Educación en el Campo es estratégico

2004-09-16 00:00:00

MST Informa, Año III - nº 70, viernes, 06 de agosto de 2004

Queridas amigas y queridos amigos del MST,

Esta semana, entre el 2 y el 6 de agosto, promovimos junto a
movimientos sociales de todo Brasil la II Conferencia de
Educación en el Campo, que reunió, en Luziânia, municipio del
estado de Goiás del entorno del Distrito Federal, más de mil
educadoras y educadores, representantes de organizaciones no-
gubernamentales, ayuntamientos, ministerios y sindicatos. El
objetivo principal de la actividad fue fortalecer la
movilización popular por la educación en las áreas rurales y
buscar el apoyo del gobierno para políticas públicas en este
campo. La actividad fue una colaboración con la UNESCO
(Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura), UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas
para la Infancia) y la CNBB (Conferencia Nacional de los
Obispos de Brasil). Contó con el apoyo del MEC (Ministerio de
Educación) y el PRONERA (Programa Nacional de Educación en la
Reforma Agraria).

La expresión "en el campo", tiene un sentido especial:
representa la idea de que tenemos que realizar una educación
orientada a la realidad del medio rural con el protagonismo
de la población. O sea, la responsabilidad es del Estado,
aunque las diferentes formas de organización del pueblo
precisan ser los principales agentes de la formación para que,
de hecho, sea un instrumento de liberación de las personas, y
no un puro formalismo. A partir de esta concepción,
discutimos prácticas y reflexiones desarrolladas en este área
y estudiamos estrategias de implementación de las directrices
para educación y los contenidos y metodologías específicos.

Como parte del MST Informa de esta semana, les enviamos uno de
los textos publicados por la Agencia Carta Maior sobre la
Conferencia.

Saludos
Secretaría Nacional del MST

Conferencia por la Educación en el Campo es estratégica para
la agenda del cambio

02/08/04 por Maurício Hashizume

Si tuviese que ser resumida con un único adjetivo, la II
Conferencia Nacional por una Educación en el Campo que
comenzó este lunes (2 de agosto) sería definida simplemente
como "estratégica" por los casi mil participantes que están
reunidos en Luziânia, municipio de Goiás que compone la región
del entorno del Distrito Federal.

Para los movimientos sociales y sindicales rurales, el
encuentro marca la movilización por un nuevo espacio de
educación para la población que vive en el campo, donde un
niño tiene ocho veces menos oportunidades de ser
alfabetizada, según datos del Fondo de las Naciones Unidas
para la Infancia (UNICEF).

La importancia "estratégica" se hizo transparente en las
palabras de João Pedro Stédile, de la coordinación nacional
del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST),
durante la ceremonia de apertura. En su opinión, la cuestión
gana más relevancia porque llega en el momento clave en que
Brasil vive una crisis de proyecto. "El país está en una
encrucijada", resumió, recordando un discurso de Fidel Castro,
presidente de Cuba en el que el comandante dijo que hoy la
liberación del pueblo no se hace con fusiles, sino con "lápiz
y bolígrafo".

A la platea que abarrotaba el auditorio, Stédile explicó que
desde que el modelo de industrialismo "dependiente" (que
estuvo en vigor desde la década de los 30 hasta los años 80)
se estancó, la elite está intentando implantar el modelo
neoliberal en el país. "Derrotamos el neoliberalismo en las
elecciones, pero todavía no fue suficiente", dijo el líder
del MST, para el cual el modelo todavía está presente en la
prensa, en el gobierno, en las administraciones estatales y
municipales, en las universidades y llega hasta a las
escuelas. Para él, la educación del campo es "descartable" y
acaba en el rol de políticas del Ministerio de Transporte
porque se necesitan tan sólo autobuses o furgonetas para
sacar al pueblo del campo.

La tesis presentada por Stédile fue enteramente asumida por el
ministro de Educación, Tarso Genro. Fue el ministro además
quien afirmó que el modelo de desarrollo del Estado brasileño
todavía no ha conseguido librarse del capital financiero
especulativo que usa y abusa del chantaje relativo a la deuda
pública. "No habrá ninguna cambio y ninguna transición si no
hubiera un movimiento de fuera para dentro", afirmó
categóricamente el ex-alcalde de Porto Alegre, reforzando aún
más la concepción "estratégica" de la Conferencia.

"Los grandes cambios sociales que se dan dentro de la
democracia sólo existen cuando la ciudadanía participa
activamente haciendo sus propuestas y presionando
democráticamente. No existe ningún paradigma de cambio - a no
ser en dictadura - que no haya venido también de fuera del
gobierno", añadió. "Una sociedad que no tiene movimientos
sociales activos es una sociedad enferma. Es una sociedad que
tiene déficit democrático. La participación e inducción de
los movimientos sociales es clave para que los cambios se den
dentro de la ciudadanía". Cambios estos que el ministro dijo
confiar en que ganarían más espacio dentro de la agenda
nacional en breve: "Ya hemos retomado el crecimiento y ahora
tenemos que hacer políticas fuertes de transición hacia un
modelo de desarrollo que implique generación y distribución de
renta y aumento de las tasas de crecimiento".

La señal del gobierno, según el ministro, ya fue dada en la
edición del último sábado (31). "A partir de ahora tenemos
una Secretaría Especial de Alfabetización y Diversidad y una
coordinación especial para la educación en el campo que va a
tratar específicamente de esa cuestión incorporando
contribuciones magníficas como las que vienen de esa
conferencia". Para acabar, Tarso Genro criticó la "lógica
salvaje de las privatizaciones" e hizo una defensa vehemente
de la importancia de las partidas presupuestarias de su
ministerio. "La educación no es una cuestión secundaria de la
política pública cuyas partidas presupuestarias puedan ser
retiradas o transferidas a otras cuestiones".

Retomando a Paulo Freire

El especialista en educación popular, profesor Miguel González
Arroyo, de la Facultad de Educación de la Universidad Federal
de Minas Gerais (UFMG), explicó que las experiencias que
están siendo realizadas con los movimientos sociales
campesinos son una prueba del potencial que la educación en el
campo puede desempeñar como eje de la transformación social.

"A veces se habla muy mal de la educación en el campo y rural.
Hay motivos. Realmente, hay mucho descaso, mucho abandono. El
joven del campo no tiene perspectivas. No tiene condiciones de
estudiar más de lo que hasta el 4o curso [de educación
básica]. Todo eso ha de ser hablado. Pero también hay que
hablar de otra realidad, del trabajo que los diversos
movimientos del campo y por el movimiento sindical están
realizando", subrayó Arroyo. "Si la educación pública del
campo está abandonada, la educación de los movimientos
sociales hoy es una de las fronteras más avanzadas del
movimiento pedagógico brasileño", afirmó el ex-secretario
municipal de educación del estado de Belo Horizonte.

Para el especialista, lo más interesante de la educación en el
campo de los movimientos sociales y sindicales es que están
recogiendo todo lo que había de más progresista en la
concepción pedagógica, didáctica, de temarios y de formación
de profesores. "Quien está retomando toda la pedagogía de
Paulo Freire, todo el movimiento de educación popular de los
años 60 y 70 en Brasil son ellos. Eso da mucha esperanza".