Crisis del Agro
Es cierto que existen subsidios, pero nada más para los grandes empresarios, como es el del azúcar en Nicaragua, que están en manos del gran capital. Otro ejemplo es la comercialización del pollo en la región, que al pasar a manos de las grandes transnacionales produjo de inmediato el establecimiento de altos aranceles al pollo importado. Es decir, el mercado es regulado (aranceles, impuestos, precios fijos) solo cuando se trata de bienes producidos o distribuidos por el gran capital.
No es posible que en Nicaragua se esté importando 180 millones de dólares anuales en alimentos cuando existe un fuerte sector campesino compuesto por cooperativas campesinas y los trabajadores que controlan más del 50% de las tierras del país.
La actual crisis del sector cafetalero en Nicaragua (debido a la baja en los precios internacionales y alto costo de la producción) está obligando a abrir un nuevo capítulo dentro del proceso de la reforma agraria. Más de 60,000 trabajadores agrícolas permanentes del café han comenzado a perder sus empleos y a convertirse en demandantes de tierra. La crisis en el sector cafetalero debe de transformarse en una oportunidad para pensar como se puede implementar un sistema productivo distinto o alternativo.
Nuestra propuesta es que existe una necesidad inmediata de diversificar la economía campesina produciendo “para adentro” y reorientando las políticas comerciales que obligan los países en desarrollo a comprar sus alimentos en el exterior . Se debe revisar la política de subsidios tantos, en los países en desarrollo como en los países desarrollados, que sin los subsidios agrícolas no pueden sobrevivir