Extranjero/as y migrantes en la región andina: panelistas señalan que el respeto a los derechos humanos es prioritario

El control migratorio y la vigilancia de las fronteras no son los
únicos elementos a tomar en cuenta cuando se habla de migración y se
piensa en políticas migratorias. Esta fue una de las conclusiones
del panel "Integración, seguridad y derechos de lo/as migrantes en
la región Andina", que se realizó el martes pasado en la Universidad
Católica, como parte de las Jornadas Preparatorias del Primer Foro
Social Américas. Lo/as panelistas resaltaron que el incremento de
trabajadore/as migrantes en la región, así como de colombiano/as que
buscan refugio en países vecinos es una realidad creciente y muchas
veces dramática, que necesita respuestas integrales de parte de los
Estados y la sociedad civil.

En el panel se resaltaron algunos hechos coyunturales: por un lado,
que el conflicto armado, político y social en Colombia se ha
regionalizado y, por otro lado, que Ecuador -un país dolarizado- se
ha convertido en receptor de trabajadore/as migrantes
latinoamericano/as y al mismo tiempo de población colombiana que
huye de la violencia. De igual manera, algunos panelistas mostraron
su preocupación por la respuesta de los gobiernos de Ecuador y
Colombia, que evidencian una alineación a la política de seguridad
nacional de Estados Unidos.

Pablo de la Vega, coordinador del Centro de Derechos Humanos Segundo
Montes, señaló que el tema migratorio ha sido invisibilizado de las
agendas bilaterales Ecuador-Perú y Ecuador-Colombia. Así mismo,
alertó que el conflicto colombiano ha provocado el desbordamiento de
una crisis humanitaria que afecta los derechos de desplazado/as y
personas que cruzan las fronteras en busca de protección. Diego
Borja, asesor del Parlamento Andino, recordó que hoy predominan los
discursos contradictorios que promueven el libre comercio pero
restringen la movilidad humana. En este contexto, señaló que no se
puede permitir que en la región se imponga una "agenda del miedo",
sino que se debe trabajar por una integración real e integral.

Marcela Cassaró, presidenta de la colonia peruana en el sur de
Ecuador, habló de las duras condiciones de vida de lo/as
trabajadores peruanos en este país y de las constantes extorsiones y
abusos que enfrentan lo/as inmigrantes irregulares. En cambio,
Froilán Ríos, de la colonia colombiana en Ecuador, destacó el aporte
que pueden dar los migrantes a los países de destino, resaltando los
beneficios comerciales en países con fronteras abiertas.

En el panel también participaron representantes del Estado
ecuatoriano. Renato del Campo, Director de Extranjería, insistió en
la necesidad de fortalecer el control migratorio y la vigilancia en
las fronteras, como una manera de precautelar la seguridad y la paz
interna. La diputada María Augusta Rivas, presidenta de la Comisión
de Derechos Humanos del Congreso, pidió coherencia en las medidas y
políticas migratorias que adopte el Estado ecuatoriano, recordando
que se debe exigir iguales derechos para ecuatoriano/as en el
extranjero y para colombiano/as y peruano/as en Ecuador.

En el panel surgieron ciertas propuestas y alternativas para
enfrentar de manera integral el tema de la integración, la seguridad
y los derechos de lo/as migrantes en la región Andina. Se pidió
respetar y aplicar los instrumentos internacionales de protección a
los derechos de las personas migrantes, entre ellos la Convención de
Protección de todos los Trabajadores Migrantes y sus Familiares, que
entró en vigencia en julio del año pasado y fue ratificada por gran
parte de los gobiernos de la región. También se propuso organizar
una conferencia humanitaria a nivel regional, para buscar
alternativas que precautelen la seguridad de la población civil
colombiana, y se planteó la necesidad de incorporar a la sociedad
civil en los debates y en la construcción de políticas migratorias.

El panel fue organizado por el Centro de DDHH Segundo Montes; el
Servicio Jesuita a Migrantes; la Fundación Ecuatoriana de Acción,
Estudios y Participación Social (FEDAEPS), y el Plan Migración,
Comunicación y Desarrollo.