El ALCA, una estrategia hegemónica que se derrumba

2005-05-03 00:00:00

Cada uno a su manera, todos los pueblos del
continente rechazan hoy la iniciativa del Area de Libre Comercio de las
Américas (ALCA), ideada por Estados Unidos con la participación de 34
países de la región.

Este año, La Habana se erige en un nuevo escenario para ese combate, el
IV Encuentro Hemisférico de Lucha Contra el ALCA, convocado por la Alianza
Social Continental, la Campaña Continental de Lucha contra el ALCA y el
Capítulo Cubano de la Alianza Social Continental.

Del 27 al 30 de abril, la capital cubana acogerá un capítulo más de la
tan requerida integración latinoamericana y caribeña, luego de un año de
paralizaciones en las negociaciones del ALCA y de éxitos en los
movimientos sociales de oposición.

Será otra ocasión para demostrar que las grandes metas de
independencia, progreso, democracia y justicia social sólo se alcanzan con
una auténtica coincidencia económica y política en la región.

Un momento también para la crítica a ese engendro de Washington y otros
tratados bilaterales de libre comercio, y sobre todo dirigido a proponer
nuevas fórmulas a la comunidad sudamericana frente al neoliberalismo.
Con razones más que suficientes, los participantes en la cita deberán
hacer un profundo análisis de la actual estrategia de los Estados Unidos
respecto a ese tratado y una denuncia de sus aspiraciones; eso lo
diferenciará de sus ediciones anteriores.

Sus debates no podrán apartarse de la esencia del ALCA como pacto
colonial de significado estratégico para la recolonización de América
Latina y consolidación del modelo neoliberal, pues se trata de una cita
para darle fin a un acuerdo que agoniza por la fuerza de los pueblos.

Las populares protestas en Guatemala, Nicaragua, Costa Rica y la
posición de mandatarios como la de Luiz Inacio Lula da Silva (Brasil), que
sacó al ALCA de su agenda, e incluso la de senadores norteamericanos que
le ponen trabas para su materialización, dan fe de su irremediable
desaprobación.

Ante ello, el encuentro de La Habana tendrá que desentrañar cuál puede
ser y cómo se va a mover Estados Unidos respecto al ALCA y, por supuesto,
avanzar en otras propuestas como la Alternativa Bolivariana para las
Américas (ALBA).

Esa última es el sueño de Bolívar y Martí de una América Latina
solidaria y unida en la justicia social, la realización humana de sus
pobladores, la defensa de su cultura y la conquista de una posición digna
en el siglo que se inicia.

Por eso será una cita diferente con un componente de crítica, denuncia
y análisis, de trazar estrategias, porque ni el ALCA ni los tratados de
libre comercio triunfarán frente a movimientos sociales unidos y
organizados dentro de cada país y a escala continental.

La lucha contra el ALCA ha sido victoriosa y fructífera porque el
gobierno de Estados Unidos no pudo establecer su proyecto anexionista en
la fecha que había previsto, y porque creció vigorosamente la conciencia
latinoamericana y caribeña.

Pero el optimismo no debe limitar una evaluación con realismo en este
foro, pues el peligro está latente todavía y el sueño bolivariano de plena
integración latinoamericana no se encuentra al doblar de la esquina.

Así como tratan de impulsar los TLC y ALCA light, aparecerán otros
intentos para continuar el saqueo económico, la dominación política y
eternizar el fundamentalismo del mercado en la región, ante lo cual se
imponen cambios definitivos en un escenario que ha madurado
extraodinariamente.

Los acuerdos y estrategias que de este encuentro deriven deberán
encaminarse precisamente al derrumbe de todos esos principios
neoliberales, con la certeza de que la integración de América Latina y el
Caribe también es posible.