El nuevo mandamás de Itaipú, Franklin Boccia, había propalado por todos los vientos que se veía obligado a despedir a empleados de la binacional porque hay un exceso de funcionarios. Nunca dijo que estaba echando a la gente por su filiación partidaria o ideológica como parte de la persecución de la administración de Federico Franco. Lo curioso es que ahora contrata a un nuevo asesor de comunicación, su correligionario Clari Arias. ¿Por qué contrata nuevos empleados si el problema era el excesivo número de ellos?
 
En la primera semana de julio, poco días después del golpe parlamentario que echó a Fernando Lugo y empotró ilegítimamente a Federico Franco, Itaipú empezó a notificar el despido a sus empleados. La muletilla era de que hay demasiados empleados y es necesario disminuir el número de los mismos. No quisieron decir que solo estaban persiguiendo a los empleados que fueron nombrados durante la administración de Fernando Lugo. Primera mentira, no echan a la gente por aliviar sus planillas de salario, sino porque son luguistas, izquierdosos, es decir, por persecución política.
 
La persecución política se ensañó con los miembros del Sindicato de Empleados y Profesionales de la Empresa Itaipú Binacional (SEPEIB) dado que despidieron a 25 miembros entre directivos y delegados del sindicato, sin respetar fueros sindicales establecidos en las normas del Trabajo.
 
La lista de despedidos hasta primeros días de agosto supera el centenar, todos ellos por razones puramente políticas, sin tener en cuenta el currículum profesional, la trayectoria laboral ni méritos genuinos.
 
Pero la lista de Anky Boccia es de cerca de 400 funcionarios a despedir. Eso lo dijo a todos los medios y por todos los vientos. Ello hace que reine la inseguridad absoluta entre los trabajadores de la binacional. Eso sí, todos los que vayan a parar a la calle serán gente sospechosa de izquierdismo, porque todos fueron contratados en la era Lugo.  Y eso lo dijo el propio Boccia asegurando que solo se despedirá a los que tengan menor antigüedad, es decir, los que entraron durante el Gobierno echado por los golpistas.
 
Lo último de Itaipú es la incorporación del radialista liberal Clari Arias como asesor de comunicación social, con rango de superintendente. Arias tiene derecho a trabajar como cualquier paraguayo, como los tantos que fueron despedidos últimamente por Boccia, y no está mal. Lo que está muy mal es la mentira del mandamás de Itaipu que reiteradamente anda diciendo que se despide a la gente porque hay exagerada cantidad de funcionarios. Y si hay demasiados empleados, ¿por qué ahora contrata a Arias? ¿No era que había muchos funcionarios y que hay que alivianar la planilla para hacer una nueva contratación? Si ya hay un asesor de comunicación, ¿por qué tiene que contratar otro ahora?. Una prueba más de la mentira del director de Itaipú: está bien echar a los luguistas y está bien contratar a los correligionarios liberales, como está haciendo ahora.
 
Una mentira más no es nada para el gobierno de farsantes y golpistas que se instaló el 22 de julio pasado.