Brasil: Crímenes del latifundio

2003-11-04 00:00:00

Por unanimidad Fernando Henrique Cardoso y Almir Gabriel
fueron condenados por el Tribunal Internacional de los
Crímenes del Latifundio (TICL) en Pará

En votación unánime los ocho jurados condenaron a los
reos, Fernando Enrique Cardoso (FHC) y Almir Gabriel por
ser responsables por diversos crímenes de violación a los
derechos humanos y ambientales.

Conforme el Jurado Júlio José de Souza "los opositores de
los derechos humanos, madereros, hacendados, los
latifundistas y otros intereses económicos, depositaron
sus esperanzas en la acción de los diputados estatales,
federales, senadores, poder judicial y principalmente en
los Gobiernos, estatales y Federal, aquellos que se
declaran los fuertes opositores del derecho de los
trabajadores rurales y de los pueblos indígenas,
aportando a la impunidad, olvidando el lado social y
humanitario, rompieron la carta magna brasileña,
construyendo una estructura, la tan hablada neoliberal, y
en nombre del desarrollo y con apoyo de los órganos
oficiales, sea federal, bajo en el mando de FHC o
estatal, bajo el mando de Almir Gabriel, en los años de
sus gobiernos fueron asesinados y esclavizados centenares
de trabajadores rurales, y en la mayoría de las veces
salían de la esclavitud y volvieron a la esclavitud".

La jurado Salete Macaloz en su voto dijo que "los hechos
que motivaron la instauración de este Tribunal
Internacional, están sobradamente comprobados, con
tipificación en las legislaciones multilaterales, para
comenzar con la Declaración Universal de Derechos Humanos
del Hombre, de la Mujer y del Niño, en los acuerdos sobre
Derechos Humanos, en la Constitución Federal de 1988 y en
la legislación infraconstitucional, en dos líneas de
conducta":

1ra.) los reos, Sr. Fernando Henrique Cardoso y Sr. Almir
Gabriel son culpables no por omisión impropia, sino por
abuso de poder por la cómplice actitud de no ejercer sus
mandatos para asegurar la paz, garantizar a los
ciudadanos la seguridad necesaria y la sobrevivencia y
trabajo con dignidad. Son culpables por actuar
positivamente y por omisión. La actitud de apretar el
gatillo es directa, positiva y participativa por no crear
las condiciones que lo impidan.

2da.) los reos son culpables también por todas las
acciones gubernamentales que priorizaron los intereses
económicos, fortalecedoras de actitudes criminales contra
los asentamientos, de los crímenes ambientales, de las
masacres, de los asesinatos, de la negación de justicia,
de impunidad, de la evasión de riquezas, de la no
ejecución de la reforma agraria, del trabajo esclavo, del
abuso de las mujeres, niños y hombres, de la no defensa
de la vida. Termina diciendo que los reos deberán tener
referidos nombres, siempre que pronunciamos sus nombres,
la condena señala: Fernando Henrique Cardoso, condenado
por el Tribunal Internacional de los Crímenes del
Latifundio de Pará; Almir Gabriel, condenado por el TICL.

En la sentencia, el presidente del Tribunal Dr. Helio
Bicudo dijo que los reos fueron condenados porque la
omisión se transformó en acción en las reiterados
violaciones de los derechos humanos. Las omisiones se
transformaron en acción dolosa. Los reos fueron
condenados por que no implementaron políticas que
garanticen los derechos económicos, sociales y
culturales.

La sentencia será enviada al Presidente de la República
de Brasil, Presidente del Senado Federal, Presidente de
la Cámara de los Diputados, Organización de Estados
Americanos (OEA), Parlamento Europeo, Parlamento
Latinoamericano, Tribunal Penal Internacional, Gobierno
del Estado de Pará, Asamblea Legislativa, Tribunal
Judicial y entidades de derechos humanos.

El tribunal, que se desarrolló del 27 al 30 de octubre,
en Belén de Pará, tuvo como presidente al Dr. Hélio
Bicudo, en condición de abogada acusadora a la Dra. Rosa
María Cardoso de Cunha, como defensor de los reos al Dr.
Rubens Mota y como jurados a Salete Macaloz (Jueza
Federal de Río de Janeiro), James Petras (Sociólogo
estadounidense), Padre Martinho Lens (Comisión Nacional
de Obispos de Brasil, CNBB Nacional), Jennifer Harbury
(abogada de Estados Unidos), Stephan Scwartzman
(activista de los derechos humanos de Estados Unidos),
Julio José de Souza (Representante del Consejo Indígena
de Roraima), Fernando Fernandez (Plataforma Rural de
España), Mary Lawlor (Representante de Front Line en
Holanda).

Durante cuatro días cerca de mil campesinos venidos de
todas las regiones del Estado de Pará y de otros Estados
de Brasil acompañaron toda la programación del Tribunal
Internacional. Varias personalidades relacionadas a los
derechos humanos y políticos también estuvieron presentes
en el evento.

Como protesta de los participantes del tribunal queda la
intervención y el boicot ejecutado por la TV Liberal de
Pará y la Red Globo de Televisión. La democracia fue
nuevamente silenciada.

Belém, 30 de octubre de 2003

La Coordinación del Tribunal Internacional de los Crímenes del Latifundio.