Foro Social Mundial
Después del Foro Social Mundial, que se celebró del 25 al 30 de enero
de este año en Porto Alegre, Jôao Pedro Stedile, miembro de la
dirección nacional del MST y de la Comisión organizadora del evento,
elaboró un artículo haciendo un balance del Foro que será publicado en
la Revista Caros Amigos. Estos son algunos párrafos:
"(...) Porto Alegre fue un punto de encuentro más de todos los que se
levantan en contra del capital y a favor de las personas. Porto
Alegre fue una encrucijada donde nos reunimos todos los que queríamos
cambios. Y todos pudimos opinar. La pluralidad de ideas sobre los
verdaderos dilemas y problemas de la humanidad fue fantástica.
Nuestra pauta era como resolver los grandes desafíos que las personas
y la humanidad están enfrentando en este inicio de nuevo siglo y
milenio: trabajo, tierra, alimentación, salud, vivienda, educación
publica y universal, dignidad, ética, soberanía alimentaria, soberanía
de los pueblos.
No nos contentamos en debatir ideas. Mostramos que la práctica es la
que mueve el mundo. Es decir, son los ideales los que movilizan al
pueblo(...) Por esto, también los campesinos gaúchos de diversos
movimientos sociales que actúan en el campo, con la solidaridad de
organizaciones campesinas de todo el mundo, hicimos un gesto simbólico
de ocupar temporalmente la Monsanto, para denunciar que el hambre del
mundo no se resolverá con los transgénicos. Quisimos con esto lanzar
una campaña internacional para que la UNESCO declare las semillas como
"patrimonio de la humanidad". La alimentación de la humanidad depende
de la democratización de las semillas. Los agricultores de todo el
mundo no pueden convertirse en rehenes de cinco grupos económicos.
(...) El Foro fue muy importante también porqué dio la oportunidad de
que los más diversos grupos sociales, de todo el mundo, aprovechasen
aquellos días para llevar a cabo reuniones paralelas de articulación
de luchas. Ahora estamos cada vez más unidos, contra el FMI, contra
el Banco Mundial, contra las semillas transgénicas, contra la deuda
externa, contra el desempleo, contra el capital internacional
especulativo, contra la exclusión de los pobres en la educación, en la
salud, en el derecho a la tierra. No nos preocupamos con discursos y
documentos. Preferimos preparar agendas y puntos de encuentro.
Porto Alegre fue, durante cinco días, un puerto mundial, donde
atracamos para abastecernos de ideales, de solidaridad, de
compañerismo. Y cargados de esta energía, volver a nuestros países,
preparados para nuevas batallas.