Declaración de las campañas del Mercosur

Los riesgos del acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur

2004-05-06 00:00:00

Detrás de las buenas intenciones, la Unión Europea busca la
ampliación de mercados para sus grandes corporaciones en servicios
y compras gubernamentales y garantías para sus grandes inversores.

Las negociaciones para la conclusión de un acuerdo de asociación
Inter. Regional entre el Mercosur y la Unión Europea se encuentran
en un momento crucial de definición de compromisos de ambas
partes, relacionados a la apertura del sector agrícola europeo y
inclusión o no de ciertos sectores que son fundamentales para las
economías y las sociedades de los países del Mercosur.

Por este motivo, las organizaciones y movimientos de la región que
hacemos la Campaña Contra el ALCA en los países del Mercosur
queremos hacer pública nuestra preocupación por los riesgos y
problemas que involucran los compromisos que el bloque viene
asumiendo en las negociaciones:

1) Las profundas asimetrías económicas y tecnológicas entre el
Mercosur y la UE, sumadas a las dificultades políticas del
primero, pueden producir un acuerdo comercial desigual, donde las
supuestas ventajas obtenidas por el lado más débil, el Mercosur,
se tornarían artificiales, si se las compara con las grandes
desventajas que los países de este bloque sufrirían. Un acuerdo de
este tipo consolidaría para las décadas futuras las prerrogativas
que las multinacionales europeas ya gozan, o nuevas, en detrimento
de nuestros intereses nacionales. A pesar de la inclusión del
Capítulo de Cooperación en el acuerdo para corrección de
asimetrías, la experiencia muestra, como en el caso de UE-Chile,
que esto no ha ocurrido y confirma la preocupación de que el
acuerdo Mercosur-UE no pase de un acuerdo de liberalización
comercial más.

2) Las organizaciones sociales que actuamos en el enfrentamiento
al ALCA y la OMC hemos alertado a la opinión pública sobre los
riesgos de la inclusión de temas tales como inversiones, compras
gubernamentales y política de competencia, que condicionan el
desarrollo económico y social de nuestros países y por eso, se han
puesto, junto con los subsidios agrícolas, en el centro de las
diferencias entre los países más ricos y los menos desarrollados
en las negociaciones de la OMC. Mientras tanto, la Unión Europea
ha insistido en su inclusión en el acuerdo con el Mercosur y, más
aún, han condicionado una tímida disminución en los subsidios
agrícolas (a través de cuotas) a una sustancial mejora de la
oferta en servicios y principalmente en compras gubernamentales
del Mercosur.

3) El hecho de que el Mercosur proponga el abordaje según el
método de "listas positivas" para la presentación de sus ofertas
de liberalización en sectores sensibles (inversiones y servicios)
no evita que tales temas y sectores sean incluidos de forma
creciente en los acuerdos que apuntan a transformar todas las
esferas de la economía y de la sociedad en mercaderías (salud,
educación, servicios públicos, etc.). Por otra parte, vemos con
preocupación que los países de la región acepten condicionar su
oferta de servicios a la mejora de la oferta agrícola europea. Se
abre así un precedente que puede llevar a una ampliación
inaceptable de los temas en negociación, e indicar que nuestros
países estarían dispuestos a entregar a los intereses de empresas
y gobiernos europeos, nuevos sectores estratégicos para el
desarrollo y bienestar de nuestros pueblos. O reconocer la
legitimidad de injustas situaciones que aspiramos a revertir.

Por otra parte, es necesario aclara que el acceso a los mercados
agrícolas europeos es beneficioso para los grandes productores, y
no para los pequeños granjeros, que producen para el mercado
interno.

