Quito, 27 y 28 de julio de 2004

Declaración del Primer Foro Parlamentario de las Américas

2004-08-03 00:00:00

Las políticas neoliberales aplicadas en nuestros países en las
últimas décadas les han generado daños a los aparatos
productivos industriales y agropecuarios y han aumentado la
pobreza y la miseria de nuestros pueblos, ahondando las
desigualdades sociales y de género, empeorado la situación de
los grupos vulnerables y deteriorando el medio ambiente. Ha sido
especialmente dañino el efecto de estas medidas contra las
mujeres. Porque han agravado la feminización de la pobreza.

Los hechos han demostrado que las políticas neoliberales no
conducen al desarrollo y bienestar de las naciones
americanas, porque, por el contrario, les han agravado sus
viejos problemas. Esto, porque esas medidas representan los
intereses del capital financiero internacional y, en especial,
de Estados Unidos.

En desarrollo de esas mismas orientaciones ahora se les quiere
imponer a las naciones de América el ALCA y los tratados de
libre comercio con Estados Unidos, tratados que han sido
negociados de espaldas a sus parlamentos y que, dado su
contenido, son inequitativos, violan las soberanías nacionales,
la dignidad de los pueblos, agravan la situación de los
trabajadores y lesionan la cultura y tradiciones nacionales.

Respaldamos la petición de los parlamentos mexicanos de
renegociar de manera integral el acuerdo de libre comercio
firmado entre México, Canadá y Estados Unidos (TLCAN), por su
afectación a varios sectores de la economía de ese país, ya que
los ha colocado en condiciones de competencia inequitativa.

Denunciamos, así mismo, las diferentes prácticas del gobierno de
Estados Unidos para imponer en las relaciones económicas
internacionales tratamientos incluso más lesivos que los
determina en los tratados de libre comercio.

Los millones de migrantes de América Latina y el Caribe hacia
Estados Unidos y Europa son otra prueba más del desastre social
producido por el neoliberalismo y las imposiciones del Fondo
Monetario Internacional en el continente, masiva migración a la
que los países receptores deben garantizarle de la manera más
estricta sus derechos y garantías laborales y sociales.

Llamamos a todos los parlamentos de los países centro americano
para que no ratifiquen el tratado de libre comercio firmado por
sus gobiernos con Estados Unidos, dado que el llamado CAFTA
lesiona la seguridad alimentaría y el medio ambiente.

Cualquier acuerdo económico internacional debe fundamentarse en
el respeto a las soberanías de las naciones, la protección de
los mercados internos y el beneficio recíproco, para que pueda
redundar en el progreso de los pueblos. Dentro de esta
concepción promoveremos la integración latinoamericana y del
caribe.

Las concepciones neoliberales y militaristas también atentan
contra los principios y derechos democráticos de las naciones.

Los parlamentarios y parlamentarias latinoamericanos y caribeños
debemos tener una activa participación en la defensa de los
intereses nacionales y, en ese papel, debemos trabajar por
unirnos con todos los sectores que comparten con nosotros el
espíritu de esta declaración.

Respaldamos la campaña Continental de Lucha Contra el ALCA, el
CAFTA y el TLC Andino, por ser un proyecto de expansión
económica y recolonización del Imperio.

Apoyamos las exigencias de los pueblos indígenas en defensa de
sus derechos colectivos y de dichos derechos parte de las
legislaciones de los países, al igual que pedimos que la
Organización de Estados Americanos (OEA) apruebe la Declaración
sobre Derechos de los Pueblos Indígenas.

Nos declaramos en contra de la cada vez mayor ingerencia militar
de Estados Unidos en América Latina y el Caribe y en especial
del aumento de sus bases en la región.

Rechazamos el uso de la guerra imperialista, sea cual sea el
pretexto con el que se justifique. Y demandamos que los
gobiernos inviertan más en desarrollo y menos en la guerra.

Frente al grave problema de la deuda externa, que empobrece y
condiciona las políticas nacionales, los parlamentarios debemos
asumir posiciones patrióticas que impiden que sea deuda nos siga
empobreciendo y condicionando nuestro desarrollo.

Condenamos el racismo y todas las formas de discriminación y
exclusión sociales y económicas y defendemos la cabal vigencia
de los derechos humanos, así como vigilaremos el estricto
cumplimiento de los acuerdos internacionales al respecto.

Asumimos el compromiso de hacer una agenda común con el
movimiento social y de mujeres emergentes del Foro Social de las
Américas, en la perspectiva del Foro Social Mundial. Respaldamos
la Marcha Mundial de las Mujeres.

También nos esforzamos por ampliar y profundizar las relaciones
parlamentarias americanas, en sus diferentes modalidades de
organizaciones regionales e internacionales.

Hacemos un llamado a los parlamentarios progresistas de Estados
Unidos y Canadá para que rechacen las políticas imperialistas de
sus gobiernos y para que luchemos de manera conjunta en la
elaboración de una alternativa a la globalización neoliberal.

Convocamos al Quinto Foro Parlamentario Mundial en Porto Alegre,
Brasil, en enero de 2005, para lo que ponemos en consideración
de las demás redes parlamentarias esta declaración y las
resoluciones de solidaridad aprobadas en este evento en el
propósito de coincidir en una agenda común.

Presidencia colegiada:

Leticia Burgos, Senadora República de Méjico

Jorge Robledo, Senador de la República de Colombia

Francisco Dantas, Dip. Federal de la República de Brasil

Kenia Serrano, Diputada de la Asamblea Popular de la República
de Cuba

(Declaración aprobada por consenso, por los Parlamentarios
asistentes al I Foro Parlamentario de las Américas)