Washington.
2- Los eventuales aumentos de algunas exportaciones colombianas no justifican que el Estado renuncie a la promoción de políticas para el desarrollo de la nación y a la defensa de su soberanía nacional.
3- Los tratados de libre comercio son la profundización del ajuste neoliberal de los últimos 15 años, el libre mercado y las privatizaciones. Sus efectos perjudican particularmente a los sectores con menor capacidad de respuesta ante procesos como la flexibilización del mercado laboral y el debilitamiento de los movimientos sociales. En este escenario, las mujeres resultan particularmente vulneradas además por que un gran número trabajan en empresas exportadoras, lo cual se traducen en la precarización de sus condiciones laborales y sus ingresos.
4- El gobierno ya ha cedido en cuestiones muy lesivas para el país. Entre muchos otros aspectos ha aceptado que en 10 años se desgraven completamente las importaciones de bienes industriales y en un poco más las de los bienes agropecuarios, los cuales llegarán con el respaldo de los inmensos subsidios estadounidenses. Ha abandonado la franja andina de precios, ofreciendo en su reemplazo unas etéreas y temporales salvaguardias para algunos productos agrícolas.
5- Con el TLC se continuará entregando la infraestructura de los servicios públicos, a las multinacionales, con lo que se elevarán aún más las impagables tarifas. Se permitirá la importación de servicios, autorizando que muchos de ellos se presten desde el exterior. Se restringirá la posibilidad de usar la inversión pública y la contratación del Estado para promover la producción nacional. De lo que se trata es de reeditar los nocivos tratados impuestos por Estados Unidos a Chile y a los países de Centroamérica, tan contundentemente rechazados por los sectores productivos y sociales de esas naciones.
6- Con el propósito de firmar el tratado se están sacrificando las posibilidades de promover relaciones estrechas con Latinoamérica y demás países del mundo, sobre la base de la soberanía, el beneficio recíproco y el respeto mutuo. Frente a la política neoliberal del libre comercio la respuesta de los pueblos de América Latina debe ser la de pugnar por el establecimiento de unas relaciones internacionales que tengan como base y la búsqueda de caminos propios de desarrollo.
7- Además, es especialmente grave que el TLC que se pretende aprobar sustituya aspectos fundamentales de la propia Constitución Nacional, viole principios de la descentralización, la autonomía local y la soberanía nacional en lo político, económico y social, e imponga tribunales privados para la solución de diferencias, lo que irá en beneficio de los intereses transnacionales.
Los más diversos y heterogéneos sectores han manifestados sus reservas, sus críticas e incluso su oposición al TLC. Algunos piden la exclusión de productos como el arroz, los trozos de pollo, la cultura, los medios de comunicación, los medicamentos esenciales. Las Centrales Sindicales advierten sobre el empeoramiento de las condiciones laborales y el aumento del desempleo. La Iglesia se preocupa por las amenazas a la salud pública y la seguridad alimentaria. Numerosas regiones temen la pérdida de margen de acción de los gobiernos locales; varios sectores sociales alertan sobre la violación de derechos fundamentales; los juristas cuestionan la constitucionalidad del tratado; los industriales señalan el rompimiento de las cadenas productivas e incluso muchos exportadores dudan de sus beneficios en un ambiente de creciente revaluación. Inclusive en sectores como varias poblaciones indígenas y los productores de arroz se han realizado consultas que indican el rechazo en vitales sectores, otros segmentos de la sociedad han iniciado consultas que muestran la creciente inconformidad y la ausencia de mecanismos reales de participación popular en este tema.
Los trabajadores y trabajadoras, el movimiento sindical y en general las organizaciones sociales, los sectores políticos democráticos y progresistas y miles de productores, han manifestado su rechazo al TLC, lo que ha contribuido a que los gobiernos de Colombia y Estados Unidos retrasen su agenda, mientras en los países de la subregión andina aumentan las protestas.
Insistimos en que el gobierno Nacional debe suspender las negociaciones. La decisión gubernamental de firmarlo a toda costa, sin tener en cuenta el querer de los colombianos, vulnera derechos fundamentales de la población y favorece solamente los intereses de las grandes multinacionales y del imperialismo norteamericano.