4) A pesar de que las listas de ofertas todavía estén en proceso
de negociación y, por lo tanto, contengan un alto grado de
indefinición, es preocupante el hecho de que el Mercosur esté
incluyendo en su oferta "servicios financieros" y
"telecomunicaciones" (Brasil), después de reclamos de la Unión
Europea en la última reunión del CNB de Buenos Aires, a comienzo
de marzo, exactamente sobre la ausencia de esos sectores. La
liberalización intenta garantizar a las corporaciones
internacionales una libertad total para la remesa de sus lucros,
bloqueando la posibilidad de que los próximos gobiernos regulen la
repatriación del capital extranjero relativo a inversiones en
estos sectores. En el caso de la discusión de servicios, el
Mercosur no debería aceptar la propuesta de la UE de ampliar la
inclusión de ítems de servicios ambientales (lo que incluye agua y
saneamiento). La UE sigue forzando la inclusión de los llamados
"servicios profesionales", que permitiría el traslado de mano de
obra calificada de Europa a las filiales de empresas europeas en
el área del Mercosur, agravando el ya crónico problema de
desempleo en la región. En el área de servicios, también es
preocupante el énfasis europeo en sectores como pesca, minería
(incluyendo extracción de petróleo y gas), riquezas importantes y
fundamentales para el desarrollo de nuestros países.

5) En el nuevo mapa de las negociaciones globales y de la
relevancia del papel del llamado G20 en defensa de los intereses
de los países en desarrollo, el entusiasmo y la "generosidad" de
la UE pueden estar siendo una maniobra para quebrar el bloque y
minar las posibilidades de un encaminamiento más justo de las
negociaciones internacionales del comercio.

6) Al contrario de las negociaciones del ALCA y en el ámbito de la
OMC - donde después de años de lucha y reivindicaciones las
organizaciones sociales consiguieron conquistar el acceso a
documentos y en algunos casos inclusive a las reuniones oficiales-
no se visualizan instancias claras de consulta sobre las
negociaciones UE-Mercosur, ni tampoco empeño de nuestros gobiernos
por garantizar la presencia de organizaciones de la sociedad civil
en las reuniones de negociación. Reclamamos firmemente que
nuestros gobiernos den a publicidad los pormenores de las
negociaciones; que antes de cada reunión se den a conocer a la
sociedad las propuestas con las que el Mercosur concurre, y el
contenido de las que propone la UE. Según trasciende en los medios
de prensa el acuerdo UE-Mercosur, sería firmado antes que el
mandato de la actual comisión negociadora europea llegue a su fin,
lo que está previsto para el mes de octubre, por lo que estamos
ante la posibilidad inminente de que se firme un acuerdo que
compromete el presente y el futuro de nuestros pueblos, sin que se
haya dado a publicidad la información mínima sobre su contenido.

7) Demandamos un empeño efectivo de los países del Mercosur para
que los derechos socio laborales sean protegidos y tengan primacía
sobre los objetivos de liberalización comercial, teniendo como
piso la Declaración Socio-Laboral del Mercosur y la Carta de
Derechos Fundamentales de la Unión Europea.

El estrechamiento de las relaciones con la Unión Europea es un
camino que debe ser transitado atendiendo a las asimetrías de los
bloques. Las ganancias de una hipotética apertura agrícola a los
productos del Mercosur no son razón suficiente para comprometer el
desarrollo económico y el bienestar de las poblaciones de
Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

Por Argentina
Autoconvocatoria No al ALCA
Beerly Keene (54 9 11) 54679328 cel.
Isaak Rudnik (54 9 11) 41882603 cel.
Juan Gonzalez (54 9 11) 4419-250

Por Brasil
Campanha Brasileira contra a ALCA
(55 11) 5572-1518
jubileubrasil@terra.com.br

Por Paraguay
Iniciativa paraguaya no AL ALCA
NORMA VALIENTE tels. 595 21 451628 / 491707 / 495941
consultapopularpy@rieder.net.py

Por Uruguay
Campaña nacional por la soberanía y contra el ALCA
Damián Osta (598) (2) 902.23.55 / 908.27.30
damianosta@hotmail.com