Educadores populares: el sueño de otro mundo posible
Cerca de cien educadores populares de Sudámerica, el Caribe y EE.UU. se reunieron en el seminario-taller “Educación popular: pensamiento y acción contra la cultura capitalista y patriarcal”, en el ámbito del V FSM que concluye mañana en la surena ciudad de Porto Alegre, para reflexionar sobre los desafíos y la construcción de alternativas frente al pensamiento único.
El taller —amplio en su auditorio y convocatoria— propuso una lectura crítica a las prácticas y reflexiones educativas tomando en cuenta el contexto actual y la lucha de resistencia de los movimientos sociales frente a las políticas asfixiantes provocadas por el neoliberalismo, la exclusión social, económica y política de las grandes mayorías ciudadanas.
Dinámicas grupales y paneles ayudaron a encontrar las esencias y sentidos de los debates y a despertar provocaciones, preguntas y propuestas concretas sobre cómo hacer una educación popular más participativa, cómo ayudar en la construcción de sujetos conscientes y críticos que puedan transformar su realidad a partir de sus prácticas, cómo encontrar puntos de enlace entre la reflexión y la acción, cómo incorporar a los saberes colectivos las perspectivas de las luchas de resistencia de las mujeres, los negros, los indígenas, los campesinos, los movimientos LGBT, las subjetividades de los hombres y mujeres que sufren y trabajan, sueñan y fundan.
A juicio de Claudia Korol, educadora popular de la Universidad Popular de las Madres de Plaza de Mayo, el tema reviste varias aristas que pasan por la necesidad de “imprimir marcos concretos a la subjetividad de los seres humanos y a los espacios de actuación en los que desarrollan su actividad social, económica y política”.
Para el uruguayo Javier Vidal —director del Centro de formación de la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua, que agrupa a 320 cooperativas y moviliza a unas 18 mil familias— la educación popular enfrenta una discusión de complejas dimensiones, que parte de lo que él llama “la esperanza amenazada” y tiene que ver con “la dura batalla contra el modelo neoliberal cuyo punto álgido fue la implantación de las dictaduras en el Cono Sur, con la secuela de detenidos, desaparecidos, exiliados, la destrucción de las organizaciones populares en cuya base se sustentaron movimientos populares muy importantes, y eso nos convoco a una profunda reflexión sobre la urgencia de refundar la esperanza, ahora contra un enemigo más fortalecido, más poderoso, que implica, a la vez, generar nuevas pautas culturales, nuevas estrategias de trabajo, nuevas metodologías y alianzas”.
Por otra parte, María Isabel Romero, del Programa de educación popular del CMLK de Cuba, se refirió a los enfoques que deben animar el debate entre los educadores populares del continente en el entendido de que es necesario no sólo trabajar más la subjetividad de los seres humanos, potenciar su capacidad de pensamiento crítico sino hacer énfasis en una educación liberadora, que promueva la solidaridad, la ética, la participación consciente y la lucha contra la reproducción de patrones culturales patriarcales y capitalistas.
Para los educadores populares Charles Trocate y Andreia Borges, del MST, de Brasil, es importante que la agenda política de los movimientos parta de lo cotidiano como experiencia transformadora. En el caso del MST la lucha por la tierra, por la reforma agraria es un proyecto que toma en cuenta la dimensión humanista, que rescata la cultura y los saberes populares, la mística, el sentido común y coloca en el centro de su atención al hombre y a la mujer poniendo sobre el tapete una formacion que vincula la reflexión teórica con la práctica, el discurso con la vivencia cotidiana.
Nalu Faria, de Marcha Mundial de Mujeres habló, además, sobre los impactos de la división sexual del trabajo sobre las mujeres y cómo ello inside en la reproducción de patrones culturales de dominación, que se evidencian en los propios movimientos sociales. “Se trata —dijo— de que cada vez más la mujer asuma su papel como sujeto político y de que mujeres y hombres puedan reconstruir su identidad para luchar por esa otra sociedad más justa y solidaria.
Entre los panelistas que intervinieron en el seminario se encuentran los educadores populares Oscar Jara, de Costa Rica; Pilar Ubilla, de Uruguay; Claudia Korol, de Argentina; Charles Trocate, Andreia Borges y Nalú Faría, de Brasil; y María Isabel Romero y Julio César González, de Cuba.