Pronunciamiento de Recalca
Red Colombiana de Acción frente al Libre Comercio y el ALCA, Recalca
Octubre 16 de 2003.
Pronunciamiento.
En círculos gubernamentales se ha fomentado la ilusión entre muchos
profesionales colombianos de que podrán acariciar el "sueño
americano" con los tratados de libre comercio y prestar sus
capacidades laborales en ese mercado y que Colombia tiene una gran
potencial para exportar este tipo de servicios, la experiencia
reciente y las medidas del gobierno norteamericano indican lo
contrario.
A pesar de lo expresado por el gobierno, los únicos colombianos que
se ubican sin problemas en un cargo profesional son los que
previamente trabajan con compañías multinacionales en Colombia y son
trasladados, generalmente por un periodo limitado de tiempo, a los
Estados Unidos. Los demás, si son debidamente calificados y han
superado las enormes barreras de obtener una visa de residente y del
idioma, comúnmente requieren de un buen número de años para lograr
ubicarse en un empleo que corresponda a su entrenamiento y
experiencia previa. En ese proceso de adaptación al nuevo
mercado laboral y búsqueda del empleo soñado, muchos cirujanos han
terminado trabajando como auxiliares de cirugía y muchos ingenieros
de sistemas como asistentes de procesamiento de datos. Tal vez
quienes tienen mayores ventajas son quienes han obtenido títulos de
postgrado en universidades norteamericanas quienes evidentemente son
una minoría.
El congreso norteamericano acaba de decidir como parte de un paquete
de restricciones que se están imponiendo al ingreso de personal
calificado al mercado norteamericano, la reducción desde 195.000
hasta 65.000 la cantidad de visas que se pueden otorgar a
profesionales y se están estudiando nuevas limitaciones. Estas
políticas constituyen un marco dentro del cual el gobierno de Bush
tiene que adelantar las negociaciones de los tratados comerciales. Si
a esto le sumamos las tradicionales limitaciones al otorgamiento de
visas comunes, la dificultad para la homologación de títulos
profesionales, la competencia con otros inmigrantes extranjeros
altamente calificados (médicos y expertos en informática provenientes
de Pakistán y la India,, ingenieros del antiguo bloque soviético,
científicos canadienses y europeos entre otros) y los
crecientes reclamos de los profesionales norteamericanos que se ven
desplazados por personas de otras latitudes con pagos inferiores en
un momento en el que aumentan las tasas de desempleo norteamericana,
el panorama es sombrío. Chile y Singapur lograron a duras penas que
se incluyera en el último momento en el reciente acuerdo de libre
comercio con Estados Unidos que 1.400 trabajadores chilenos puedan
entrar cada año a los Estados Unidos con un nuevo programa de visas.
Sin embargo, el Senado norteamericano se resistió a dicha medida con
el argumento que desplazaba los trabajadores calificados nacionales y
solo le dio vía libre con la advertencia de que tratados de libre
comercio con otros países deben ser mas restrictivos al respecto y
que de ninguna manera los acuerdos con Chile y Singapur pueden
generalizarse en los tratados previstos con otros países. El trámite
de las visas de trabajo por parte de compañías de Estados Unidos que
quieren contratar extranjeros es muy costoso, se puede demorar hasta
18 meses y esta lleno de requisitos y trabas burocráticas Luego del
11 de septiembre, estos empleados con visa de trabajo pero sin
residencia o "green card" tienen enormes complicaciones en
inmigración cuando van a reingresar al país luego de haber salido de
Estados Unidos por vacaciones o viajes de negocios. En Colombia se
vienen dando pasos hacia la adopción de normas en el terreno
del ejercicio profesional que prepararían condiciones para que
profesionales de otros países especialmente norteamericanos vengan a
desempeñar acá su trabajo, sin tener en cuenta los altos índices
nacionales de desempleo profesional.
Normas como la adopción de estándares internacionales en materia
contable que convertirían a los contadores en simples contratistas de
las multinacionales de la contaduría, y disposiciones como el
proyecto 017 que regula el servicio profesional en salud, se
constituyen en medidas dirigidas a abrir el mercado nacional a los
profesionales extranjeros mientras que el acuerdo bilateral con
Estados Unidos y el ALCA no garantizan el acceso de los
profesionales colombianos al los mercados externos.
La preocupación del gobierno debería ser como capacitar y utilizar en
beneficio de la población colombiana tan necesitada de ellos, los
servicios de profesionales en cuya formación la sociedad ha invertido
importantes recursos. Crear falsas ilusiones en una supuesta
exportación de servicios profesionales, no tener en cuenta que los
tratados más que ofrecer servicios nos obligan a importarlos y no
propiciar una verdadera política de creación de empleo profesional,
lo único que llevará es a que nuestro atraso se mantenga.