En todo caso sabemos que son muchas las razones que tenemos los colombianos para oponernos a la firma del TLC con Estados Unidos, así como para exigir que se le permita votar a la ciudadanía la aprobación o no de dicho tratado. Esta consulta se puede hacer aplicando el mecanismo de consulta previsto en el artículo 104 de la Constitución o mediante un referendo.
Red Colombiana de Acción Frente al Libre Comercio y al ALCA, -Recalca-; Partido Liberal (Izquierda Democrática); Gran Coalición Democrática, GCD; Polo Democrático Independiente; Alternativa Democrática; Frente Social y Político, FSP; MOIR; Partido del Trabajo de Colombia, PTC; Comando Nacional Unitario, CNU; CUT; CTC; CGT; CPC; FECODE; Organización Nacional Indígena de Colombia, ONIC; Movimiento Político Comunal y Comunitario; Confederación Nacional Comunal; ASONAL Judicial; Comité Colombia de Lucha contra el ALCA; Federación Médica Colombiana; Organización Colombiana de Estudiantes, OCE; Asociación Nacional de Estudiantes de Secundaria, Andes; Asociación de Camioneros de Colombia, ACC; Asociación Sindical de Profesores Universitarios, ASPU; CCP; Planeta Paz; Plataforma Colombiana de Derechos Humanos, Derecho y Democracia, Capítulo Colombia; Federación Nacional de Profesores Universitarios; Asociación Nacional por la Salvación Agropecuaria; Unión Cafetera Colombiana; Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria, Fensuagro; Convergencia Campesina, Negra e Indígena de Colombia, CNI; Acción Campesina Colombiana, ACC; Asociación Nacional de Mujeres, Campesinas, Indígenas y Negras, Anmucic; ANUC-UR; ADUCESAR; Sudep, Suteq, Cootec, Cooperativa del Magisterio-Bolívar; Sinbienestar; USO; Sintratextil; Sinaltradinitexco; Proceso de Comunidades Negras; Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, ACIN; Federación Colombiana de Colegios de Contadores Públicos; Sociedad Colombiana de Economistas; Corporación Viva La Ciudadanía; Federación Nacional de Representantes Estudiantiles de Educación Superior; Asociación Colombiana de Ingenieros Agrónomos; Consumidores de Colombia; Ligas de Usuarios de Servicios Públicos Domiciliarios de Colombia; Coordinadora Nacional de Usuarios de Servicios Públicos Domiciliarios; Comuande, cap. Colombia; Corporación Mujeres y Economía; Marcha Mundial de Mujeres, Colombia; Red Popular de Mujeres, Fundac; Ecologistas en Acción; Acción por la Biodiversidad; Ecolombia; Movimiento Popular Artístico de Colombia, Mopac; Federación Nacional de Artistas; IGTN, punto focal Colombia; Fundación de Ciencia y Tecnología Colombia hacia el respeto al arte y la producción; Instituto Latinoamericano de Servicios Legales Alternativos, ILSA; Corporación Cactus; ANTHOC; Red Ecuménica Nacional de Mujeres por la Paz; Asociación Nacional de Empleados del Banco de la República, Anebre; Multiestamentaria de Universidades Públicas; Sintrateléfonos; Sintrabancol; Unión Nacional de Empleados Bancarios, UNEB; Cedetrabajo; Acción por la Biodiversidad; Asociación Colombianos en el Exterior: Ciudadanos del Mundo; Asociación Colombiana de Ingenieros Agrónomos, ACIA; Asociación de Directivos Profesionales y Técnicos de Empresas de la Industria del Petróleo, ADECO; Asociación Democrática de Empleados del Sector Bancario y Financiero, ADEBAN; Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo; ATI; Casa de la Mujer Trabajadora; Red Decide Mujer; Organización Popular de Mujeres de Bosa; Organización Mujer y Trabajo: Ciudad Bolívar; Red Rural de Mujeres; Red de Participación Política de Mujeres; Artemisa; Vamos Mujer; Taller Abierto; Fundación Cultural de Danzas; Acotrans; Camucol; Observatorio Sociopolítico; Periódico Qué? Qué?; Sindicato Departamental de Agricultores de Sucre; Asociación Campesina para la Integración y el Desarrollo Rural, Asociar; Confederación General de Viviendistas; siguen más de 200 firmas.
Julio 24 de 2005
Red Colombiana de Acción frente al Libre Comercio y el ALCA, Recalca
Página web: www.recalca.org.co
Correo electrónico: recalca@etb.net.co