Segunda conferencia Encuentro Internacional MMM
Resistencias contra la acumulación capitalista y patriarcal
“Acumulación por acaparamiento: trabajo, naturaleza, cuerpo de las mujeres y desmilitarización” fue el nombre de la segunda conferencia que se desarrolló en la jornada inaugural del Encuentro Internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres, espacio que reunió a expositoras de Turquía, Afganistán, Australia y Brasil.
Yildiz Temuturkan de Turquía, fue la encargada de abrir este panel presentando el contexto en el cual el modelo económico ha convertido cuerpos y territorios en mercancías bajo la lógica de la acumulación. “La explotación de la naturaleza y de las mujeres es una precondición para continuar con el sistema y es ahí en donde el feminismo debe luchar contra ese sistema patriarcal y capitalista”, señaló Yildiz.
Violencia militar y patriarcal
El año 2001 cuando se realizó el Encuentro Internacional de la MMM en Montreal, las mujeres fueron testigos del ataque de las fuerzas norteamericana en Afganistán luego de la caída de las torres gemelas. Las mujeres de la MMM en la ocasión salieron a protestar contra los ataques a oriente, sin embargo, en la actualidad el pueblo afgano sigue siendo violentado y vulnerados sus derechos.
Así lo señaló Malalai Joya- activista feminista afgana integrante de la Asociación Revolucionaria de las Mujeres de Afganistán- quien fue electa diputada del Wolesi Jirga en la Provincia de Farah y suspendida el año 2007 por sus críticas a los talibanes.
“Vengo de una tierra de tragedia que ha sido campo de fuego. Una tierra donde la guerra aún existe. Estados Unidos invadió Afganistán y a pesar de la presencia de miles de tropas extranjeras no existen seguridad, ni agua ni alimentos. Son 12 años de ocupación que han generado crímenes y violación de derechos humanos”, señaló Malalai.
Afganistán es uno de los 10 países con índices más bajos de desarrollo humanos y uno de los lugares más peligroso para ser mujer según Unifem. Malalai ha sobrevivido a siete intentos de asesinato por decir su opinión en el parlamento, en un país en donde las mujeres suelen ser atacadas con ácido. “Mientras siga habiendo presencia militar en Afganistán no habrá independencia y hablar de derechos es solo una broma cruel. Ninguna nación puede ofrecer una liberación a otra nación, esa liberación la deben hacer los propios pueblos”.
En el caso de la región Asia Pacífica, la situación de violencia y mercantilización del cuerpo por el abuso del poder patriarcal también en una realidad permanente. La situación de las mujeres en Filipinas está marcada por la violencia sexual, en donde muchas mujeres que han sido víctimas de este tipo de agresiones son obligadas a casarse con sus agresores, para recuperar el honor de sus familias. Así lo explicó Jean Enríquez de Filipinas, integrante del Comité Internacional de la MMM y Directora Ejecutiva de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres Asia Pacífico, quien en su vasta experiencia ha conocido la situación de violencia sexual, prostitución y violación de los derechos reproductivos que viven las mujeres en la región.
El cuerpo de las mujeres es visto como un territorio de dominación de los hombres, la religión y las corporaciones, como parte de la estrategia de control patriarcal reproducido generación tras generación. Así lo indicó Jean, quien señaló que frente a estos flagelos las mujeres han generado estrategias de resistencias.
“En la India, frente a una epidemia de violaciones, las mujeres comenzaron a defenderse en sus comunidades de manera colectiva. Cuando los padres impiden a sus hijas que salgan en la noche por los peligros, ellas salen en masas y se toman las calles como forma de resistencia, así como hay muchas mujeres que cansadas de las agresiones se organizan para asustar a los violadores”, señala Jean.
Crisis del cuidado y mercantilización de los bienes comunes
La crisis global del sistema económico y financiero ha traído una serie de efectos directos en la vida de las mujeres. La precarización laboral es una realidad que enfrentan miles de mujeres en el mundo y la privatización de los bienes comunes y del Estado hoy marca la agenda económica en muchos países.
Esta feminización de la precariedad laboral genera empleos de mala calidad, con bajos salarios y perjudica directamente la vida de las mujeres, explica Helena Hirata (Francia/Brasil), Doctora en Sociología política por la Universidad de Paris VIII y docente de la Universidad de Versailles-Saint-Quentin-en-Yvelines, quien señala que la globalización y la crisis actual ha generado una feminización de la explotación laboral.
“En las industrias las condiciones son precarias y el trabajo doméstico es realizado muchas veces por mujeres migrantes sin documentación” señala Helena, quien indica que el sector de los cuidados vive una crisis por los bajos salarios, un tema que debe ser atendido por los Estados.
Por su parte, Ariel Salleh (Australia), Doctora en Derecho, Ética y Políticas Públicas por la Universidad de Griffith, Australia y Profesora de la Universidad de Sidney, abordó la situación actual de mercantilización de los bienes comunes que genera el neoliberalismo en el mundo.
Desde una perspectiva feminista la experta australiana reconoció el aporte que las mujeres han realizado a la visibilización de la mercantilización que viven los recursos naturales y la masculinización en las estrategias extracción de los bienes comunes. Ariel explicó que el sistema capitalista y patriarcal tiene una deuda postcolonial con aquellos países que fueron territorios devastados en sus recursos y en las violencias instaladas, como ocurre en África y América Latina.
“El sistema europeo solo puede crecer a costa de la destrucción de la naturaleza de otros países y las respuestas “verdes” asociada a la crisis medioambiental está llena de estrategias que buscan seguir beneficiando a las corporaciones”, señaló la investigadora.