La Reforma Agraria es la más importante reforma que el gobierno puede hacer
MST Informa. Año III - nº 55. viernes, 16 de enero de 2004
Estamos publicando para los lectores amigos del Letraviva el
resumen de dos importantes entrevistas que pueden ayudar a
comprender mejor la coyuntura actual de la Reforma Agraria
Ariovaldo Umbelino de Oliveira es profesor y doctor en
Geografía por la Universidad de São Paulo (USP) y también es
integrante del equipo del profesor Plínio de Arruda Sampaio,
responsable de la elaboración del Plan Nacional de Reforma
Agraria del gobierno Lula
En entrevista para el informativo semanal Brasil de Fato,
del 7 de enero de 2004, el doctor Oliveira revela datos
sobre la propiedad improductiva en Brasil y el papel
político de los movimientos sociales
Por otro lado, el presidente de la CNBB, cardenal Geraldo
Majella Agnelo, reclama más rapidez a Lula en la conducción
de las reformas, principalmente la agraria. En la entrevista
para el diario O Estado de São Paulo, el 31 de diciembre de
2003, el arzobispo de Salvador y primado de Brasil elogia el
empeño del gobierno en combatir la corrupción y afirma que
"La Reforma Agraria es la más importante reforma que el
gobierno puede hacer, porque atinge las raíces de la
injusticia social.
Brasil de Fato - ¿Cuál es el balance del primer año de
gobierno Lula en la cuestión agraria? Ariovaldo Umbelino de
Oliveira - Este año fue marcado por una especie de compás de
espera. Por un lado, los movimientos sociales creyendo que
el gobierno podría implementar una política más decidida de
Reforma Agraria y, por otro, el gobierno que tardó un poco
en desencadenar el proceso de elaboración del Plan Nacional
de Reforma Agraria (PNRA). No fue hasta mayo o junio, con el
aumento de los procesos de lucha de los movimientos
sociales, que el ministerio se cuidó de preparar el PNRA.
Eso demuestra que, en realidad, Lula fue elegido sin tener
un plan para el campo. Además, en este final de año, hay un
clima de frustración causado por del bajísimo índice de
asentamientos que el gobierno consiguió hacer en el 2003.
Por lo tanto, el cuadro no es nada alentador.
BF - ¿Qué impide al gobierno hacer la Reforma Agraria?
Oliveira - Vivimos un periodo crítico pues aquellos
intelectuales que están ocupando cargos decisivos en el
núcleo duro del gobierno no ven la Reforma Agraria como una
alternativa de política de desarrollo económico. Al
contrario, ven la reforma agraria tan sólo como una política
compensatoria. Es evidente que eso es contradictorio porque
los movimientos sociales están ahí. Es prácticamente el
único sector de la sociedad civil que responde rápidamente a
la ausencia de políticas enfocadas al campo. La concepción
de ese núcleo duro del gobierno Lula se aproxima mucho a la
concepción del gobierno de Fernando H
Cardoso. Al analizar las metas del PNRA, vemos que éstas no
son muy diferentes de aquello que el último gobierno hizo.
Incluso, son menores que aquellas que el propio PT ya tuvo
en las elecciones de 89 y 94. Son metas que considero
extremamente tímidas teniendo en cuenta que no alterarán de
forma significativa el índice de concentración de tierras en
Brasil. Eso significa que una parte será asentada, pero
corremos el riesgo de tener muchos más acampados de los que
tenemos en este momento, porque la meta de este año no será
capaz de asentar a quienes ya están acampados.
BF – Entonces, el PNRA no va a tocar la estructura de
propiedad de tierras
Oliveira - Exactamente. La primera tentativa era hacer que
la reforma agraria fuese hecha en tierras públicas. Pero
cuando se descubrió que la cantidad de esas tierras era
insignificante -había prácticamente 5 millones de hectáreas
de tierras disponibles- entonces se vio que el camino habría
de ser la desapropiación. A pesar de todo, hubo una
tentativa de descalificar los datos existentes en el
catastro del INCRA (Instituto Nacional de Colonización y
Reforma Agraria). Es curiosa esa descalificación porque en
el catastro del INCRA las informaciones son proporcionadas
por los mismos propietarios rurales
Es un catastro declaratorio. El error fue pensar que al
incidir en el sector de las tierras catastradas en el INCRA,
incidirían en la estructura del agronegocio, lo cual no
sucede. El área total ocupada por la agricultura brasileña
hoy no va más allá de los 50 millones de hectáreas, en un
país que tiene 850 millones de hectáreas. De todos ellos, si
restamos 120 millones en tierras indígenas y 110 millones en
áreas de preservación, todavía restan más de 500 millones de
hectáreas que estarían disponibles. El catastro del INCRA
apunta cerca de 410 millones de hectáreas. Eso quiere decir
que hay entre 100 y 200 millones de hectáreas de tierras "no
catastradas", es decir, de tierras devolutas*. Pero si
analizamos estados como el de São Paulo, Paraná o Rio Grande
do Sul, fuertemente ocupados desde el punto de vista de la
actividad económica, tenemos la sensación de que no existen
esas tierras no ocupadas. Eso revela que las escrituras de
los propietarios contienen un área inferior a la que de
hecho ocupan. Eso quiere decir que en el momento en que
dispusiéramos de un catastro de propiedad de tierras
riguroso, descubriríamos que los propietarios ocupan más
tierras de las que deberían ocupar. Esa información es
valiosa pues podría ofrecer tierras a coste casi nulo para
la reforma agraria
* tierras devolutas son aquellas para las que no consta
oficialmente un propietario.
Estado - ¿Las acciones del gobierno para afrontar problemas
sociales son suficientes? Agnelo - No hay duda que Lula
enfatiza, en su programa de gobierno y en los discursos, la
prioridad que da a la solución de los problemas sociales
Pienso, a pesar de todo, que sus acciones todavía no han
sido tan decididas como sus propósitos. Podría haber
realizado ya bastante más en el campo de las políticas
sociales, si hubiese contenido con más rigor la voracidad de
los acreedores y renegociado las condiciones de pago de los
intereses de la deuda. La "deuda social" tiene prioridad
sobre cualquier deuda financiera.
Estado - ¿Cómo analiza el esfuerzo del gobierno en relación
a la reforma agraria? Agnelo - La reforma agraria es, a mi
modo de ver, la más importante que este gobierno puede
hacer, porque es la que más profundamente atinge las raíces
de la injusticia social en nuestro país. La reforma ha de
ser amplia y capaz de quebrar la espina dorsal de esta
estructura injusta, que es la concentración de la propiedad
de tierras. No se trata de intensificar la política de
asentamientos, sino de cambiar las prioridades: el
agronegocio para la exportación debe ser el complemento
natural de la agricultura familiar, y no quien lidere la
política agrícola. El MST tiene una posición firme en
defensa del Programa Nacional de Reforma Agraria, y merece
respeto.
Estado - ¿El gobierno dejó de lado alguna área que exige
urgencia o se retrasa en atacar algún problema? Agnelo - Sí,
en dos áreas muy sensibles. La reforma agraria, que a mi
modo de ver tiene una prioridad mayor que las de la
Previdencia y tributaria, y la promoción de un debate
nacional sobre como encaminar una negociación soberana de la
deuda pública, que tendrá que ser realizada.
Para leer el texto íntegro de ambas entrevistas, acceda a la
página: www.mst.org.br/biblioteca/textos/reformagr/bf.htm