Nuestra agenda base para combatir la extrema pobreza en el campo y generar una política de desarrollo rural en Nicaragua en equidad de género debe contemplar lo siguiente:

Asignar 100,000 manzanas de tierras productivas a fin de beneficiar a 20,000 familias demandantes en la actualidad.
Un fondo de financiamiento para reactivar la producción en 150,000 manzanas en manos de 18,000 pequeños productores organizados en las cooperativas ATC - UNAPA.
Una política crediticia en donde los intereses no sean mayores al 12% y que se reconozcan los documentos o títulos agrarios.
Cumplimiento a los acuerdos de las Tunas y demás conflictos agrarios.
Urge una solución en salud e indemnización a las familias afectadas por los agroquímicos en la caña, banano, café, tabaco, arroz, y demás rubros de agro exportación.
Un seguro agropecuario de cosecha, frente a los desastres naturales e impactos negativos de los TLC.
Un salario para el campo de C$ 50,00 córdobas diario, mas las prestaciones sociales de ley y la cobertura obligatoria de la Seguridad Social así como la suscripción de convenios colectivos entre sindicatos y empleadores.
Aprobación de la Ley del Bono Productivo Alimentario, que con fondos de la cooperación externa beneficie en igualdad de condiciones sin discriminación una economía familiar para miles de hombres y mujeres parceleros (as) y desempleados (as) en el campo.
Servicios básicos e infraestructura para el campo: Viviendas, educación, salud, seguridad social, caminos, agua potable, electricidad, comunicaciones, transporte etc, esto debe quedar expresado en el Presupuesto Nacional de la República.

Sólo así lograremos frenar la migración
campo-ciudad-terceros países y avanzar hacia la Soberanía Alimentaria, en armonía con el Medio Ambiente.