La consulta indígena y popular del Cauca: un ejemplo de democracia

2005-03-08 00:00:00

La consulta convocada por los cabildos indígenas sobre el TLC en los municipios de Caloto, Caldono, Inzá, Páez, Jambaló y Toribío del departamento del Cauca fue ampliamente exitosa. Participó en ella el 75 por ciento del potencial electoral, contabilizándose 51.330 votos de los cuales el 98 por ciento dijeron que no al TLC. La consulta fue organizada cuidadosamente por los dirigentes indígenas de la región y precedida de una campaña educativa e informativa. El movimiento popular rodeo de apoyo el proceso y la prensa le dio un importante despliegue.

Diez y siete veedores nacionales e internacionales fueron testigos de excepción entre ellos estaban monseñor Héctor Fabio Henao, director de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Colombiana; Carlos Rodríguez y Apecides Alvis, presidentes de la CUT y la CTC, respectivamente; Antonio Galán Sarmiento, presidente de la Federación Nacional de Concejales; Camilo González Posso, director de Indepaz y ex ministro de Estado; Daniel García-Peña, presidente de Planeta Paz; Ivar Rojas, directivo nacional de Recalca; Aurelio Suárez Montoya, Director Ejecutivo de la Asociación Nacional por la Salvación Agropecuaria; y los congresistas Lorenzo Almendra, María Isabel Urrutia, Jorge Enrique Robledo y Alexander López, estos dos últimos de Alternativa Democrática. Como veedores internacionales estuvieron Blanca Chancoso, delegada de la Conaie, la principal organización indígena ecuatoriana; Zacarías Calatayud, dirigente indígena boliviano; Carlos Ortiz, del movimiento peruano contra el ALCA; Hanna Zimmermann, de la AFL-CIO de Estados Unidos, y Rosemarie McGee, de la ONG internacional Christian Aid.

En la zona esta consulta marca un hito histórico en la participación popular ya que en las elecciones para alcaldes de esos municipios se obtuvieron apenas cerca de 40.000 votos. Las autoridades indígenas resaltaron que el proceso forma parte del mandato indígena y popular aprobado a finales del año pasado y que es una propuesta para todo el país.

Mientras que el gobierno negocia a espaldas de la población y pretende suscribir el acuerdo sin consultar a los ciudadanos, la población indígena ha dado una prueba de democracia y ha demostrado cual es la actitud de una población que es objetivamente informada sobre los efectos del tratado.

La consulta tiene una importancia nacional ya que se constituye en un aporte invaluable de las comunidades indígenas en la lucha contra el tratado y también es un ejemplo para los países de América Latina, ya que en ninguna parte del continente se había hecho una consulta similar dentro de un marco regional y con participación de todos los habitantes de la zona.

En momentos en los cuales muchos hablan de un crecimiento de las posiciones progresistas en los gobiernos nacionales y regionales de América Latina, la actitud de las autoridades indígenas, demuestran en los hechos una posición verdaderamente avanzada y democrática.

Para el movimiento popular que se opone al TLC esta consulta representa un gran estimulo y ejemplo y también un mensaje en el sentido de exigir que el tratado no sea suscrito ya que amplios sectores de la población se oponen al mismo.

Bogotá, marzo 8 de 2005