Es hora de parar la Guerra
Colombia: Mujeres de la Ruta Pacífica exigimos cese bilateral del fuego
Bogotá 11 de junio de 2015. Las Mujeres de la Ruta Pacífica lamentamos el escalonamiento del conflicto armado por el cual está atravesando el país, luego del levantamiento del cese del fuego de manera unilateral y reinicio de los bombardeos el pasado 21 de mayo de 2015.
Son dolorosos los últimos hechos registrados en Timbío-Cauca donde 3 miembros de la policía perdieron la vida y en El Tigre-Putumayo donde hubo un atentado a las 6:00 a.m de hoy, dejando destruida la Estación de Policía y 25 viviendas; igualmente el terrible impacto ambiental causado por el derramamiento de crudo, al que fueron sometidos más de 3 transportadores en el corredor Puerto Vega-Teteyé y en otros sectores del departamento del Putumayo. Sumándose a lo anterior, un grave impacto y afectación a la población a causa de Minas antipersonal (MAP), munición sin explotar (Muse) y artefactos explosivos improvisados (AEI).
Con gran tristeza recibimos estas noticias, que anexadas a los actos atroces que ha dejado la guerra en Colombia, nos lleva a convencernos una vez más que hay que parar esta guerra. Llamamos a las partes a que reaccionen de manera coherente frente a esta situación; negociar en medio de la guerra es asumir un proceso de paz a medias y es cerrarle las puertas a la esperanza.
Esperanza que hace tres años el Gobierno Nacional y las Farc sembraron entre las mujeres y hombres de esta Nación, mediante la Creación de la Mesa de Negociación en La Habana.
Por tanto, desde nuestras experiencias, vivires y sentires, dejamos claro que para nosotras la paz no se hace tan sólo con la firma de un documento e insistimos y exigimos de manera urgente que la continuidad del proceso de paz se lleve a cabo sin un hecho más de violencia.
Este es el momento en el que se tiene que visibilizar el diálogo y el deseo de paz mediante el Cese bilateral del fuego mostrando con acciones de paz las intenciones de las partes para erradicar tanto dolor, empobrecimiento y desterritorialización que hemos llevado acuestas las colombianas y colombianos durante más de 50 años.
¡Ni guerra que nos mate, ni paz que nos oprima!
¡La Paz es Imparable!